No juegan a otro deporte, pero han reinventado el fútbol a base de goles. Siguen siendo humanos, pero su instinto matador les hace distintos de cualquier otro mortal. Lo han ganado todo a nivel individual y de clubes, pero nunca es suficiente cuando el apetito es insaciable. Cristiano Ronaldo y Leo Messi libran, un año más, su batalla particular por ser el mayor killer de España con el Pichichi como meta.

Hace tiempo que superar los 20 goles en un campeonato nacional de liga ha dejado de bastar, desde que dos fuerzas de la naturaleza confluyeron en España para luchar no solo por la supremacía del escudo que portan en el pecho, sino también del nombre escrito en su espalda. Con el partido contra el Almería a escasas horas, es el turno del artillero portugués después de que La Pulga abriese fuego con un doblete frente al Getafe.

Cifras estratosféricas, distancias mínimas

A una distancia abismal del resto de goleadores y de nuevo marcando un ritmo inalcanzable, Ronaldo y Messi son los dos únicos candidatos al Pichichi. La dictadura del gol impuesta por el 7 y el 10 no admite la discusión de un tercero, y mientras la Liga BBVA está pendiente de la coronación final a falta de cinco jornadas, el trono del máximo goleador también espera ocupante.

Con el Real Madrid pendiente de disputar la jornada 34 que ya ha jugado el Barcelona, Ronaldo suma 39 goles y Messi 38. Fuera de esta élite sin igual, Griezmann completa el podio con 22 dianas. En sus respectivos equipos también lideran sobradamente la lista: Benzema (15 goles) y Neymar (20 goles) son sus perseguidores.

Ver cómo el esférico besa las redes de la portería rival ha acabado siendo una rutina para los dos arietes. Ronaldo solo ha faltado a su cita con el gol en siete de los 30 partidos de la Liga BBVA que ha disputado, mientras que Messi se ha quedado en blanco en diez compromisos de 34 jugados. En este periodo, el portugués ha anotado tres veces tres goles, una vez cuatro e incluso ha alcanzado los cinco en otra ocasión. Por su parte, el argentino puede presumir de haber conseguido cinco hat-tricks.

Una ocasión de oro

Ronaldo afronta el partido contra el Almería con la motivación extra de aumentar la diferencia con Messi en la lista de goleadores. El rival, teóricamente inferior, atraviesa una situación muy delicada y coquetea peligrosamente con el descenso, por lo que el escenario es propicio para que el 7 muestre su artillería.

El luso se ha mostrado especialmente acertado de cara al gol contra rivales de la zona baja de la tabla como el conjunto almeriense. Destacan especialmente sus actuaciones contra Granada (cinco goles), Elche (cuatro goles) y Deportivo de la Coruña (tres goles), a las que se suman varios dobletes contra equipos como Getafe, Eibar o Levante. La jornada 34 es, por tanto, una nueva oportunidad para distanciarse de Messi.

No todo son goles

Las estadísticas de Ronaldo le hacen, como diría Carlo Ancelotti, 'innegociable'. A excepción de Messi, no existe otra máquina tan perfecta a la hora de batir al guardameta rival. Fruto de su trabajo y su voracidad goleadora, el astro luso fue premiado con el Balón de Oro 2014. Sin embargo, después de aquella gala y su famoso grito, la versión más regular de Ronaldo ha dado paso a una más intermitente. Suena exagerado tratándose de un jugador que sigue a un rendimiento galáctico, pero dentro de esa meteórica trayectoria, sus últimos meses no han sido los mejores sobre el césped.

Ronaldo parece haber entrado en una dinámica en la que combina partidos espectaculares, como ante el Granada, con otros discretos en los que nada sale a derechas. Fijo e inamovible en el once blanco, ha jugado casi todo y ha tenido que adaptarse a las diferentes características de sus compañeros a medida que las lesiones y las rotaciones modificaban el esquema. Sin embargo, en ocasiones ha pecado de poco asociativo e incluso impreciso. El 7 ha parecido obsesionado con el gol y desesperado por su falta de acierto en algunos choques, y sin su líder ofensivo el Real Madrid ha perdido una gran parte de su potencia de fuego.

Sigue siendo ese jugador que, tenga un buen o mal día, dará siempre un paso adelante para echarse el equipo a la espalda. Sigue reventando récords goleadores a un ritmo pocas veces visto en la historia. Y sigue apareciendo no solo como realizador, sino también como esa estrella que es capaz de generar goles tan importantes como el de Chicharito contra el Atlético de Madrid en los cuartos de final de Champions League. Pero, dentro del lujo futbolístico al que ha acostumbrado al Bernabéu, Ronaldo se encuentra en un proceso de búsqueda con su mejor versión, la del Balón de Oro, como meta. Con el tramo decisivo de la temporada por jugar y Liga BBVA y Copa de Europa por ganar, no hay mejor momento para que 'El Comandante' recupere su mejor cara.