Siete para siete

La pretemporada, por el momento, pinta en un tono agradable para los intereses del Real Madrid. Tras la salida de Carlo Ancelotti y la decisión de Florentino de apostar por la figura de Rafa Benítez al frente del banquillo merengue, las miras se fijaron en el técnico blanco que llegaba poco avalado por los méritos recientes, como la última temporada, en la que venía de cuajar un curso más que irregular con el Nápoles.

Pero nunca tuvo el antiguo integrante de La Fábrica un grupo de jugadores del potencial y nivel del que ahora dispone, y sus métodos de trabajo empiezan a dar resultados desde pronto, con apenas tres semanas de preparación en las piernas de los futbolistas a su cargo.

Entre los 28 desplazados, sumando a Casemiro, James o Kiko Casilla, los últimos en incorporarse, Benítez ha logrado despertar un afán que les está llevando a sumar buenas actuaciones en un momento de la temporada que si bien no resultan determinantes, sí pueden serlo a nivel de confianza para el grupo, con un balance muy diferente al cosechado el pasado curso en la misma etapa del año.

Un rumbo claro aunque por definir

En la pretemporada de 2014, el Madrid no logró sacar ninguna victoria de sus enfrentamientos amistosos, llegando dubitativo al inicio de la temporada regular, que salvó logrando la Supercopa de Europa pero oscureció al caer en la de España ante el Atlético de Madrid, a lo que sumó un inicio algo dubitativo en Liga, coleccionando dos derrotas seguidas en los primeros choques ante los colchoneros y la Real Sociedad. Después, el cuadro de Ancelotti encadenó la triunfal racha de 22 triunfos consecutivos, para después volver a caer hasta el final de la temporada, y el año en blanco.

Esos vaivenes no los contempla Benítez para los suyos, a los que ha sometido de manera habitual a dobles sesiones para prepararles física y anímicamente ante lo que estaba por venir. El primer compromiso ante la Roma sirvió tan solo como preludio para lo que estaba por llegar. En dicho encuentro, los pupilos del madrileño fueron mostrando cosas, pero la pesadez de las piernas hizo más que el intento de poner en práctica lo ensayado.

Benzema, Cristiano, Varane, Pepe, Cheryshev, Jesé y James son los siete goleadores distintos del Real Madrid en pretemporada

El resultado sí arrojó una fortaleza defensiva que los merengues han mantenido en los otros dos compromisos restantes, concediendo tan solo un gol, el del honor y de penalti, en el choque del Manchester City. Si el primer partido no tuvo un alarde de virtudes, en el segundo muchas de ellas comenzaron a ponerse de manifiesto.

Con una gran movilidad entre los hombres de arriba, Bale descolgado de sus labores en banda y con el intercambio constante de su ubicación en el campo con Cristiano, Isco y Benzema, los pupilos de Benítez dieron buena cuenta del City en la primera parte del segundo encuentro, cerrando el partido con un 0-3 al descanso que se vería aumentado en la segunda hasta los cuatro tantos, completados por el de penalti que Touré convirtió, y que no fue tal, desde los once metros.

Divide y vencerás

Los tantos, diversificados. Benzema, Cristiano, Pepe y Cheryshev se anotaron cada uno de los aciertos blancos en la otra portería. Si la inercia era ya positiva ante los ingleses, no lo fue menos tras abandonar Australia y emprender la carrera en Asia, en China, para seguir con la International Champions Cup y por ende con la preparación del equipo de cara a la temporada.

La primera piedra de toque, el Inter de Milán, que llegaba más rodado a un encuentro que sin embargo no tuvo historia. El Madrid volvió a pasar por encima de su rival, y tan solo una gran actuación de Handanovic, arquero del cuadro transalpino, impidió que el 0-3 en el marcador fuera más abultado.

En esta ocasión, fue Jesé el que abrió la lata, Varane el que aumentó la diferencia y James el que puso la guinda con un magistral lanzamiento de falta en la recta final del partido. Las estrellas brillaban, y los goles llegaban desde todos los flancos, mostrando la versatilidad del equipo merengue.

Tres partidos, siete goles a favor, uno en contra, y siete goleadores diferentes. Siete para siete, y la demostración más palpable de que el reparto de minutos y esfuerzos de Benítez está dando sus frutos. El madrileño tiene equipo para buscar las tan comentadas rotaciones, tiene fondo de armario y argumentos para estar tranquilo.

Lo que el año pasado más se le criticó al equipo blanco y su técnico, la falta de cintura y recursos para en momentos clave, cuando jugadores importante faltaban, poder completar con otro miembro del plantel y salir a responder. Ahora, con las nuevas incorporaciones, Rafa cuenta con más argumentos. Y quiere utilizarlos.