Las dudas vuelven a cernirse sobre Concha Espina. La mala imagen ofrecida por el Real Madrid el pasado fin de semana en el Estadio Vicente Calderón han hecho saltar las alarmas en el club madrileño, que no ha comenzado bien este 2015 y que se encuentra muy lejos del rendimiento futbolístico ofrecido en el tramo final del pasado año. Los jugadores del cuadro blanco parecen estar notando el cansancio de la acumulación de partidos y la escasa rotación de Carlo Ancelotti y ha perdido frescura sobre el terreno de juego, lo que ha provocado alguna victoria por la mínima y la goleada recibida por el Atlético de Madrid en la última jornada del campeonato liguero.

Sólo uno o dos jugadores parecen estar aguantando el ritmo de la competición, consiguiendo además ser los referentes ofensivos del Real Madrid en estos primeros partidos de la segunda parte de la temporada. Uno de ellos es Benzema, que sigue intentando en cada partido demostrar su calidad y facilitar la circulación de balón del equipo madridista. El otro jugador es Isco. El malagueño se encuentra en uno de sus mejores momentos de la temporada y aporta algo distinto a sus compañeros cuando entra en contacto con el balón. En el feudo rojiblanco, fue junto al francés los dos únicos futbolistas que intentaron echarse el equipo a su espalda, pero la empresa les superó y terminaron ofreciendo también una mala imagen.

Sin embargo, el malagueño vuelve al Bernabéu, donde ya es uno de los jugadores más queridos de la plantilla y donde ha rendido a mayor nivel. El centrocampista de Arroyo de la Miel tiene encandilado al público madridista, pues aporta esa dosis de creatividad y magia que tanto necesita el equipo de Ancelotti para poder brillar. Isco es junto a Kroos, el único centrocampista del Real Madrid que no se ha visto afectado por las lesiones, lo que sumado a su buena condición física le convierte en indispensable para el técnico de Reggiolo.

Precisamente las lesiones dieron las primeras titularidades a Isco esta temporada. En un principio, el malagueño comenzó los encuentros desde el banquillo en beneficio de James Rodríguez, que formó el centro del campo titular junto a Kroos y Modric. El centrocampista de Arroyo de la Miel erala primera opción de Ancelotti desde el banquillo, pero entonces llegó la lesión de Bale e Isco entró en escena. Desde el primer momento se apreció un cambio de actitud en el jugador del Real Madrid: seguía manteniendo esa magia cada vez que entró en contacto con el balón, pero en defensa trabajó mucho más, protagonizando recuperaciones de balón en su propia área.

Sus grandes actuaciones hacían vibrar a los aficionados del Real Madrid, pero sobre la mayoría de ellos sobrevolaba la idea de que, cuando todos los titulares estuvieran en óptimas condiciones, Isco volvería al banquillo. Sin tiempo para confirmar esta suposición, llegó la lesión de Modric, lo que convirtió al centrocampista malagueño en titular indiscutible para Carlo Ancelotti. A partir de ese momento, el jugador andaluz comenzó a erigirse en uno de los protagonistas del Real Madrid esta temporada, asumiendo la responsabilidad del equipo en ataque y ganándose el cariño del Estadio Santiago Bernabéu tras cada partido. Isco fue uno de los protagonistas de la racha victoriosa del Real Madrid en los últimos meses de 2014, y en este inicio de 2015 ha sido uno de los pocos que ha mantenido su rendimiento. Partidos como el que disputó ante el Getafe (0-3) o la Real Sociedad (4-1) sirvieron para demostrar que el malagueño es una pieza indispensable en el Real Madrid, y que gracias a sus condiciones técnicas está llamado a ser el líder del ataque blanco durante las próximas temporadas.

Ahora, con la crisis de juego que afecta al equipo entrenado por Carlo Anccelotti, Isco debe dar un paso al frente y confirmar su condición de pieza clave para el Real Madrid. El centrocampista andaluz ha sido el mejor jugador del club de Concha Espina en lo que va de año, y las circunstancias le convierten en el jugador destinado a convertir de nuevo el juego del Real Madrid en poesía. La gente confía en la magia y la creatividad de Isco para el resurgir del equipo madrileño, y él está preparado para dicha tarea.