Acabado un encuentro suele ser el momento de sacar conclusiones. Los técnicos reúnen a sus pupilos, sueltan un breve discurso motivacional o aleccionador, y cada uno se viste a su gusto para volver a casa. Pero para el entrenador, cuando su equipo pierde por 4-0 en casa del rival regional, al que lleva meses - y seis encuentros - sin ganar, dando una imagen de apatía, las charlas inmediatamente posteriores se convierten en un reto de mayor envergadura.

Una reprimenda podría mostrar una intención de señalar culpables, que la perspectiva de tiempo siempre termina dando. Así lo hizo Carlo Ancelotti con los suyos, a los que mandó a casa para tomarse un respiro. Como si de un periodo electoral se tratase, pasado el día de reflexión el trabajo también retorna a la disciplina merengue.

Reflexiones con la perspectiva del tiempo

En una sesión matutina, los futbolistas del Real Madrid se reunirán con el cuerpo técnico, y durante los primeros instantes del encuentro bien en el interior de las instalaciones, bien ya con el verde como marco, tendrá lugar la charla aplazada desde el momento después del pitido final de Fernández Borbalán en la ribera del Manzanares.

La solución, a corto plazo, parece complicada, en cuanto a cambio de cromos se refiere. Con cinco bajas importantes, y tan solo una de ellas con previsión de recuperación inmediata (Marcelo), y la falta de empatía por parte de Ancelotti con las rotaciones, el equipo que se presentará como titular ante el Deportivo el próximo sábado en el Bernabéu para el primer plebiscito público no será muy diferente al que salió al Calderón.

Los nombres de Ancelotti, Khedira, Casillas, Cristiano o Bale son los más apuntados a la hora de 'señalar' culpables de la derrota

Los focos, en este caso, apuntan a varios nombres de forma concreta. Al primero, como no podía ser de otra manera, es a un Carlo Ancelotti que suma seis partidos dirigiendo al Real Madrid frente al Atlético sin haber podido vencerle. Simeone le ha tomado la medida en los duelos individuales al de Reggiolo, que se ha visto incapaz de darle un giro a su equipo en la media docena de choques que llevan disputados ambos conjuntos esta campaña, y en los que el Atlético ha logrado arrebatarle un título y sacar de la carrera por el otro a los blancos.

Sobre el campo, varios son los nombres señalados y algunos más que se suman con menor repercusión. Khedira y su, para muchos, incomprensible titularidad tras parecer cada vez más clara su salida del club en verano, es el gran protagonista, aunque perfectamente escoltado por dos de los miembros de la vanagloriada 'BBC', y grandes estrellas del equipo. Cristiano Ronaldo y Gareth Bale no están cuajando un inicio de 2015 para recordar, y siembran dudas al respecto de su conjunción en el sistema - juntos - que plantea Ancelotti.

El mejor juego del Madrid en esta temporada llegó con la lesión del galés, y la entrada de un cuarto centrocampista - Isco - en el equipo, formando parte de un centro del campo que completaban Modric, Kroos y James. El equilibrio al que tanto hacía alusión Ancelotti en el inicio de la temporada parece perderse cuando el de Cardiff se descuelga en el ataque con Cristiano y Benzema, ocasionando problemas ante conjuntos con la intensidad en la presión del Atlético.

Punto de no retorno

Ante el Atlético, y tras varios meses de calma, Casillas volvía a abrir una puerta a las dudas. En el primer tanto, tras el tiro de Tiago, falla a la hora de atajar un balón que en aparentaba ser sencillo. El capitán blanco, en zona mixta, mandó balones fuera, pero su error en el partido quedó algo difuminado y mimetizado tras la actuación generalizada de sus compañeros.

El error del canterano no hizo sino evidenciar lo que estaba por venir. El peor partido de la 'era Ancelotti' y el punto de no retorno para el conjunto blanco. Una racha de 22 partidos invicto deparó una distancia de tan solo cuatro puntos con el Barcelona, tras el errático arranque de 2015, que les ha llevado a perder dos partidos de Liga y otro de Copa, más de los que cedió en el primer tramo de la temporada.

Ahora esa diferencia se ha extinguido, y tan solo un punto separa a madridistas de culés. Sin posibilidad de error, y a poco más de un mes del clásico y con la vuelta de la Champions sobre el horizonte, toca apoyar fuerte contra el suelo y comenzar la ascensión. A falta de líderes sobre el campo, con la baja de Ramos hasta la disputa del encuentro ante el Barcelona, será el carácter de los presentes el que deba sacar adelante la situación, que se puede sobrellevar mejor sabiendo que se parte desde lo más alto de la tabla.