A un solo paso de la gran final de Berlín se encuentra el Real Madrid en su andadura por la Champions League. Los de Ancelotti no atraviesan su mejor momento ni físico ni mental, pero una cita como esta debe suponer la motivación necesaria para dejarlo todo en el campo. A pesar de los conflictos equipo-afición más recientes, para este choque es vital la implicación de un Bernabéu incansable que lleve en volandas al equipo.
Turbulencias al final del vuelo 2014/2015
El conjunto blanco atraviesa uno de sus peores momentos de la temporada. Tras la derrota en la ida de Champions frente a la Juventus, con lo que se complicaba la clasificación a la final de Berlín, llegó el empate ante el Valencia en Liga. El Santiago Bernabéu vio como su equipo dejaba prácticamente ir la competición liguera, a favor de un Barcelona que cuenta con 4 puntos de diferencia a falta de solo dos jornadas por disputarse.
La problemática podría proceder únicamente de los resultados, pero estos dos últimos varapalos han levantado nuevas ampollas entre el madridismo. Parte de la afición madridista está descontenta con el rendimiento de Casillas y pide su suplencia. El capitán parecía hacer oídos sordos a esta situación pero el empate frente al Valencia provocó que se viera a un Iker algo desesperado por la presión que se pone últimamente sobre él, lo que resulta poco recomendable para un choque como el de vuelta de Champions.
Otro de los jugadores más discutidos es Bale. El galés no parece haber encontrado esta campaña el mismo nivel que fascinara a la hinchada blanca la temporada pasada. Su cifra de goles y de asistencias ha disminuido, y lo que es peor, su influencia en el juego del Real Madrid es bastante escasa. Precisamente de esto se ha quejado su agente, reclamando que los jugadores blancos cuenten más con Bale en la creación del juego.
Por último, otra de las polémicas surgidas en las últimas fechas es la posición de Sergio Ramos. En los últimos partidos importantes Ancelotti ha apostado por el sevillano el mediocampo, pero su rendimiento ha sido bastante irregular, sobre todo en el duelo de ida frente a la Juventus. Veremos que decide el técnico italiano para el choque de vuelta.
El Bernabéu de las grandes citas, necesario
Varias son las polémicas que rodean al club madridista en los últimos días, pero una victoria frente a la Juventus podría acallar todas las críticas. Acceder de nuevo a la final europea sería un regalo insuperable para la hinchada blanca. Pero para que esto se consiga, una de las claves puede ser el comportamiento de la afición.
El Santiago Bernabéu es uno de los estadios más imponentes y respetados del mundo futbolístico y a la par su hinchada. Los aficionados merengues se caracterizan por su exigencia constante al equipo más laureado del mundo, algo que en ocasiones supera a algunos jugadores. Sin embargo, en esta ocasión la afición blanca deberá olvidarse de las críticas y apoyar al equipo desde el primer segundo y conseguir con ello llevar en volandas a los jugadores hacia la victoria.
Recientemente se ha puesto de moda las ‘macroquedadas’ de aficionados del Real Madrid en las horas previas a los encuentros importantes para recibir al equipo a su llegada al Bernabéu, con el objetivo de alentar a los suyos desde horas antes al comienzo del choque. Este apoyo incondicional puede ser una de las claves de la vuelta de las semifinales. Un Bernabéu unido con sus jugadores puede atemorizar a los bianconeri y poner el primer granito de arena en la búsqueda de la victoria.
Las históricas remontadas conseguidas en el Santiago Bernabéu se alcanzaron en parte por el empuje de la hinchada madridista, por lo que si este apoyo eufórico e incansable se vuelve a repetir frente al conjunto Juventino, ¿por qué no es posible volver a conseguir una remontada y adentrarse en la deseada final de Berlín para luchar por la undécima?