La hora de la siesta en el último partido afectó más de la cuenta de salida a un Real Madrid que sufrió para sacar una victoria ante el Granada. Tras sumar tres puntos más en su visita a San Mamés, liderato mediante, el conjunto blanco volvía a su estadio para recibir al Málaga. Los de Gracia se reforzaban de salida en el centro conla entrada del canterano Fornals en el eje y la intención de mejorar sensaciones de un inicio de curso negados de cara a portería.

Un intento de darle ritmo de partida

Apenas dos minutos tardaron los blancos en ser verticales, aunque su intento de percutir hacia el arco de Kameni se quedó en nada cuando el balón que recogió Benzema muy pegado a la línea lo rozó el camerunés y se anticipó el lateral a la llegada de Jesé, que ya se relamía en su vuelta a la titularidad. El canario, tirado en derecha, entraba en el once tras un mes apartado del terreno de juego porque así lo entendió oportuno Benítez.

El Madrid vivía en los primeros compases en terreno malacitano, con los laterales muy arriba y Cristiano junto a Benzema, para el remate. Fue el portugués precisamente el que recogió un centro envenenado de Marcelo en el corazón del área, aunque el balón le llegó muy mordido y no pudo dirigirlo a gol, cuando ya solo tenía que empujar. El Málaga, por contra, no quería dejarse avasallar, y a la salida de un córner antes del minuto siete hizo estrenar los guantes a Keylor, que atrapó sin problemas un cabezazo forzado de Recio.

Cristiano mandó a la red un buen centro desde la derecha, pero el árbitro anuló a instancias de su asistente de forma correcta el gol por fuera de juego

Cristiano besó la red con un cabezazo contundente al centro de Jesé, pero a pesar del recocijo de la grada el momento de alegría se apagó con la misma rapidez que los ojos de los espectadores se percataban de que el asistente de González González tenía la bandera levantada. Avisaban los blancos ya con claridad a un Málaga que se mantenía replegado pero que no cerraba todos los huecos. Amrabat se veía muy solo para pelear con una de las novedades del equipo, Nacho, que recibía la ayuda de Varane ya que Tighadouini parecía más pendiente de evitar.

Amrabat se impone y el Málaga crece

Pero igual que subió la espuma, bajó cuando los andaluces decidieron que era el momento de pensar en dar un paso adelante. El Madrid, inoperante en el centro con un Modric bien cubierto e Isco impreciso y demasiado retrasado, las contras parecían ser la única vía de escape para los merengues que comenzaban a impacientar a la parroquia blanca por los errores en los pases en zonas de ataque. Solo Jesé, activo por todo el frente, parecía tener chispa para reactivar los engranajes blancos mientras el Málaga se acostumbraba a no sufrir.

Incluso, los andaluces se estiraban. Un gran pase desde atrás de Juankar buscando el desmarque de ruptura de Amrabat a punto estuvo de convertirse en una clara ocasión de peligro, pero Keylor salió de palos y desbarató la ofensiva malagueña. Tras varios minutos sin hacerlo, se aventuraba Carvajal en labores ofensivas para ponerle un centro muy peligroso a Cristiano al que, tal y cómo él mismo se decía tras intentarlo, le faltó un giro de cabeza para conducir el cuero a gol.

Foto | Dani Mullor - VAVEL

Respondía el Málaga con una contra perfectamente conducida por Amrabat que remató en el segundo palo Juankar desviado, en una posición complicada. Se animaba el partido, que prescindía del centro del campo. Jesé obligó por dos ocasiones en menos de un minuto a estirarse al arquero visitante. Primero en jugada personal y tras regatear a dos contrarios; para después, en el córner posterior a que su disparo se estrellase en Kameni, recogiendo el balón en el segundo palo de media volea para que el camerunés volvera a ir abajo para despejar fuera de sus dominios.

Recogía el testigo Cristiano aprovechando un robo de Carvajal en el medio y obligando de nuevo a Kameni a esforzarse para evitar el primer tanto. El luso seguía intentándolo sin acierto segundos después, al no conectar un cabezazo libre de marca al saque de esquina posterior que parecía claro. El Bernabéu gritó gol instantes después, cuando el propio futbolista de Madeira conectó un tremendo derechazo sin dejar que un pase cruzado de Isco cayera. Cristiano levantó al respetable de sus asientos, pero el cuero besó la red por fuera.

