El último encuentro en casa del Real Madrid esta temporada, que tan amargo final ha tenido para los blancos, se presenta como una oportunidad para intentar al menos dejar un buen sabor de boca a los aficionados madridistas en su despedida este sábado ante el Getafe.

Así, este partido parece encaminado a ser algo muy similar a un partido entre amigos, donde ninguno de los bandos tiene nada en juego, con un Getafe con la permanencia asegurada y un Real Madrid que perdió hace ya una semana sus opciones al título liguero.

A pesar de ello, los jugadores no deben nunca olvidar su profesionalidad, y deben saltar al terreno de juego a darlo todo a pesar de la nula importancia que tiene este encuentro en lo que se refiere al campeonato. Esto es especialmente importante para los pupilos de Carlo Ancelotti, que después de la mala racha que llevan atravesando las últimas semanas después de caer eliminados en Champions League a manos de la Juventus, y haber visto al Barcelona coronarse como campeón del título de Liga, debe ahora mostrar su mejor cara en la despedida ante su afición en el Santiago Bernabéu.

De este modo, este enfrentamiento se plantea como la ocasión perfecta para dar por concluido este periodo de horas bajas con un buen número de goles, ante un rival aparentemente asequible como es el Getafe, dando una última alegría a la parroquia merengue.