Los aplausos fueron para el equipo de baloncesto. El reciente campeón de Europa le mostró el entorchado continental orgulloso al respetable, que devolvía el saludo a modo de ovación, reconociendo la gesta de la sección merengue que más alegrías había brindado en la temporada que ponía su punto y final con un compromiso lleno de interrogaciones sobre el futuro de muchos integrantes del primer equipo.

Lo intentaba de salida más por obligación que por devoción el Real Madrid, con un Jesé incisivo por derecha y un Chicharito móvil por el centro, que buscaba el hueco para percutir hasta el gol. El canario se batió en velocidad con Lacen y Escudero, superando a ambos, llegando a línea de fondo para buscar al mexicano, aunque Naldo se anticipó a la jugada.

Borrachera de goles

Antes, en el arranque, el peligro vino por la izquierda, siendo en su caso James el que intentó el pase, y de nuevo Naldo el que impedía a Chicharito encontrar su gol. Apenas habían transcurrido doce minutos de juego cuando Marcelo encontró en el segundo palo a Cristiano.

El brasileño, con un centro medido, le puso el cuero al luso para que éste lo convirtiera, con un espectacular salto culminado en soberbio cabezazo, lejos del alcance de Codina. Lo celebró pausado el portugués, que amarraba aún más la Bota de Oro y el pichichi, sus únicos consuelos de una temporada con un balance negativo en lo colectivo.

La parsimonia de no jugarse nada impulsaba el partido. Controlaba el balón por momentos el Getafe cerca del área de Casillas, pero sin que ninguna intención sobre asomarse a la meta pasase por as cabezas de los jugadores azulones, que movían el cuero de un lado a tratando de descompensar la defensa merengue.

Un robo de Castro por la izquierda terminó en un rebote que dejó un balón muerto en la frontal para Escudero. El lateral no se lo pensó, y ensayó un disparo que no supo repeler Casillas, alojándose el balón en la portería, despertando de nuevo pitos en una grada más callada de lo habitual, contrarrestados cada vez que afloraban por una suerte de gritos en favor del guardameta de Móstoles.

Idas y venidas

Compensaba el encuentro el Getafe en el primer acercamiento medianamente claro del cuadro azulón. Se lo creyó el conjunto madrileño, espoleado por el conformismo madridista. Y la idea se convirtió en certeza apenas dos minutos después, con una nueva contra lanzada por el centro ante la indolencia blanca para recuperar la posición, que culminó Diego Castro encontrando la red.

Tres goles de Cristiano y tres del Getafe en la primera mitad. Alternancia en el marcador y la premisa que las defensas no iban a comparecer

Remontada azulona y aviso de inquietud en una grada más preocupada por juzgar vida o muerte a Iker Casillas cada vez que éste tocaba el balón. Entre la alegría de la remontada y la duda de si echar un paso atrás, el Madrid encontró fuerzas para hacer lo suyo, y darle de nuevo la vuelta al marcador.

Cinco goles en poco más de 30 minutos. Para igualar la contienda, Cristiano Ronaldo ensayó un disparo de falta desde el perfil zurdo del ataque merengue que se alojó en la portería rival rozando la base del poste izquierdo de la portería de Codina. Pocos instantes después del saque de centro tras el tanto, inició un contragolpe el Madrid que culminó en falta dentro del área de Vigaray sobre Chicharito, cuando éste ya se disponía a buscar la portería rival.

Gol, por el centro, y hat-trick que bien valía una remontada. La grada se enchufaba, y el Madrid se proponía divertirse. Por la izquierda, con un Marcelo soberbio encontró pasillo el Madrid. Chicharito en el segundo palo intentó hacer un nuevo tanto, pero la pierna de Naldo impidió el mismo. En la siguiente acción una asistencia del lateral brasileño sobre la entrada de Jesé dejó al canario ante Codina, pero en su intento de pase atrás ni Cristiano ni Arbeloa se entendieron, echando al traste la acción.

