Barça y Madrid se volverán a enfrentar en un clásico entre los dos primeros clasificados de la Liga BBVA y entre dos de los mejores equipos del mundo. Luis Enrique y Carlo Ancelotti tendrán su segundo duelo tras el 3-1 de la ida. En aquella ocasión el 4-4-2 blanco barrió del mapa al 4-3-3 de Luis Enrique. El Madrid fue muy superior y el cuadro azulgrana hincó la rodilla. En esta ocasión el favorito es del Barça, quien llega como líder y en un gran momento de forma. El 2015 está siendo el año de consagración de Suarez en el equipo catalán, la adaptación de Messi a un sistema en el que tiene influencia en muchas zonas y el año en el que se ha vuelto a alcanzar la brillantez en el juego. El Madrid por su parte ha comenzado el año con muchas dudas. La mala racha de juego y resultados no acaba de desaparecer y los blancos necesitan vencer en territorio enemigo para volver a comandar la clasificación liguera y dar un golpe en la mesa.

4-3-3 de Luis Enrique girado alrededor de Leo Messi

Messi partirá desde el extremo derecho, pero aparecerá por todos lados

El Barça saldrá al Camp Nou con su clásico sistema. El 4-3-3 será el dibujo inicial. La única duda en el once, que no en el sistema, de Lucho es la presencia o no de Busquets, aún convaleciente de la lesión que sufrió hace unas semanas. Sin él Dani Alves, Piqué, Mathieu y Jordi Alba formarían en defensa, con Mascherano por delante. A los lados del argentino estarían Rakitic e Iniesta a derecha e izquierda respectivamente. Neymar aparecería por el extremo izquierdo, con Messi en el derecho y Suárez como hombre más adelantado. Si Luis Enrique apuesta por Busquets el único movimiento sería el de Mascherano por Mathieu.

Pese a que las posiciones de partida de los jugadores dibujarán un  4-3-3, los movimientos de sus hombres, y en especial de Messi, harán que el sistema sea mucho más ‘libre’. En fase ofensiva la anchura al campo se la da Jordi Alba por la izquierda y Dani Alves o Rakitic por la derecha. Mascherano o Busquets harían de pivote, con Iniesta en posición de interior izquierdo y Alves y Rakitic alternándose en posición interior y abierta. Neymar será extremo cuando el Barça vuelque el juego por la izquierda y delantero zurdo cuando el juego esté por el centro o por la derecha. Suarez será el ‘9’, pero también el delantero derecho cuando Messi merodee el área. Esta serie de movimientos cada vez están más automatizados en la pizarra de Luis Enrique, que ha dado con la tecla que ha hecho funcionar el engranaje azulgrana.

4-3-3 inamovible para Ancelotti

El Madrid saldrá al Camp Nou con su once de gala. Con Ramos y Modric recuperados, aunque no al 100%, Carletto podrá alinear un equipo de garantías y de su confianza. Con Casillas en la portería, Carvajal, Pepe, Ramos y Marcelo formarían la línea defensiva. Kroos será el pivote, el eje sobre el que gire el juego del Madrid. Isco por la izquierda y Modric por la derecha serán los interiores, con Ronaldo y Bale en los extremos y Benzema como punta.

En ataque el Madrid formará con un 4-3-3. En defensa la posición de Bale determinará si es 4-4-2 o no

Estas serán las posiciones de partida del conjunto blanco, que con balón se ordenarán en función de los movimientos que realicen las piezas de arriba y también en función de Luka Modric. El croata activará el sector derecho, mucho más débil desde su lesión. Al igual que Iniesta en el lado local, Luka no variará mucho su posición. Carvajal será quien de amplitud por ese costado, con Bale apareciendo por dentro y por fuera, buscando conectar con Modric. El galés tendrá una nueva oportunidad de demostrar su valía y continuar con su buena racha tras su gran partido ante el Levante, pues el Madrid necesitará que esté activo, se asocie y cree peligro. Por el lado derecho habrá más variedad de movimientos. Marcelo e Isco se repartirán las posiciones interiores y exteriores, con Ronaldo partiendo desde el costado pero apareciendo por la parte central además del costado derecho. Si el luso se va hacia dentro es Benzema quien sale de ahí para escorarse ligeramente a la izquierda. La misma permuta, pero en el lado derecho podría hacer el francés con Bale. Casi todos esos movimientos dependerán del espacio por el que aparezca Ronaldo, que es quien determina con esos movimientos las posiciones de sus compañeros de ataque.

