Antes de soñar con la gloria, lo primero es construir unos cimientos fiables sobre los que proyectar el imperio. Dos colosos del fútbol europeo, Real Madrid y Manchester City, se ven las caras con la International Champions Cup como escenario en plena pretemporada. Aunque sin la tensión de la competición, la extrema exigencia de clubes de la talla de merengues y citizens no permite ni un partido de descanso. Para preparar la campaña que se avecina, nada mejor que un duelo de altos vuelos.

El asalto al trono perdido

La situación en la que afrontan Real Madrid y Manchester City la temporada 2015/2016 tiene un punto en común clave: ambos buscan la redención y recuperar el trono perdido. Son dos historias de dos escuadras que no hace mucho estaban descorchando champán y en el presente verano no han tenido motivos de celebración.

La campaña 2014/2015 del Real Madrid fue el temido curso 'post-Décima', con la defensa del título de campeones de Copa del Rey, Champions League y Mundial de Clubes como reto. Los citizens, por su parte, luchaban por mantener su estatus de ganadores de la Premier League y la Capital One Cup. En ambos casos, acabaron la temporada en blanco y derrocados de su trono.

Las similitudes entre merengues y citizens no quedan ahí: su caída coincidió con el resurgimiento de sus archienemigos particulares. En España ha sido el FC Barcelona quien se ha bañado de gloria con su triplete de títulos a costa de un Real Madrid incapaz de seguir su ritmo, y en Inglaterra el Chelsea ha marcado un paso autoritario que nadie ha sido capaz de igualar, y ha levantado los títulos que tenían al Manchester City como vigente ganador. Cada uno con sus copas por recuperar y con su enemigo íntimo a batir, pero con el interés común de vencer en su duelo para llegar a la competición oficial en plena forma y con la moral alta.

A ahuyentar la impaciencia

El Real Madrid de Benítez ya ha disputado su primer partido de pretemporada y, más que una exhibición ilusionante con la que afrontar la vuelta al trabajo, el rendimiento de los blancos dejó entrever muchas lagunas que deben ser estudiadas en este periodo de ensayo y error veraniego.

El estreno del nuevo proyecto madridista contra el AS Roma finalizó con derrota en los penaltis tras un gris 0-0 del que pocas conclusiones pudieron extraerse: con tanto tiempo por delante para mejorar y más detalles negativos que positivos, más bien quedará en el olvido como un combate nulo.

Sin un ilustre como Casillas y otras bajas como Khedira, son las caras nuevas de Danilo, Chéryshev o Lucas Vázquez los principales reclamos para los que piden savia nueva más allá de ver en qué estado se encuentran Ronaldo, Bale y compañía. El cara a cara contra el City será una buena piedra de toque para todos ellos.

En esta fase de la temporada, la preparación física y la asimilación de conceptos tácticos y técnicos es esencial, y se encuentra por encima del propio resultado de los partidos. Aun así, las victorias siempre ayudan a refrendar lo trabajado en los entrenamientos y a que germine el convencimiento de que lo que se practica termina siendo efectivo.

Así lo expresó en la sala de prensa Rafa Benítez, que salió acompañado por Luka Modric. Ambos coincidieron en que las prestaciones y seguir sumando esfuerzos a las piernas en este momento se sitúan en un escalón superior en cuanto a prioridad se refiere para los intereses blancos.

Aquella noche en el Bernabéu

Real Madrid y Manchester City solo han disputado dos partidos a lo largo de su historia, y ambos tuvieron lugar en la fase de grupos de la Champions League en 2012. Sin embargo, en la retina de blancos y celestes sigue, a buen seguro, el enfrentamiento de ida: el que tuvo lugar el 18 de septiembre de 2012.

Las escuadras entrenadas por aquel entonces por Mourinho y Mancini libraron una batalla que, aunque descafeinada durante buena parte de los 90 minutos, tuvo un desenlace loco y épico que acabó en una victoria espectacular del Real Madrid. Hasta dos veces se adelantaron los citizens en los últimos 20 minutos de partido, pero los locales tiraron de orgullo con el Bernabéu a sus espaldas y remontaron en una noche para el recuerdo. La imagen de Mourinho celebrando el gol de rodillas en el césped fue la fotografía perfecta para definir un espectáculo de vértigo.

Posibles onces