Ancelotti es un técnico que se adapta a lo que tiene. Lo hizo en su primera temporada como técnico del Madrid, y lo ha tenido que hacer en su segundo año al frente de la nave blanca. Tras conquistar La Décima y la Copa del Rey tuvo que ver cómo perdía a dos de sus jugadores más importantes. Xabi Alonso y Di María fueron imprescindibles y claves en el éxito del club merengue y salieron rumbo a Múnich y Manchester respectivamente. ‘A cambio’ Ancelotti recibió dos incorporaciones de jugadores de primerísimo nivel. James Rodríguez y Toni Kroos entraron en el intercambio de piezas, aunque ninguno de los dos había jugado nunca en la posición de su predecesor, por lo que nada más comenzar la temporada Ancelotti tuvo que ponerse el mono de trabajo para tratar de adaptar lo más rápido posible a sus dos nuevos jugadores. James había jugado siempre como mediapunta o extremo, mientras que Kroos retrasó en el último año su posición desde la mediapunta a la de interior, nunca la de mediocentro. Sin margen de maniobra posible –Xabi salió a pocos días del cierre de mercado- Carletto comenzó a volver a construir un Madrid ganador, y lo consiguió.

Adaptación de los nuevos a base de minutos

Las bajas de Xabi y Di María fueron cubiertas con las reconversiones de Kroos y James

James y Kroos llegaron al Madrid tras brillar en Mónaco y Bayern durante la temporada y Colombia y Alemania respectivamente en el Mundial. El colombiano se hizo futbolista de primer nivel como mediapunta, pero al jugar el Madrid sin esa figura Ancelotti tuvo que reconvertirlo a la posición de interior izquierdo, demarcación huérfana tras la salida de Di María. Kroos por su parte llegó para alternar la posición de interior con la de mediocentro y así dar descanso a Xabi, pero la salida sobre la bocina de este rumbo a Múnich hizo que el alemán tuviera que hacer un máster exprés en una posición absolutamente nuevo para él. De esta manera Ancelotti se encontró con un equipo similar al que había ganado la Champions League unos meses antes pero con dos piezas nuevas en dos puestos claves que tenía que amoldar. Otro hándicap con el que contó Carlo fue el de la acumulación de minutos que traían los dos fichajes, pues ambos habían disputado el Mundial y habían tenido pocas vacaciones y poco descanso. A pesar de ello Ancelotti optó porque sumaran minutos a pesar de poder acumular demasiada fatiga con tal de que su adaptación a una nueva posición fuera lo más rápida posible.

Continuista 4-3-3

El Madrid de Carlo Ancelotti se edificó en su primera temporada bajo un 4-3-3 que tuvo continuidad en la que acaba de finalizar. Frente al Sevilla en la Supercopa de Europa y frente al Atleti en la de España Ancelotti volvió a optar por su esquema tipo. Una defensa de cuatro hombres, un pivote escoltando a dos interiores, dos extremos-delanteros y un delantero centro. Este ha sido el sistema que Ancelotti ha empleado durante prácticamente toda la temporada. Pese a que en fase defensiva el equipo se reordenaba en torno a un 4-4-2, el Madrid ha atacado casi siempre con dos líneas de tres por delante de la de cuatro defensas. Al contrario que la temporada anterior, Ancelotti no ha cambiado de sistema dependiendo del rival, tal y como hizo la pasada temporada ante Barça o Bayern.

Mismo plan B, el 4-4-2

Al igual que en la temporada pasada, la única excepción que hizo Ancelotti con el 4-3-3 fue para organizar a sus jugadores bajo un 4-4-2. Este ha sido un sistema muy utilizado en fase defensiva, pero menos en la ofensiva. Más que un plan B como recurso, el 4-4-2 ha sido un plan B ante lesiones. Así comenzó a usar Ancelotti este sistema (en la final de la Copa del Rey del año pasado ante el Barça ante la baja de Ronaldo) y así lo ha continuado usando durante esta temporada. Con la lesión de Bale en octubre y noviembre, Carletto optó por introducir en el once a Isco, pasando del 4-3-3 al 4-4-2. El malagueño ocupó la banda izquierda, mientras que James pasó a la derecha para dejar a Kroos y Modric en el doble pivote. Ronaldo y Benzema formaron como pareja de delanteros. Este sistema, ya interiorizado en los jugadores por ser el utilizado en algunos partidos en fase defensiva y durante el final de la temporada pasada, ha sido con el que el Madrid ha desarrollado su fútbol más espectacular y efectivo.

La banda izquierda del ataque blanco

Marcelo, James y Ronaldo formaron un triangulo ofensivo muy peligroso

El Madrid ha hecho esta temporada de su lado izquierdo del ataque el más fuerte. Por esa zona se han juntado los mejores jugadores del club blanco. Desde el inicio hasta el final, una cadena o escalera de jugadores bien ubicados han sido los encargados de iniciar, continuar y finalizar el juego por ese costado, canalizando casi todo el juego por ahí. Desde atrás ha vuelto a ser clave Sergio Ramos. El de Camas tiene entre sus cualidades una gran salida de balón, la cual ha sido clave en el engranaje del conjunto dirigido por Ancelotti. El modelo de juego basado en combinaciones, pases cortos y circulación de balón impuesto por Carletto ha tenido sentido desde la base. Ramos ha iniciado siempre el juego limpiamente, contando con la ayuda de Kroos –pivote- y Marcelo –lateral izquierdo. El alemán y el brasileño siempre daban una línea de pase para sacar el balón jugado en corto. Con el balón cerca del círculo central, tanto Kroos como Marcelo tenían opción para continuar la jugada por ese sector izquierdo. Sin Modric, fiel compañero y ayudante de Kroos en esas labores cuando estaba sano, James e Isco (cuando jugó por la izquierda) dieron sentido al juego, estando además escorados ligeramente a la izquierda. Por esa zona pero unos metros más adelantado se ha movido Ronaldo, quien partía desde la izquierda pero abarcaba todo el frente del ataque. De esta forma el Madrid ha volcado gran parte de sus ataques sobre ese perfil izquierdo que ha tenido activados a todos sus elementos durante toda la temporada, especialmente a Kroos, Marcelo, James o Isco y Ronaldo.

Multiusos Isco y James

Dos de los jugadores que más castañas del fuego han sacado a Ancelotti han sido el malagueño y el colombiano. James se adaptó rápidamente y comenzó a rendir desde el principio como interior izquierdo, pero también ha jugado como interior derecho tanto en el 4-4-2 como en el 4-3-3 y como extremo por ambas bandas en el 4-3-3. La polivalencia del ex del Mónaco ha sido de gran ayuda para Ancelotti a la hora de suplir a Modric, Bale o Ronaldo. Por otro lado, otro de los jugadores que más ha cambiado de posición ha sido Isco. El ex del Málaga llegó al Madrid como un mediapunta de enorme talento, pero bajo el ala de Ancelotti ha madurado muchísimo en su juego, convirtiéndose en un futbolista mucho más completo, más generoso en el esfuerzo y mejor tácticamente en fase defensiva. El malagueño ha jugado de interior izquierdo en el 4-3-3 y el 4-4-2, pero también como interior derecho y mediocentro acompañando a Kroos tras la baja de Luka Modric.