Tras superar a rivales como la Roma, Borussia Dortmund y A.C. Milan en las dos fases de grupos del antiguo modelo de competición de Champions League, y más tarde rozar la excelencia con un magnífico partido en Old Trafford de Ronaldo Nazario en cuartos, el Real Madrid iba a llegar a las semifinales de la Liga de Campeones 2002/2003 con un objetivo claro: revalidar su título de campeón.
Nedved, Trezeguet, Del Piero y Edgar Davis eran las estrellas de aquella Juventus.
En frente trendría a una Juventus de Turin que había enseñado en rondas anteriores que era un equipo más que peligroso. Con los Nedved, Trezeguet, Del Piero, y Marcello Lippi en el banquillo, había apeado de la competición al Barcelona en cuartos y al Deportivo de la Coruña en segunda fase. Su tercer rival también era español, aunque esta vez sería el gran favorito de la competición.
Victoria blanca en la ida
A diferencia de la actual eliminatoria de Champions, en 2003 el partido de ida se disputó en Madrid, con una apretada victoria local. Ronaldo adelantaría a los blancos, pero Trezeguet igualaría el marcador cuando ambos equipos estaban a punto de marcharse a vestuarios. En la segunda parte, de nuevo un brasileño, esta vez Roberto Carlos, establecería el definitivo 2-1. Todo quedaba para la vuelta.
El Real Madrid se habñia convertido en el favorito tras arrollar al Manchester en Inglaterra.
El Real Madrid, que había mostrado en cuartos de final en el estadio del Manchester United su condición de gran visitante, debía no perder en Italia, y de esta manera, estaría en la final de precisamente Old Trafford. El rival ya se conocía, sería el A.C. Milan de Ancelotti que había superado a su rival el Inter de Milan por el valor doble de los goles en campo contrario.
Un vendaval en Turín
Pocas veces se recuerda a un Real Madrid tan desdibujado como el visto en Delle Alpi. La Juventus fue una apisonadora, y tomó ventaja con los goles de Trezeguet, Del Piero y Nedvez. Zidane recortaría en los últimos minutos, pero el definitivo 3-1 clasificaría a los italianos para una final que se les escaparía desde el punto de penalti -fallaron Trezeguet, Zalayeta y Montero-.
Luis Figo falló el penalti que hubiera dado la clasificación al Real Madrid. Buffon se lo paró.
Todo habría cambiado si Luis Figo hubiera marcado desde su especialidad favorita, los once metros. Con 2-0 en el marcador, el Real Madrid dispuso de un penalti a su favor, y entre los grandes lanzadores que tenía el equipo - Hierro, Ronaldo, Zidane -, Figo era el encargardo de ejecutar el decisivo penalti. Buffon le adivinó la intención y metió a los suyos en la final de Old Trafford.
Ultimo precedente malo
No sería esta la última vez que la Juventus de Turin eliminara al Real Madrid de su competición favorita. En el año 2005, ambos equipos iban a cruzarse en octavos de final. El Madrid, que había sido segundo de grupo por detrás del Leverkusen, ganaría el partido de ida con un solitario gol de Helguera. En Turin, Trezeguet forzaría la prórroga con un golazo.
En dicho tiempo extra, un fallo en el despeje de Raul Bravo iba a permitir que Zalayeta ensayara un disparo desde la frontal ante el que nada pudo hacer Casillas. El marcador no se movería, y con esta derrota, se iniciaban los seis años del Real Madrid sin conseguir pasar de octavos de final, racha rota en 2011 con Josó Mourinho en el banquillo, cuando se consiguió ganar al Lyon.