Cinco partidos oficiales. Sensaciones de irregularidad pero unos datos contundentes: 16 goles a favor y cero en contra. Cuatro victorias y un solo empate. Con estos números, el Real Madrid ha protagonizado un excelente inicio de temporada, y sólo la ausencia de un juego más preciosista o, al menos, más dominante, impiden que este comienzo pueda calificarse como “perfecto”. La llegada de Rafa Benítez al banquillo ha provocado una notable mejora defensiva que puede apreciarse en cada encuentro del equipo blanco, que además ha encontrado en Keylor Navas a un portero que responde a la perfección en las pocas ocasiones en las que es exigido.
Comienzo 'casi' perfecto
Sin embargo, hay algunos aficionados que aún dudan de estos números por la entidad de los rivales. Si bien cualquier equipo puede poner contra las cuerdas al Real Madrid, la realidad es que aún no se ha enfrentado a ninguno de los equipos favoritos a pelear por las posiciones altas en cualquiera de las dos competiciones. Sporting de Gijón, Real Betis, RCD Espanyol y Granada CF han sido los rivales del equipo entrenado por Rafa Benítez en el campeonato liguero, mientras que el Shaktar Donestk ha sido hasta el momento el único contrincante del conjunto madridista en este primer mes de competición.
Pese a que la visita a tierras asturianas se saldó con un sorprendente 0-0, el Real Madrid se olvidó del tropiezo en la ciudad gijonesa en el segundo encuentro de la Liga BBVA, cuando derrotó por un contundente 5-0 al Real Betis. Las sensaciones se confirmaron en Barcelona, donde el RCD Espanyol cayó de manera estrepitosa ante el cuadro de Rafa Benítez, que con un magistral Cristiano Ronaldo consiguió un resultado de 0-6. A continuación llegó el estreno en la UEFA Champions League, la competición favorita del club de Concha Espina. En la vuelta del torneo continental al Estadio Santiago Bernabéu, el Real Madrid se impuso por 4-0 con el portugués de nuevo como protagonista. Por último, el pasado sábado, y con más apuros de los previstos, los blancos ganaron por 1-0 al Granada CF para sumar tres nuevos puntos.
Recuerdos que olvidar
Pero el partido ante el Athletic Club de Bilbao es una fecha esperada para evaluar el verdadero nivel actual del Real Madrid de Rafa Benítez. Los blancos visitarán San Mamés, un estadio que no se le da especialmente bien al equipo madrileño y donde ya sufrió la temporada pasada una dolorosa derrota por 1-0. De hecho, el conjunto madridista aún no ha ganado en el nuevo San Mamés, pues la anterior temporada el encuentro finalizó con 1-1 en el marcador.
Así, será una prueba de fuego, la primera, para el conjunto entrenado por Rafa Benítez. El conjunto bilbaíno llega en un buen momento de forma y cuenta en sus filas con Aritz Aduriz, uno de los delanteros más en forma del continente y que fue el principal culpable de la victoria bilbaína en la pasada Supercopa de España ante el FC Barcelona. Además, el delantero vasco fue el autor del gol que provocó la derrota del Real Madrid el año pasado en territorio bilbaíno. Por tanto, la primera tarea de la defensa blanca, que tendrá la ausencia de Sergio Ramos por lesión, será la de frenar al ‘9’ del Athletic Club de Bilbao, que ha demostrado ser un goleador durante toda su trayectoria deportiva. Pero el trabajo del cuadro blanco no se limita a la línea defensiva, sino que todas las líneas deben estar juntas (máxima de Rafa Benítez) para saber frenar la ofensiva del conjunto de San Mamés.
En el apartado ofensivo, las miradas se centrarán en Cristiano Ronaldo, que no tiene un buen recuerdo de sus dos últimos partidos en el coliseo bilbaíno. Hace dos temporadas, el delantero luso fue expulsado por agresión y sancionado con varios partidos, mientras que la pasada temporada, el jugador luso se vio incapaz de crear peligro sobre la portería rival, por lo que querrá borrar esos recuerdos con una gran actuación en uno de los estadios más difíciles de la Liga BBVA.
Por tanto, el Real Madrid y su entrenador, Rafa Benítez, tendrá el primer examen exigente el próximo miércoles ante el Athletic Club de Bilbao en San Mamés, un estadio casi inexpugnable para los rivales y donde el club de Concha Espina ha demostrado en los últimos años la dificultad de vencer allí. El proyecto del entrenador madrileño ha comenzado con buen pie, pero un nuevo tropiezo liguero, el segundo en apenas cinco partidos, sería el primer paso para comenzar a dudar del sistema del nuevo entrenador del Real Madrid.