Raphaël Varane se incorporó a las filas del Real Madrid en el mercado veraniego de la temporada 2011-2012 recomendado por un hombre de la casa, su compatriota Zinedine Zidane. El joven central llegaba siendo un auténtico desconocido para la mayoría, pero justo en la campaña anterior había debutado con el RC Lens en la Ligue 1 con tan solo diecisiete años. A pesar de que el conjunto francés hubiera descendido, la progresión del zaguero le permitió para llamar la atención del equipo merengue.

Su debut con la elástica madridista no se hizo esperar, el galo jugó su primer partido en la quinta jornada liguera frente al Racing de Santander en el Sardinero y lo hizo como titular. Tampoco se hizo de rogar su primer tanto con el conjunto merengue, tan solo una jornada más tarde en su otro debut, ante su público, Varane consiguió materializar marcar el cuarto gol de su equipo frente al Rayo Vallecano con un toque de espuelas rematando un saque de esquina botado por Mesut Özil.

Varane apuntaba maneras con detalles técnicos y una gran seriedad defensiva, si algún aficionado madridista tenía dudas sobre su fichaje el joven francés se encargó no solo de disiparlas sino de ilusionarle con su presencia. Días después de su primer gol como madridista, José Mourinho le dio la oportunidad de estrenarse en Uefa Champions League contra el Ajax, convirtiéndose en el tercer jugador más joven en hacerlo en la entidad merengue hasta el momento, solo por detrás de Raúl e Iker Casillas.

El zaguero finalizó esa temporada con un total de quince encuentros repartidos entre Liga, Uefa Champions League y Copa del Rey, competición en la que también pudo conseguir otro gol, frente a la Ponferradina. Su primer título fue la Liga y como consecuencia de ello también llegó el segundo, la Supercopa de España disputada frente al FC Barcelona.

En su primera temporada Varane consiguió jugar quince partidos y marcar dos goles con el Real Madrid

La campaña 2012-2013 fue sin duda la de consagración de Varane, el galo se doctoró ante rivales de la talla de Leo Messi y gracias a ella le llegó la primera llamada con la selección absoluta de su país, Francia. Su rapidez, su capacidad de anticipación y su poderío aéreo le hacían un jugador muy completo. El central galo disputó un total de treinta y tres partidos y anotó dos goles, ambos en la eliminatoria de semifinales de la Copa del Rey frente al FC Barcelona, uno en la ida en el Santiago Bernabéu y otro en la vuelta en el Camp Nou. A pesar de su juventud, el francés en lugar de amedrentarse se crecía ante los rivales fuertes y llegaba a ser de los grandes destacados de su equipo. Una rotura de menisco en un encuentro liguero frente al Espanyol le hizo pasar por el quirófano y perderse lo que restaba de temporada.

Aunque no pudo conseguir ningún tanto, el internacional francés también fue importante en los planes de Carlo Ancelotti, en su primera temporada al frente del Real Madrid, una vez recuperado de su lesión. Disputó veintitres partidos y se proclamó campeón de Copa del Rey y de Uefa Champions League, gracias a este título también pudo proclamarse tiempo después como campeón de la Supercopa de Europa y como campeón del Mundialito de Clubes, consiguiendo así todos los títulos posibles con el conjunto de Concha Espina con tan solo veintiún años. Su presencia tanto en el equipo madridista como en su selección nacional le han permtido enfrentarse a grandes jugadores y curtirse en grandes encuentros, lo que también favorece a su progresión como central.

Con veintiún años Varane ya había conseguido todos los títulos con el Real Madrid

No es fácil hacerse un hueco entre los titulares disputando el puesto a dos centrales como Pepe y Sergio Ramos, pero hasta el momento está siendo la temporada que más partidos está jugando, acumula cuarenta encuentros y dos goles, ambos de nuevo en una de sus competiciones favoritas, la Copa del Rey, frente al Cornellá. Ante la ausencia de Sergio Ramos por sanción, Varane se asegura un puesto en el once titular un partido más, esta vez formando pareja con Pepe, aunque en los últimos encuentros el francés está siendo uno de los fijos. Frente al Almería tendrá una nueva oportunidad para demostrar todo su potencial y que el relevo generacional está más que asegurado con su presencia en el centro de la zaga. Varane ya ha demostrado con creces que está más que capacitado para adquirir galones y que esa promesa en la que se fijo Zidane es a día de hoy más que una realidad.