Atraer por derecha, finalizar por izquierda

El Barça ha marcado varios goles juntando muchos rivales por el lado derecho y con incorporaciones desde atrás por el otro lado

Messi acapara mucho balón, y con ello rivales. El argentino juega escorado a banda derecha y desde ahí, con sus conducciones hacia dentro y hacia la portería rival atrae a muchas piernas contrarias. Estas basculan en exceso intentando cerrar lo máximo al argentino, quien con su extraordinaria visión de juego unida a los desmarques que hacen sus compañeros por el otro costado crean ocasiones en el sector izquierdo. Por ahí entra desde atrás Jordi Alba, o aparece Neymar, o incluso llega Rakitic como pasó frente al Manchester City. El Madrid tendrá dos frentes que defender. Por un lado el lado del balón cuando Messi tenga el balón. Ramos deberá achicar y tirar hacia delante de su defensa para que no se cree espacio entre ellos y Kroos e Isco, que serán los primeros que salgan al paso de Leo. Carvajal deberá cerrar evitando el pase entre él y Pepe, pero a la misma vez deberá permanecer atento a su espalda, pues por ahí entrará como un avión Jordi Alba, haciendo buenos los envíos desde el otro lado de Messi, con todo el Madrid girado y basculado hacia la derecha.

Sincronización de movimientos en la izquierda blanca y en la derecha azulgrana

Los movimientos del lateral-interior-extremo de la banda izquierda del Madrid y la derecha del Barça son parecidos

Benzema, Ronaldo, Marcelo e Isco. Hasta cuatro jugadores participan normalmente por el sector izquierdo blanco. De partida Marcelo será el lateral de ese lado, Isco el interior y Ronaldo el extremo. Esas será las posiciones de partida, pero los movimientos no serán los naturales. Ronaldo será más delantero que extremo, Marcelo alternará la posición de interior con la de volante o extremo, permutando con Isco. Cuando el malagueño se vaya hacia afuera el brasileño hará lo contrario, y viceversa. Además, de ellos por ahí suele merodear Benzema, en permanente movimiento y permutando con Ronaldo. Dani Alves, Piqué, Mascherano y Rakitic tendrán trabajo en ese costado o haciendo ayudas a ese costado. Por la otra banda los roles estarán más claros. Modric siempre estará en posición interior y Carvajal en exterior. Bale alternará amabas y aparecerá pegado a la línea de cal como extremo y un poco más centrado como delantero derecho.

En el cuadro azulgrana paso algo parecido, pero por el otro lado. Dani Alves, Rakitic, Messi y Suárez habitarán en algún momento la zona derecha del ataque local. Messi partírá desde ahí, al igual que Alves. Cuando el argentino vaya hacia dentro Suarez podrá caer y ocupar ese espacio, pero también lo harán Rakitic y Dani Alves. Cuando lo haga el brasileño será el croata quien equilibre por detrás, y viceversa. Por el otro lado, la izquierda, los roles estarán más claros. Jordi Alba estará por fuera, con Iniesta por dentro. Neymar abrirá campo o se moverá por dentro en función de la posición de Messi.

(Por la izquierda Alba dará profundidad al Barça)

Messi frente a Kroos e Isco y la espalda del alemán

Una de las principales claves del partido estará en cómo sea capaz el Madrid de controlar a Messi. El argentino llega en un gran momento de forma, partiendo desde la banda derecha y apareciendo por la zona de creación en un primer momento y en la de finalización solo unos segundos después. Cuando Messi reciba tendrá casi siempre cerca a Isco, que será el interior izquierdo del Madrid. Kroos irá en su ayuda y ahí Suárez tratará de que el alemán se lo piense antes de salir. Si el ex del Liverpool ataca la espalda de Kroos y este duda, Messi tendrá espacio por delante para entrar y en carrera y conduciendo puede crear muchos problemas para los blancos.

El posicionamiento del Madrid, muy junto y no muy arriba

Con Sergio Ramos y Pepe comandando la zaga blanca, el Madrid ha jugado muchos partidos con la línea defensiva en el medio campo. De esta forma evitaba que las líneas estuvieran muy alejadas. Frente al Barça el defender tan arriba puede ser muy peligroso, pues Jordi Alba, Suarez o Neymar pueden ser perfectamente asistidos por Messi, Rakitic o Iniesta, juntándose jugadores que corren muy bien al espacio y jugadores que lanzan muy bien. Ramos y Pepe tendrán que instalarse no muy arriba, pero deberán de tirar de sus compañeros hacia atrás para evitar los espacios entre líneas. Si entre los cuatro defensas y los tres centrocampistas hay muchos espacios, Neymar y Messi pueden hacer mucho daño y desequilibrar la balanza para el lado culé.

