Cristiano no se baja de la moto

El fútbol continental saludó al Santiago Bernabéu, y éste le devolvió una sonrisa. Cuatro goles tenía reservados el Madrid para su hinchada en la primera noche continental tras el comienzo de la nueva temporada, aunque la victoria le salió cara. Bale, Varane y Ramos cayeron lesionados durante la primera hora de juego. Cristiano, con un nuevo hat-trick, y Benzema consiguiendo el primer gol de la temporada en Europa le dieron el triunfo a los suyos.

El día había ido tornándose más y más frío con el paso de las horas. Parecía que Madrid había entendido la llegada del Shakhtar Donetsk como la del mismo otoño, y le proporcionaba a los ucranianos una climatología con la que sentirse como en casa. El Real Madrid, por su parte, saltaban al verde con todo. Todo de lo que dispone Benítez, que cuenta con las irremediables ausencias por lesión de Danilo y James, que animaron desde la distancia a Carvajal e Isco, sus sustitutos ya oficializados por parte del madrileño.

El movimiento que precede a la calma

El himno de la Champions volvía a retumbar desde lo más profundo del Bernabéu antes de que Karim Benzema pusiera el balón en juego. Fueron los blancos quienes dominaron en los primeros compases, e Isco el primero en avisar. Un avispado saque de banda de Marcelo buscando a Bale terminó en córner. El propio galés lo botó en corto para Isco, que aprovechó otro despiste de la defensa ucraniana para hacerse con un balón peligroso en el corazón del área, y buscar la escuadra de Pyatov, pero su intento se marchó desviado.

El Madrid dominaba de inicio y el Shakhtar se lo jugaba todo a la contra, aunque ni Taison, ni Teixeira ni tampoco Marlos estuvieron afortunados

Como contraprestación, en la siguiente jugada Varane devolvió el fallo, y permitió que Gladkiy le quitase un balón en el área, que tan solo la llegada de Modric y la falta de recursos del punta ucraniano privaron al partido de estrenar su marcador. Después de los dos primeros fogonazos, las brasas se asentaron para dorar el partido a fuego lento. Las imprecisiones y la calma imperaron en un partido en el que Lucescu lo tenía claro: la salida de balón por parte del Madrid desde atrás pasaba por las botas de Modric y Kroos, y así lo tapaban tanto Alex Teixeira como Marlos o Taison, dependiendo del costado al que cayeran los mediocentros blancos.

Ahí aparecía entonces la figura de Isco, filtrándose entre los mediocentros y apareciendo más por el medio, dejándole el carril a Carvajal y a Bale, que se dejaba caer con asiduidad por el perfil diestro. Precisamente el galés estuvo a punto de conseguir el gol de la temporada - nada más comenzar - en Europa. Un centro del lateral de Leganés lo recogió de tacón y con la derecha el de Cardiff en el punto de penalti, obligando a Pyatov a realizar una exigente estirada para privar a Bale de lograr el tanto de su carrera.

La Navidad llega antes de tiempo para Benzema

Apenas un minuto después, una extraordinaria jugada de combinación por el centro de Cristiano habilitó a Benzema ante el portero ucraniano, asistido por el luso. El galo regateó a Pyatov, pero cuando ya se cantaba el primero en la grada mandó el cuero por encima del larguero. Despertaba de su breve letargo el Madrid mientras que el Shakhtar parecía preferir agarrarse a la almohada unos minutos más. Se encomendaban los de Lucescu a las contras, pero ni Taison, ni Marlos ni Alex Teixeira se mostraban precisos, y sí en las intercepciones Ramos y Varane.

Trataba de presionar muy arriba el Madrid la salida de balón, lo que dificultaba la posesión ucraniana. Las ocasiones ya no llegaban con tanta facilidad, y se sucedían los intentos de pase filtrado que cortaba fácilmente la defensa. Muy cerrados, cada vez más, en el Shakhtar iban encontrando la manera de evitar daños. A través de una mejoría defensiva se crecían los de Donetsk, y comenzaban a atreverse a dominar el balón y hacerlo en campo rival. Los jugadores blancos, bien plantados, corrían detrás de sombras, sin que éstas se acercasen demasiado a los dominios de Navas.

En los mejores momentos de los ucranianos pasó de todo. Bale cayó al suelo, sosteniéndose el gemelo. El galés no podía continuar, y Benítez decidió retirarle del campo y hacer calentar a varios hombres mientras elegía el candidato a sustituirle. En esos momentos de incertidumbre, con el Madrid con un jugador menos, un inocente centro de Marcelo terminó en regalo inesperado de Pyatov para Benzema, que no desaprovechó el presente del guardameta ucraniano para inaugurar el marcador.

Consolaban sus compañeros al veterano cancerbero mientras Kovacic ingresaba en el campo. El tanto y los momentos previos al mismo descentraron al Shakhtar, que volvía a ceder el dominio y acularse en su área. Sin claridad de ideas pero con continuidad, los blancos acechaban las proximidades del área sin terminar de acertar con el último pase, dejando espacios en los carriles que poco a poco comenzaban a aprovechar los jugadores ucranianos, buscando las cosquillas a la espalda de los laterales más centrados en subir que en sus labores defensivas.

