El Trofeo Bernabéu volvía a celebrarse tras un año en el dique seco por decisión de la directiva merengue. El Galatasaray era el rival a batir en un partido que iba a servir de presentación del equipo ante su afición. Tras la presentación de los fichajes y una calurosa bienvenida al equipo por parte de la afición desplazada hasta el Santiago Bernabéu, el balón echó a rodar. Pese a ser un partido de pretemporada, la puesta en escena de los dos equipos vaticinaba un encuentro digno de la UEFA Champions League, pues en breve empieza la temporada oficial y los dos conjuntos debían dar el máximo nivel.

Con el presumible once de gala sobre el césped se sentó Rafa Benítez por primera vez en el banquillo del estadio que será su casa durante los próximos años. Los primeros instantes fueron de mero tanteo entre los dos contendientes, aunque la posesión perteneció en su mayoría al Real Madrid. Modric y Kroos en el centro de control y Gareth Bale e Isco asociándose con un Jesé muy participativo y un Cristiano Ronaldo abierto en banda y con intención de marcar goles en cada pelota que tocaba. Con el paso de los minutos el Galatasaray se fue asentando y empezó también a crear problemas e incluso a amedrentar a Keylor Navas, pero no concretó sus ocasiones.

Nacho abre la lata

Con el primer cuarto de hora ya cumplido y pocas ocasiones claras de gol iba a llegar el primer tanto del Trofeo y por tanto del encuentro. Tras un disparo de Bale que rebotó en la zaga visitante, Luka Modric se dirigió a la esquina para poner la pelota en movimiento. Como ya ocurriera la pasada campaña, volvió a demostrar que tiene un guante en su pierna derecha a la hora de colgar balones. Sacó un centro medido a la cabeza de Nacho Fernández, que esperaba dentro del área pequeña, y que remató a la perfección a la escuadra de la portería defendida por Fernando Muslera, que nada pudo hacer para evitar el tanto.

El Galatasaray se empezó a asociar con mucha calidad tras el primer gol

Tras el gol el conjunto de Benítez tuvo dos ocasiones muy seguidas, en los pies de Cristiano Ronaldo y en la cabeza de Jesé, pero ninguno de los dos pudo ampliar la ventaja presente en el electrónico. A partir del ecuador del primer tiempo, el equipo dirigido por Hamza Hamzaoglu empezó a realizar rápidas combinaciones entre Sneijder, Podolski y Umut Bulut, hasta el punto de lograr posesiones largas que finalizaban con sendos disparos en los que Keylor no tuvo necesidad de intervenir. El primer tiempo llegó a su fin con victoria parcial de los blancos por 1-0 pero con muchas dudas en defensa, pues los visitantes estaban creando más ocasiones de lo previsto en un principio. Un gol podría no ser suficiente para conseguir el Trofeo Bernabéu.

Un ex madridista bate a Keylor Navas

La segunda mitad comenzó con las mismas dudas en el Real Madrid. Posesión de pelota sin profundidad y errores atrás. En una de las pérdidas en el centro del campo llegó el empate para los turcos. Un contragolpe llevado por Sneijder finalizó con gol del holandés, quien tras varias combinaciones con sus compañeros atacantes definió con un zurdazo que se coló pegado al poste izquierdo de la portería de Keylor. El costarricense se estiró pero fue inútil y no consiguió evitar el tanto del empate.

Las dudas y el miedo de la afición merengue en el primer tiempo se convirtieron en una realidad tangible en el segundo. El juego del equipo no estaba siendo muy vistoso y las combinaciones entre Inan, Sneijder y Podolski estaban haciendo mucho daño a una defensa bastante gris durante todo el partido. La entrada de James Rodríguez sirvió para dar otro aire al juego, más vertical y con mayor calidad en el pase, pero aún así las ocasiones no llegaban para los locales. Posteriormente entraron Kisa, Oztekin, Telles y Adin por parte de los turcos mientras que en el Real Madrid saltaron al césped Carvajal, Lucas Vázquez y Carlos Enrique Casemiro. El guion continuó siendo el mismo, aunque desde el empate el Galatasaray apenas pudo acercarse a la portería de los de Rafa Benítez.

Un “maradoniano” Marcelo pone las cosas en su sitio

La grada se impacientaba con el paso de los minutos en vista de que su equipo no estaba consiguiendo la victoria en la víspera del inicio de la Liga BBVA. La conquista del Trofeo Bernabéu era un logro necesario para empezar la temporada con la máxima confianza posible y al 100% moralmente. Fue entonces cuando apareció Marcelo por la banda izquierda. Emulando al mítico Diego Armando Maradona, el lateral brasileño realizó una jugada al alcance de muy pocos futbolistas. Cogió la pelota en las proximidades del centro del campo y tras realizar una pared, se introdujo en el área por una de sus esquinas. Dribló hasta a tres jugadores y definió con un sutil toque de puntera haciendo inservible la estirada de Muslera.

Con el 2-1 se llegó al final del partido y el Real Madrid recogió el tan ansiado Trofeo Bernabéu por 25ª vez en su historia. Benítez tiene mucho que trabajar en lo que resta de semana para conseguir que su equipo cuaje una buena actuación tanto defensiva como ofensiva ante el Sporting de Gijón.