(El Madrid deberá jugar muy junto, intentando no dejar espacios entre líneas)

Dominar el balón y explotar los espacios

Tanto el Madrid como el Barça han evolucionado en las ideas de juego que tenían hace unos años. El Barça de toque de Guardiola está ‘mutando’ hacia un equipo mucho más rápido en las transiciones, que usa el arma ‘prohibida’ del contraataque si es necesario. Neymar y Suarez corren. Messi corre y lanza. Iniesta y Rakitic lanzan y llegan. El Madrid deberá realizar una transición defensiva muy rápida y que corte las vías de salida del Barça lo más rápido posible. Los azulgranas han marcado muchos goles y creado muchas ocasiones claras saliendo a la contra, como sucedió frente al City hace solo unos días. Además de ese registro, los hombres de Luis Enrique también dominan el ataque en estático, con Iniesta y Messi como principales ejecutores. Los movimientos de Rakitic, Neymar o Suarez y las incorporaciones de los laterales completan la idea.

El Madrid por su parte ha mejorado su ataque en estático desde que Mourinho dejara el club blanco. Con Ancelotti el conjunto merengue ya no solo maneja un registro. Los blancos tratarán de hacerse con el balón y Kroos, Modric, Isco y Marcelo serán clave para ello, pero también intentará salir muy rápido tras recuperar el cuero. Ronaldo y Bale brillan con espacios y el Barça deberá de vigilar los que les da. Las espaldas de Jordi Alba y Dani Alves serán cotos de caza si los azulgranas no repliegan rápido y dejan correr al Cristiano y Gareth, que estarán muy bien asistidos por Benzema, Isco o Modric.

En el partido del domingo todo hace pensar que será el Madrid el que ceda el protagonismo al Barça. Los blancos podrían optar por estar con las líneas juntas, cediendo el balón al Barça e intentando robar y salir rápido a la contra. Si Bale se sacrifica los blancos podrían formar con un 4-4-2.

Atacan muchos, defienden ocho

Tanto el Madrid como el Barça han replegado con los mismos hombres en sus últimos partidos. Tras pérdida, cuando el equipo repliega, Messi, Neymar y Suárez se quedan descolgados arriba por parte culé, al igual que Bale, Benzema y Ronaldo por el lado merengue. El tridente ofensivo del Barça presiona tras pérdida, pero una vez rebasados no ayudan en tareas defensivas. Por parte blanca sucede algo parecido, con la única variante de que en algunas ocasiones Bale se incrusta en el lado derecho, intentando formar una línea de cuatro junto a los dos interiores y el pivote. En el próximo clásico, las ayudas defensivas de los dos tridentes serán muy importantes, un punto a favor del entrenador que consiga que su trío de atacantes se desgaste en fase defensiva, ya sea en el repliegue o en la presión.

Modric y Ramos, claves desde el punto de vista psicológico y futbolístico

El Madrid ha echado mucho de menos a su central izquierdo y su interior derecho titulares. Sin Sergio ni Luka el Madrid ha perdido la salida de balón en dos alturas claves para el desarrollo de los partidos. Ramos mejora el juego del conjunto blanco con su salida en corto, y sobre todo en largo. Cuando el equipo rival aprieta arriba, el de Camas sale en conducción o cambia de orientación hacia el lado derecho, donde suele esperar Carvajal, Modric o Bale. Defensivamente Sergio es uno de los mejores centrales del mundo. Rápido al corte y en el repliegue, poderoso por alto y capaz de subir la altura de su defensa al medio campo. Esta será una de las claves ante el Barça, pues el Madrid deberá de estar muy junto y minimizar al máximo los espacios para Messi. Modric por su parte representa el eslabón clave para conectar el centro del campo con la delantera. El croata ejecuta a la perfección la jugada idónea. Recibe de Kroos, a quien siempre le da una línea de pase, gira y en conducción o mediante pases elimina jugadores contrarios. Benzema y Bale tienen que permanecer siempre alerta, pues Modric puede necesitarlos unos metros más hacia delante cuando reciba, consiguiendo de esta manera que dos de los jugadores más determinantes del cuadro merengue estén activos. Defensivamente el ex del Totteham es un activo muy importante para ayudar a Kroos en la parcela central, además de para Carvajal en el costado derecho.

Además de futbolísticamente, Ramos y Modric representan un activo muy importante desde el punto de vista psicológico. El de Camas es uno de los líderes del equipo, un jugador con mucha casta que contagia a sus compañeros y cuya mentalidad ganadora será muy importante para que los blancos saquen algo positivo del Camp Nou. De igual forma, la sola presencia de Modric mejora a sus compañeros. Futbolísticamente el croata aún está lejos de su mejor nivel, pero ante el Schalke y el Levante se evidenció cómo activa y motiva a sus compañeros, a sabiendas estos de que sobre el campo tienen a un compañero que siempre estará dispuesto a recibir y el balón.