Kovacic como revulsivo, y Benítez sin cambios

Con Kovacic sobre el verde, el Madrid ganó agilidad en las zonas cercanas al área, con el jugador croata muy metido en el partido. El balcánico pedía constantemente el cuero, y hasta en tres ocasiones llegó con el balón hasta la semiluna, pero de ahí no pasaron sus acometidas. El descanso llegó al partido, y con él una nueva desgracia para los planes de Benítez. Varane, que había tenido que ser atendido durante el gol de Benzema, no pudo acompañar al equipo en la segunda mitad, y fue Pepe el que saltó al inicio del segundo acto para ocupar su lugar.

Tres sustituciones tuvo que hacer Benítez en menos de 60 minutos provocadas por las lesiones de Bale, Varane y Ramos

Dos cambios en 45 minutos y ambos por lesión. Pero el Madrid se crecía, y entre Benzema y Cristiano llevaron a cabo la primera contra que a punto estuvo de mutar en ocasión, si el talón de Kucher no llega a impedir que el cuero le llegase al luso, que se encontraba en boca de gol. El Shakhtar también se vería mermado, pero en su caso de forma definitiva. Una durísima entrada de Stepanenko, susceptible por sí misma de cartulina roja, le costó al mediocentro ucraniano una segunda amarilla que él mismo sabía iba a recibir, y que le dejó fuera del encuentro antes de tiempo.

Ramos, el receptor de los tacos del centrocampista, estuvo más de dos minutos fuera del campo recibiendo asistencia mientras Nacho calentaba en la banda. Al final el camero se reincorporó al partido, y el Madrid subió líneas. Una gran jugada de Benzema, caído en banda derecha, terminó en las botas de Cristiano en el corazón del área. El luso se revolvió y chutó, deteniendo el balón Srna con el brazo izquierdo cuando ya se dirigía a portería. El colegiado croata, tras unos instantes de duda y a instancias de su quinto árbitro, señaló el punto de penalti.

Cristiano quiere la victoria

Cristiano no perdonó, y estrenó su cuenta particular en Europa batiendo a Pyatov. Cuando la alegría parecía instalarse en la parroquia merengue, Ramos dijo basta, y se convirtió en el tercer cambio. El golpe que sufrió el camero en la entrada de Stepanenko le afectó también al hombro, al caer, y el dolor hizo que tuviera que ser sustituido. Agotaba sus permutas Benítez y todas ellas por motivos ajenos a su voluntad. Lo único positivo, el marcador, dada la gran cantidad de hombres que cayeron lesionados.

Volvía a jugar al baloncesto unos minutos más tarde de nuevo el Shakhtar dentro del área. Una internada de Carvajal fue cortada de manera ostentosa, palmeando el cuero, por Azevedo, y a pesar de una nueva duda del colegiado el penalti era inequívoco. De nuevo Cristiano, y de nuevo a la derecha del portero, entraban en el marcador. El Madrid marcaba una distancia ya nada desdeñable. Lucescu miró entonces a su banco e intentó cambiar lo que veía sobre el campo, dándole al equipo otro aire. A pesar de estar con diez ni siquiera había intentado el cuadro ucraniano acercarse a los dominios de Navas, que se encontraba inédito en la segunda mitad.

Los huecos, fruto del cansancio, comenzaban a aparecer en la defensa ucraniana. Isco primero, y Benzema después encontraron hueco en la frontal del área y se vieron en posiciones claras para encarar la portería. En ambos casos, buscaron la escuadra larga de la portería de Pyatov, y en ambas ocasiones sus intentos se marcharon por encima de la meta del portero del cuadro de Donetsk. Se dedicó, entonces, a perdonar el Madrid. Cristiano primero, y Benzema aún de forma más clara después.

Le llegó un centro llovido al galo en el segundo palo, totalmente desmarcado. Cuando parecía lo más difícil, el francés mandó el cabezazo alto, para sorpresa del propio jugador. Pero el luso, que ya había fallado con izquierda un mano a mano con Pyatov, no repitió mala fortuna. Un chut potente de Marcelo a la salida de un córner rechazadompor el meta ucraniano le llegó en el rechace al de Madeira, que de cabeza esta vez sí no perdonó, y se alzó con un nuevo triplete. El guardameta ucraniano tuvo derecho a la redención. Tras su fallo en el primer gol, se 'vengó' de Benzema con una estirada sensacional para evitar un gol del francés, que desde fuera del área y al primer toque había puesto en la base del poste un servicio de cabeza de Cristiano, que se encontraba más y más cómodo por momentos.

Tranquilidad, y a esperar el pitido final. O eso pensaba la grada, que vio cómo en dos ocasiones un mal pase privó a uno de sus puntas de plantarse ante la portería rival, en sendas contras. Y para poner la guinda de la noche, el inédito Keylor Navas tuvo también su parcela de protagonismo. Una jugada en la frontal del área de Alex Teixeira rebotó en un zaguero blanco, e hizo que el chut del brasileño adquiriese una parábola que daba contra la red, aparentemente, sin remedio. Pero el guardameta tico demostró tener grandes piernas y reaccionó con una gran estirada hacia atrás despejando el balón a córner, para poner el final del partido y los primeros tres puntos en el casillero merengue.

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