A menudo, los que ocupan las portadas, telediarios, y las mentes de los aficionados, son los que se dedican al noble arte de meter goles, los delanteros cuyos registros goleadores rozan la excelencia. También queda espacio para todos aquellos centrocampistas creativos que aportan talento y belleza al fútbol. Pero los porteros, son los grandes olvidados de este deporte.

Que solo un portero en la historia -Liev Yashin- haya conseguido levantar el Balon de Oro es una clara demostración de que su trabajo está infravalorado. Muchos porteros vieron como, tras ser los héroes de sus equipos, con paradas imposibles, intervenciones valientes con el físico en juego, y acrobacias con las que el resto solo pueden soñar, eran otros los que se llevaban el reconocimiento mundial y los premios .

El despertar del 1

Todo esto cambió a principios del presente siglo. Una excelente nómina de porteros se hacía dueña de las porterias de los grandes equipos europeos. Un joven Iker Casillas demostraba su precocidad en lo que respecta al talento en la porteria del Real Madrid donde ganaría dos Champions en sus tres primeros años. Gianluigi Buffon hacia olvidar al mítico Dino Zoff mostrando los mimbres de lo que llegaría a ser.

Casillas, Buffon, Cech, Kahn, Van der Sar, Barthez, Toldo, Cañizares y otros muchos, formaron la gran élite de las porterías europeas.

Fabien Barthez en Maschester, para dejarle la porteria del United en 2004 a Edwin Van der Sar, ambos porteros magníficos. El temido Oliver Kahn en Munich, o el checo Petr Cech con el Chelsea, donde llegó siendo un desconocido y acabó convirtiéndose en el mejor portero de la historia del club londinense. Amnos porteros de carácter, seguros por arriba y que marcaron un antes y un después en la historia de la portería.

Otros nombres, quizás un escalón por debajo, pero sin lugar a dudas grandes porteros que colaboraron con los ya citados para poner a los guardametas allí donde les correspondía: el italiano Toldo, Santiago Cañizares y su toalla, Germán "Mono" Burgos, Molina, Lehmann, Dida o Chilavert.

El comienzo del fin

Hombres como Fabien Barthez, Chilavert, Toldo o Burgos fueron los primeros en colgar las botas, ya veteranos, dejando paso a otros jóvenes porteros que venían apretando desde atrás con la intención de imitar a sus ídolos en un puesto que cobraba importancia día a día. Poco a poco, a menudo que trascurría el siglo, la lista de nombres ya mencionada fue recortándose, hasta que solo quedaron Casillas, Buffon, Van der Sar, Cech y Lehmann.

Oliver Kahn se retiraría en 2008, dejando coja la portería del Bayern.

Con la retirada de Oliver Kahn en 2008 se iba parte de esta magia surgida entre la competencia de los mejores porteros. Van der Sar y Lehmann serían los siguientes , dejando tan solo a Cech, Casillas y Buffon como únicos mitos de las porterías mundiales. Quizá, estos tres, los más longevos, junto a Oliver Kahn, hayan sido los mejores, un poco más por encima del resto, tocados por la varita del dios del fútbol.

Verano de 2015

Cech y Casillas, tras un par de años cuestionados en sus respectivos equipos, viven ahora su salida del club de sus amores. En cambio Buffon no ha tenido que escuchar esas críticas que aparecen cuando el jugador se hace mayor, cuando ya no es capaz de hacer milagros bajo palos. Ese noble arte italiano de respetar al jugador cuando los años le consumen, es algo a aprender tanto para ingleses como españoles.

Foto: VAVEL | Dani Mullor

El primero en oficializar su salida era Cech, destino Arsenal, tras ser superado por Courtois en la carrera por la titularidad de la meta blue. Semanas más tarde, sería Iker Casillas el que, cansado de pitos y críticas, decidiera abandonar el club al que pertenece desde niño, que ha sido su hogar durante más de 25 años, y poner rumbo a Oporto, donde espera que se le vuelva a considerar como un héroe y no como un ángel caído.

Ninguno de los dos se retira, pero ambos ceden de la más alta de las élites, para jugar en otros equipos que, a pesar de ser referentes europeos, están un paso por debajo de cualquier aspirante a reinar en Europa. Se pierde un poquito más de esa magia de ver a Cech contra Van der Sar, a Buffon contra Iker, pero la esperanza es lo único que no se pierde, y en las cabezas de muchos románticos seguro que está la idea de una nueva final España-Italia en la Eurocopa 2016, con los dos grandes mitos defendiendo las porterías, en una gran despedida para aquellos que lucharon y consiguieron poner a los arqueros en la más alta de las consideraciones.