El día de los enamorados puso, por primera vez, el pie en el campo con la elástica blanca Lucas Silva. Como un anticipio de los comienzos pasionales de cualquier relación, el brasileño apenas tardó cuatro días en volver a saltar al campo, esta vez desde el principio, y en la máxima competición continental.

Madurando por necesidad

En poco más de una semana, el mediocentro ex del Cruzeiro ha jugado sus primeros tres partidos con el Real Madrid, con un balance más que positivo. Cinco goles a favor (el primero de Isco ante el Deportivo le cogió en el banquillo), ninguno en contra y tres victorias para el equipo blanco.

Con Lucas Silva en el campo (200 minutos), el Real Madrid no ha recibido ningún gol

Con él en el campo, el Madrid ha mostrado vestigios de su mejor versión. La que les llevó en los meses de octubre y noviembre a rozar la excelencia, coronándose ya en el mes de diciembre como campeones del mundo, enlazando 22 triunfos de manera consecutiva. Su aparición en la medular, fuera de su sitio habitual, ha sido un pequeño soplo de aire fresco para la zona ancha del campo.

El puesto de pivote lo sigue ocupando Kroos, que no obstante, ha obtenido la capacidad de dejarse caer más por la zona de ataque, gracias al despliegue físico y el sentido táctico de Lucas. En ocasiones, incluso, su presencia en la medular hace que el Madrid se disponga con dos mediocentros claros, él y Kroos, y deje algo de libertad a Isco para caer a banda izquierda, para crear así juego.

De este modo, tanto el de Arroyo de la Miel como el teutón están pudiendo participar más en la generación de fútbol, con el impacto inmediato que ello supone en el resultado de los planteamientos de Carlo Ancelotti, que ha mostrado su confianza en el brasileño, en detrimento de su fe en Illarramendi, al que Lucas parece haber quitado el puesto definitivamente, al menos, hasta que Modric y James retornen al equipo.

El retorno de Pepe

Pero no sólo de nuevas caras se explica la mejoría defensiva del equipo. Si la lesión de Ramos era dolorosa para los intereses merengues, se doblaba su crudeza teniendo en cuenta la baja también de Pepe, aquejado de un golpe en las costillas, que le había producido un doloroso desgarro que le apartó de la dinámica blanca por un mes.

En el Calderón, el Madrid echó en falta el carácter de uno de sus centrales titulares, circunstancia que ha dejado de aparecer en el debe blanco gracias al retorno del portugués. Pepe, natural de Maceió, Brasil, se nacionalizó como luso en 2007 para poder disputar la Eurocopa del año siguiente a las órdenes de Scolari con Portugal.

En los dos últimos partidos, con Pepe como titular, el Madrid ha concedido tan solo cinco tiros a portería

Pepe volvió justo en el momento indicado, cuando las dudas podían terminar de cernirse sobre el empedrado madridista, y para disputar la ida de la Champions League. En Gelsenkirchen, Pepe volvió a darle un punto de carácter a la zaga merengue, que se mostró muy segura durante todo el choque, circunstancia que se repitió ante el Elche, con el Madrid viviendo un partido plácido sin ocasiones claras del cuadro ilicitano, que quedaban cortadas antes de acercarse a los dominios de Casillas.

En los dos partidos en los que Pepe ha sido titular (Schalke y Elche), el Madrid no solo ha dejado su portería a cero, sino que lo ha hecho recibiendo, combinando ambos envites, cinco disparos a portería, incluyendo el zapatazo de Platte al larguero, la acción más peligrosa para los dominios de Iker Casillas en los compromisos recientes.