La aventura china acabó en éxito. El Real Madrid se despidió de tierras asiáticas coronándose como campeón de la International Champions Cup gracias a una victoria en los penaltis ante el AC Milan tras un insulso 0-0 en el que los blancos dejaron ver las lagunas que acompañan a sus momentos de lucidez. En un partido marcado por la imprecisión y los pocos sobresaltos, Casilla fue el gran protagonista al frustrar dos claras ocasiones de Bacca para después detener y marcar las dos penas máximas decisivas en la muerte súbita.

Perdidos en Shanghai

El Real Madrid tuvo que lidiar en los compases iniciales con la jaula de barrotes rojos y negros que Mihajlović tenía preparada. Orden, presión y hermetismo definieron el juego del AC Milan, que quiso tirar de los galones que por derecho tiene con sus siete Copas de Europa e incomodó a los blancos mucho más que sus vecinos interistas el pasado lunes. La escuadra dirigida por Benítez no llevó la batuta y, aunque exhibió un buen equilibrio defensivo, sufrió en contraataques las ocasiones más claras de la primera parte. Niang fue el mayor peligro para la portería de Navas y fabricó dos claras oportunidades separadas por milímetros del gol. Mientras, en el centro del campo la contundencia de De Jong y los destellos de Suso reforzaron la buena imagen rossoneri.

Foto: Johannes Eisele (AFP)

El calor, el mal estado del césped y la falta de precisión llevaron a madridistas y milanistas por el camino de la monotoníaA medida que los minutos pasaron, el Real Madrid se fue asentando sobre el incómodo césped del Shanghai Stadium, pero la pólvora del barco vikingo estaba húmeda. Diego López, protagonista no hace mucho del polémico debate de la portería madridista, apenas tuvo sobresaltos en su especial experiencia como rival del equipo al que un día defendió. Ronaldo, Bale y Benzema se contagiaron de la fastidiosa falta de precisión que envolvió la contienda, y con ello desapareció la potencia de fuego del Real Madrid. El calor de la colosal urbe china, los pocos favores que concedía un césped excesivamente duro para el bote del esférico y la siempre presente falta de toque típica de pretemporada llevaron a madridistas y milanistas por el camino de la monotonía. Nadie escaparía de esa senda hasta el descanso, aunque eso poco importó al espectador asiático, entregado y ruidoso durante todo el choque.

Un par de guantes nuevos para ganar

Benítez dio entrada a Isco, Kroos y Jesé en la segunda mitad y sentó a Vázquez, Modrić y Benzema. Los cambios aportaron frescura al Real Madrid, que agradeció la entrada de sus dorsales 22 y 8 para hacerse definitivamente con el control de la posesión y la medular. Precisamente fue Kroos el que dispuso de la ocasión más clara de los 45 minutos finales para el Real Madrid con un disparo raso desde la frontal desviado 'in extremis' por la defensa italiana.

El Real Madrid mejoró con Isco y Kroos, pero el dominio no se tradujo en vistosidad y peligroMejoró la posición madridista sobre el verde, pero el dominio no se tradujo en vistosidad y peligro. El AC Milan tejió una eficaz red en la que el Real Madrid se perdió, acusando la escasa movilidad de sus jugadores y la poca capacidad para encontrar espacios. Las bazas ofensivas de Benítez no funcionaron; la mejor versión de su sistema se diluyó. E incluso los rossoneri pudieron aprovecharlo para colarse en sus grietas.

Foto: Xi Ya (EFE)

Casilla pudo brillar con luz propia con dos grandes intervenciones para aguar la fiesta de un viejo conocido en la Liga BBVA, Carlos Bacca. Una magnífica volea y un mano a mano se toparon en ambos casos con la figura del nuevo guardameta blanco, y gracias a esas apariciones la contienda acabó con un descafeinado 0-0.

Casilla firmó dos grandes paradas a Bacca y marcó y paró los dos penaltis decisivos en la tanda final, convirtiéndose en el gran protagonistaFinalmente, y como ocurrió ante otro club italiano como el AS Roma, el ganador se decidió en la tanda de penaltis. La serie de lanzamientos fue interminable, con Casilla y el jovencísimo Donnarumma bajo palos. Bacca y Kroos fueron los únicos jugadores de campo que erraron sus respectivas penas máximas, hasta que la responsabilidad llegó a los guardametas. Ya no solo consistía en parar, también había que marcar como el mejor de los delanteros. Fue entonces cuando la experiencia del madridista se impuso, y además de batir a su homónimo milanista paró su penalti. Y así, Casilla se ganó el derecho a ser considerado héroe del día. Bacca por partida doble y Donnarumma así lo atestiguan.

Con el triunfo ante los rossoneri, el Real Madrid cierra su gira asiática con la International Champions Cup bajo el brazo tras imponerse a los dos grandes clubes de Milán. No fue la mejor obra del todavía inmaduro equipo de Benítez, pero el brillo de una copa nunca se desprecia. La puesta a punto sigue en marcha.

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Sobre el autor
Nacho González Rueda
Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid. Coordinador de NBA. Redactor de Real Madrid y Premier League. Creo en el ´where amazing happens´ del baloncesto americano, en la eternidad de los vikingos y en la magia de un campo de fútbol inglés. También fui redactor del Mundial de Fútbol Brasil 2014 y Mundial de Baloncesto España 2014. Contacto: [email protected] ¡Nos leemos!