La portería del Real Madrid no es territorio sencillo. Como en cualquier grande, para un portero pasar largos espacios de tiempo en frío, sin contacto con el balón más allá de que los defensas se apoyen en tu desplazamiento en largo para desahogar una presión del contrario. Sin intervenciones constantes, sin besar la hierba más que al inicio para santiguarse. Pero sin embargo, y a pesar de todo, no se puede fallar.

El portero de un equipo grande, de un conjunto como el Real Madrid, debe saltar al campo sabiendo que las ocasiones en las que se le ponga a prueba, con mayor dificultad si son pocas, deberá responder al máximo nivel. De nada valen las excusas del no estar en contacto con el balón o que la acción le pilló mirando hacia otro costado. Un guardameta en la Casa Blanca no tiene red a la hora de saltar al vacío.

Acertar con la elección del sustituto para Casillas 

Ese papel lo interpretó durante muchos años a la perfección Iker Casillas. Sus paradas, más numerosas en tramos de su carrera, mantuvieron al equipo a flote en numerosos momentos. Pero su aureola, que se había visto reducida en las últimas épocas con un acierto sensiblemente menor, ya no solamente se ha encogido, sino que ha desaparecido de las porterías blancas.

El turno ahora es de Keylor Navas, que ha esperado pacientemente durante una campaña en la que apenas si ha tenido protagonismo. Pero el guardameta 'tico' sabe que no es la primera opción por decreto en el club, y que tendrá competencia directa de otro portero de alto nivel, con el que tendrá que volver a luchar por hacerse con un sitio.

El Madrid ha hecho una primera oferta - y rechazada - por Casilla, ante la negativa del United a negociar por De Gea

El mejor colocado, el deseo de Florentino, técnicos y aficionados es David De Gea. El de Illescas volvería a su casa, a Madrid, pero en la 'acerca de enfrente'. Criado deportivamente en el Atlético, su llegada al Madrid parece un hecho, aunque está por determinar si lo hará esta campaña a través de un traspaso, o bien la siguiente y llegando gratis tras terminar contrato con el Manchester United, su actual equipo.

El cuadro de Van Gaal cuenta con De Gea, y el Madrid intenta sacarlo de Manchester esta misma temporada, aunque la empresa no es sencilla. Y al verse incapaz de ejecutar dicha operación, y ante la necesidad de reforzar la portería tras la salida del capitán, los ojos del club se han posado en la figura de Kiko Casilla, también canterano y que comparte vínculo con Casillas, y del que sólo separa una letra, aunque sea en el nombre.

El tarraconense apunta alto tras varias temporadas a gran nivel en el Espanyol, y tiene pie y medio en el club blanco, que ya ha presentado una primera oferta de cuatro millones de euros, rechazada por el cuadro periquito. A pesar de ello, y si la vía de De Gea se ve taponada por la insistencia de Van Gaal de contar con el de Illescas una campaña más, a sabiendas incluso de que al terminar ésta se marchará sin contraprestación, la opción de Casilla se muestra como potente.

Con Kiko, junto a Navas, el Madrid juntaría a dos porteros de gran nivel sin una cabeza visible que sobresalga sobre la otra. En teoría, ambos arrancan desde cero, y solo la decisión de Benítez a través del trabajo diario junto a ambos podría decantar finalmente la balanza en una u otra dirección. Pero por el contrario, si es De Gea finalmente el que termina fichando, el guardameta ex del Atlético partiría con ventaja.

No en vano el portero del United ha sido elegido como el mejor del equipo inglés en las dos últimas campañas, y ha sido una de las piezas angulares primero de Moyes y después de Van Gaal, salvando a su equipo en numerosas ocasiones. A sus 24 años, De Gea se encuentra en un momento de madurez perfecto, y el Madrid le quiere como su portero para la próxima década. 

Entre Casilla y De Gea está el juego. Entre el ahora o el mañana, pero el Madrid tiene la necesidad de acertar, y por eso va con pies de plomo, intentando no levantar una polvareda que termine por ensuciarlo todo. Keylor aguarda a su rival por el puesto, mientras Florentino y el cuerpo técnico deshojan la margarita. El plazo para que caiga el último pétalo vence a finales de agosto.