Gareth Bale llegó al Real Madrid en el inicio de la temporada 2013-2014 procedente del Tottenham Hotspur, aunque al igual que ocurriera una temporada antes con Luka Modric, también procedente del mismo club, el internacional galés aterrizó en el conjunto merengue con la temporada ya empezada. Aunque el primer año como madridistas fue de adaptación para ambos, tanto Modric como Bale resultaron importantes en el juego del conjunto merengue; el primero aportando un toque de calidad y precisión desde el centro del campo y el segundo siendo letal y decisivo en el ataque especialmente en las finales de Copa del Rey y de Uefa Champions League.

La segunda temporada de Modric en el Real Madrid fue la de consagración, el internacional croata tomó las riendas de la creación del juego desde el mediocentro y se convirtió en una de las piezas indispensables en los planes de Carlo Ancelotti. Gareth Bale, al no llegarse a clasificar Gales para el Mundial de Brasil 2014 pudo realizar la pretemporada al completo con el equipo de Chamartín y ante la falta de jugadores claves en el ataque como Cristiano Ronaldo o Benzema, el extremo de Cardiff llevó el peso del equipo en labores ofensivas.

El gran cambio físico experimentado por Gareth Bale acompañado del buen juego desplegado hacían prever que el internacional galés viviría su temporada de consagración, al igual que hiciera Luka Modric, y se convertiría más aún en una pieza indispensable en el tridente ofensivo del Real Madrid. Y eso pareció especialmente durante ciertos momentos de los primeros partidos de la temporada, pero una lesión que le mantuvo apartado de los terrenos de juego durante cinco partidos y la irregularidad mostrada por el futbolista británico han provocado que sea uno de los señalados por el mal momento de juego que atraviesa el equipo madridista.

El extremo merengue disputó cuarenta y cuatro partidos entre todas las competiciones la temporada pasada y consiguió anotar un total de veintidós goles, en esta campaña ha jugado hasta el momento treinta y seis encuentros con la elástica madridista y lleva catorce goles. Mientras que el curso pasado promedió 0'5 goles por partido en este su media ha bajado y actualmente es de 0'38 goles por partido. Pero no solo ha reducido su producción goleadora sino también su regularidad, el galés parece no terminar de encontrar la estabilidad que merece un futbolista de su calidad ni su mejor momento de forma en lo que a juego se refiere.

Gareth Bale acumula ocho partidos sin ver portería, desde que consiguiera dar la victoria al conjunto merengue desde el punto de penalti en su visita a Córdoba a finales del pasado mes de enero. En esta temporada se ha quedado sin marcar en veinticinco de los treinta y seis partidos que ha disputado. Ante el Schalke 04 en el Santiago Bernabéu tendrá la oportunidad de reencontrarse con el gol teniendo el incentivo de conseguirlo ante su público.