El Castilla perdona y se aleja de los playoffs

El Real Madrid Castilla recibía al Sestao River con la imperiosa necesidad de lograr los tres puntos tras la derrota sufrida ante el Real Unión la pasada jornada. El Sestao, situado en la zona tranquila de la tabla, llegó al Di Stéfano con la intención de sacar petróleo de los errores merengues y por qué no, soñando con acercarse a los "playoff" de ascenso a Segunda División. Una vez los 22 contendientes saltaron al césped del Di Stéfano, la importancia de los tres puntos quedó patente. A penas se vieron ocasiones en los primeros compases del partido, pero la intensidad fue total.

Antes de poder ver algún gol, ni siquiera un disparo entre los tres palos, la mala suerte llegó para los de Zinedine Zidane. Mariano, delantero centro titular y estrella del equipo en los últimos partidos del Castilla, tuvo que ser sustituido por molestias en su pieran derecha. De Tomás fue su sustituto y en apenas tres minutos tuvo el primer tanto en sus botas. Un gran pase de Marcos Llorente fue controlado por el punta español y a punto estuvo de anotar de vaselina. Raúl Domínguez estuvo muy atento y consiguió detener el esférico.

Otra vez el balón parado

Las ocasiones no eran claras, el fútbol no deleitaba a la grada y la hora era propicia para desonectar ante tan soporífero encuentro. Pocas ocasiones más se vieron durante la primera mitad; alguna falta lejana de Burgui colgada al área del Sestao y una buena ocasión para Benavente a cinco minutos del final del primer tiempo, prácticamente sin portero, que el peruano mandó alta.

Zidane y el balón parado cambian el rumbo

Visto lo visto durante la primera mitad, el técnico francés del conjunto local decidió cambiar el planteamiento inicial. Quitó a Enzo Zidane y a Benavente, bastante desaparecidos durante el primer tiempo, e introdujo a Javi Muñoz y al delantero del Real Madrid C, Borja Mayoral, un joven con un futuro realmente prometedor.

Sin haberse cumplido todavía el minuto 60, el joven canterano demostró que la confianza de Zidane no fue en vano. Un buen córner botado por Burgui acabó en los pies de Mayoral, que definió a la perfección ante el error de Domínguez. El empate subió al marcador y la grada estalló de júbilo en busca de la remontada. Pero poco iba a durar la alegría, pues apenas cinco minutos después, Nacho Rodríguez volvió a batir a Yañez tras un error defensivo y una buena jugada de Lafuente. Pero al contrario de lo que suele pasar al Castilla en este tipo de encuentros, fue la pelota parada la que volvió a meter al equipo en el partido. Burgui colgó una falta perfectamente medida a la cabeza de Diego Llorente, que no perdonó y anotó el 2-2.

El Sestao se quedó con diez en el 69'

El partido volvía a estar abierto y ninguno de los dos contendientes quería renunciar a la victoria, pero pronto iba a cambiar la situación. En el minuto 69, Eneko Rubio perdió los papeles y entró de forma bestial sobre Llorente y el colegiado Navarro Fuentes no dudó y lo mandó a las duchas. La tangana que se generó fue tal que el árbitro tuvo que sacar otras dos amarillas a jugadores del Sestao River para evitar que sus quejas fueran a mayores. Con la expulsión el Castilla se vino arriba y comenzó a existir un único equipo sobre el césped del Alfredo Di Stéfano.

Pero el tiempo fue insuficiente y las pocas ocasiones que permitió el club visitante fueron marradas por la delantera merengue. Con este empate el Castilla se sitúa a dos puntos de playoff a falta de jugarse el resto de encuentros de la Segunda B Grupo 2.