No es habitual ver a un mirlo llegar al primer equipo. Y mucho menos para tener un papel destacado. En los últimos años, varios han sido los canteranos que han subido al Real Madrid, pero en general, sus papeles han sido poco más que testimoniales.

Muchas opciones sin continuidad

Durante un tiempo, Pavón, Raúl Bravo o Álvaro Mejía se asentaron en el primer equipo, siendo el primero de ellos el que más minutos sumó. El eslógan de 'Zidanes y Pavones' que marcó la primera etapa de Florentino, pretendiendo éste significar la política de fichajes del Madrid (los mejores jugadores de fuera y canteranos) tenía al madrileño como protagonista.

En los últimos años, varios canteranos han subido al primer equipo pero su papel ha sido testimonial

Aunque de forma esporádica había protagonismo de la cantera, ninguno conseguía asentarse y ser relevante. Había que echar la vista atrás, hasta 1999, para encontrar el último caso. Iker Casillas era el último jugador nacido en la casa que había llegado al primer equipo con un papel relevante. 

Más de una década después, las retiradas de Raúl y Guti, los otros dos grandes ejemplos, dejaba huérfano de mirlos al club blanco, que miraba con esperanza a dos de sus grandes perlas para que éstas fueran habituales. Jesé Rodríguez y Dani Carvajal copaban todos los halagos, y en ambos casos su futuro les ha llevado al primer equipo.

Con Nacho o Pacheco, aunque éstos en un papel más secundario, los cuatro llegaron al Madrid casi de la mano, aunque en el caso del lateral de Leganés es el que más y mejor ha aprovechado su estancia. También es, sin duda, el que más oportunidades ha tenido, pero Carvajal ha logrado lo que hacía casi 16 años nadie lograba: ser importante viniendo desde La Fábrica.

Carvajal es el último canterano desde Casillas en lograr asentarse en el primer equipo con un papel protagonista

Tuvo que salir a préstamo un año, al Leverkusen, para foguearse, y volver después como el titular en el carril derecho de la zaga merengue. Aunque Jesé tiene una calidad desbordante que demostró en el primer tramo de su primera campaña, la lesión en la rodilla le frenó hasta el punto que a pesar de reaparecer en diciembre del pasado año, no volvió a dar las pinceladas del jugador que dejó entrever en su primer curso.

Un voto de confianza

Para Carvajal, la banda derecha es su territorio natural. Su capacidad ha sido de sobra contrastada, y la confianza de Ancelotti en sus virtudes le llevó a adueñarse de la banda. Un mirlo con galones, un mirlo al que el Madrid ha recompensado alargando su contrato para así darle el voto de confianza que palie la posible duda por la contratación de un rival directo por el puesto de edad similar, Danilo, que llegará para pelear por un lugar.

Carvajal estará preparado para afrontar el reto. La temporada es larga y sus cualidades son más que de sobra para seguir manteniendo su estatus. A falta de que Jesé rompa, y le den el espacio para hacerlo, el último de su especie, Carvajal, seguirá ligado al club de su vida al menos cinco temporadas más.