No hay duda alguna de que el nombre de Alfredo Di Stéfano está ligado al del Real Madrid, al de su historia y a gran parte de los títulos logrados por el cuadro blanco. Pero la Saeta no solo es sinónimo de galardones, Di Stéfano fue más que uno de los mejores jugadores que han pasado por las filas del conjunto madridista, el bonaerense se convirtió en un emblema del Real Madrid siendo un ejemplo tanto para los compañeros como para las generaciones venideras. Y es que, aunque hayan pasado los años el argentino ha sido una referencia tanto para aquellos que disfrutaban cada semana de su magia como para los que se han conformado con las anécdotas que se cuentan sobre uno de los considerados mejores jugadores de la historia del fútbol.

Su fútbol y su clase maravillaron a todos los aficionados al fútbol, en especial a los madridistas, durante la década de los cincuenta y de los sesenta. Alfredo Di Stéfano fue uno de los culpables de llevar al Real Madrid a la cúspide del fútbol mundial liderándolo en la consecución de cinco Copas de Europa, una Copa Intercontinental, dos Copas Latinas, ocho Ligas y una Copa de España. A nivel individual también logró un Súper balón de Oro, otorgado por la revista France Football en 1989 considerándole el ‘Mejor jugador de todos los tiempos’; además, de dos Balones de Oro y cinco Trofeos Pichichi.

Di Stéfano fue galardonado con el Súper balón de Oro que le acreditaba como el Mejor jugador de todos los tiempos

Para la memoria quedará aquel salto infinito celebrando uno de sus tantos con el Real Madrid. Don Alfredo fue un auténtico goleador, que llegó a promediar más de un tanto por partido, algo considerado un hito por aquel entonces, aunque actualmente otros jugadores como Cristiano Ronaldo o Messi hayan hecho de ese registro algo habitual cada temporada. El futbolista sudamericano era una auténtica pesadilla para las zagas adversarias, que no podían más que rendirse ante la clara superioridad del delantero madridista.

Como jugador comenzó su andadura en River Plate para posteriormente pasar por Huracán y Millonarios antes de recalar en el Real Madrid y finalmente Espanyol. También se enfundó la camisola del combinado nacional argentino, marcando seis goles en seis partidos, y la española, con la que jugó treinta y siete partidos y anotó veintitrés dianas. Como entrenador dirigió a Elche CF, Boca Junior, Valencia CF, Sporting de Lisboa, Rayo Vallecano, Castellón, River Plate y Real Madrid, dejando huella y transmitiendo su amor por este deporte. Fue el conjunto madridista al que siguió ligado, como consejero y posteriormente como Presidente de Honor, hasta que tal día como hoy, hace justo un año, el corazón de la Saeta dejaba de funcionar y se marchaba dejando un vacío enorme en todos los aficionados al fútbol.

Se fue con la tranquilidad de ver a los suyos alzarse con una ansiada Décima que llevaban doce temporadas buscando, desde que Raúl, Zidane y Casillas, sin menospreciar la labor del resto del equipo, fueron cruciales para levantar la Novena en Glasgow ante el Bayern Leverkusen. Después de una temporada con luces y sombras, el conjunto de Concha Espina espera reencontrarse a sí mismo bajo las órdenes de Rafa Benítez y hacer que desde donde quiera que esté, el de Barracas vuelva a esbozar una sonrisa viendo a los suyos de nuevo en lo más alto. Gracias por tanto, descansa en paz.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Alejandro Muñoz Sabugal
Periodismo. Universidad de Sevilla. Coordinador de contenidos en Internacional VAVEL y redactor en Real Madrid VAVEL y Cádiz CF VAVEL.