En la contra, Pepe se creció para cortar cuando Freddy ya encaraba, pero su incipiente molestia en el muslo se convirtió en lesión definitiva, y tuvo que ser sustituido. La salida del portugués dejó unos minutos más de dudas, que aprovechó de nuevo el Getafe. Un despeje de puños en un balón sencillo de Casillas a córner deparó un saque de esquina que terminó en melé. El cuero, suelto en el área, le cayó a Lacen para que empalara un balón ante la mirada de Iker y la defensa.

De nuevo empate, de nuevo la falta de tensión se traducía en un nuevo tanto. Con dos cambios por lesión reanudaba el partido el Madrid, el último, Arbeloa. El cuadro merengue comenzó en cambio el segundo acto con la voluntad de al menos comandar el encuentro. Centro de Marcelo al segundo palo que remató con todo a favor Cristiano. En este caso, el luso falló mandando el balón al palo, pero el rechace le cayó a Chicharito, que no perdonó el tanto.

A sus 16 años, Martin Odegaard se convirtió en el jugador más joven en debutar con el Real Madrid

El que tampoco dejó pasar la oportunidad fue James Rodríguez. El colombiano, para ponerle un colofón a su primera temporada de blanco, quitó las telas de araña que se habían acumulado en la escuadra izquierda de Codina en un soberbio lanzamiento de falta.

El Madrid disfrutaba, con Marcelo y James ejerciendo como principales canalizadores del juego ofensivo. La tuvo Cristiano desde fuera, pero la mandó alta en una contra que comenzó por la derecha para preceder al cambio que levantó al Santiago Bernabéu.

Debuta el talento nórdico

Cristiano Ronaldo le dejó su lugar a Martin Odegaard. El talento nórdico asumía como padrino la figura del luso, que se fundió con el noruego en un abrazo tras despedirse de la afición madridista. El joven futbolista entraba en la historia merengue como el más joven en ponerse la elástica del primer equipo, y con la salida de Cristiano el espíritu de voracidad merengue se adormiló.

Este bajón lo aprovechó el Getafe para volver a asomarse a la portería de Casillas. Primero por derecha con un centro de Pedro León que detuvo sin problemas el de Móstoles. Luego, con un robo de Sarabia sobre Illarra en el costado izquierdo, a punto estuvo Lacen de lograr un doblete, pero su remate forzado se marchó lamiendo el poste.

Pero sus intentos morían ante un entramado defensivo merengue esta vez sí más pendiente de las marcas. A la contra salía con cierto peligro el Madrid, y lo aprovechaba en el ecuador de la segunda parte Jesé, para aprovechar un servicio de James y superar a Codina por el palo largo desde la izquierda.

El set blanco llegaba al luminoso, y la gente se giraba entonces hacia Odegaard. El noruego, casi inédito, comenzó a aparecer algo más gracias a que sus compañeros empezaron a buscarle. Por la derecha dejó un pase hacia Chicharito que acabó en gol, pero que resultó anulado por fuera de juego del mexicano.

Cuatro goles en la segunda mitad dieron la victoria por 7-3 al Real Madrid tras una primera que culminó en igualada

Desprendido de la presión, Odegaard empezó a asomarse a la mediapunta, entrando en contacto más con el cuero. A punto estuvo el nórdico de encontrar la portería rival a falta de poco más de 15 minutos para el ocaso del partido, pero cuando ya encaraba la portería el balón se le quedó atrás, y la defensa terminó echándosele encima.

Arreones de unos y otros, dieron paso a los siguientes minutos. El Madrid, con Jesé en la izquierda y Odegaard abierto en derecha generaba peligro por el costado zurdo, pero se veía incapaz de rematar a gol las ocasiones en botas de Chicharito o James. El partido murió con una palomita de Casillas despejando a saque de esquina. En la contra del córner, encontró Jesé pasillo por derecha y a Marcelo en izquierda, que remató estirándose el cuero a gol, poniendo el séptimo en el partido.

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