Amrabat obligó al Madrid a vigilar más el costado izquierdo de su defensa, ante la incapacidad de Nacho de frenar al neerlandés de ascendencia marroquí

Acababa el primer acto con Isco intentando culminar una jugada a la contra con un disparo entre cuatro defensores, mientras que Benzema en derecha y Cristiano en izquierda le pedían el pase. Sin acierto en el pase ni tampoco cara a gol, a peasr de no haber realizado un gran primer acto el Madrid había rondado el arco de Kameni. El Málaga, por su parte, amparándose en que Amrabat convirtiese en buena alguna de sus aventuras ante los zagueros para llevarse un gran premio de vuelta a casa.

Comenzó la segunda mitad y lo volvió a hacer con un Kameni providencial. El camerunés, que ya había dejado varias intervenciones de mérito en su primer tiempo, volvía a ejercer de salvador al parar una volea potente de Cristiano en el segundo palo que ya se antojaba el primer gol de partido. Pero como no quería ser menos Navas, el costarricense realizó una parada soberana apenas unos instanes después al saque de un golpe franco desde la frontal del área, volando a la escuadra derecha de su portería para evitar que el lanzamiento de Juankar.

Al igual que en la recta final del primer acto, Amrabat volvía a ser factor desestabilizante para la zaga merengue. El neerlandés caía siempre al costado de Nacho buscando al joven central madrileño. En el otro costado, una combinación en la frontal del árae entre Cristiano y Benzema dejó al francés en una posición centrada pero casi a trompicones, para ensayar un disparo que detuvo sin mayores problemas Kameni. Vivía momentos de incertidumbre el partido, sin dominador claro y con alternativas en ambos flancos, lo que producía un segundo acto más dinámico que el primero.

Amrabat te da lo que Amrabat te quita

Cristiano se encontró entonces con la ocasión más clara del partido. El luso se vio ante la portería, solo y sin marca tras un buen centro de Isco, pero dirigió mal el cabezazo y no encontró portería. Jesé se encontró acto seguido con un balón muerto en el área, e intentó buscar el arco contrario rematando contra el suelo lo que hizo que el balón se fuera finalmente por alto. Pero en dicha acción, el canario sintió algo en su rodilla que le llevó al suelo, y más tarde a la camilla para salir del campo.

La lesión del canterano espoleó a los blancos. Alentados por la grada que despertaba a medida que los merengues encerraban a los malagueños en su área, las ocasiones se sucedían sin que el acierto las acompañase. Modric y el propio Cristiano llevaron a cabo los intentos más claros, pero la pegada se quedó en el vestuario. La afición se metía en el partido mientras que el Málaga se evaporaba, limitado a defenderse y con dos líneas muy pegadas a la frontal de un Kameni inexpugnable.

El único jugador malagueño que se negaba a irse hacia atrás era Amrabat. El delantero hizo el silencio en el Bernabéu cuando, con un amago dejó en el suelo a Marcelo y ensayó un disparo desde dentro del área que se marchó por muy poco del palo izquierdo de Navas. El asedio merengue recibía un respiro por parte visitante, que cogía aire tras unos minutos con las mejillas enrojecidas de aguantar la respiración.

Tras un gol fantasma de los blancos, Amrabat agredió incomprensiblemente a Marcelo con un codazo en una conducción y recibió una roja directa

El balón no quería entrar, y se visualizó en el único fallo de Kameni hasta el momento. El camerunés no controló un tiro de Isco cayéndose en el segundo palo, escapándosele el cuero hacia la línea. Rozando la cal y aparentemente tras traspasarla por completo, Weligton despejó mientras el Madrid pedía gol. En la contra, Amrabat echó a perder su partido sacando a pasear el codo hacia la cara de Marcelo, y dejando a su equipo con uno menos para los últimos minutos de partido.

Atacaba el Madrid con todo pero sin convicción. Sin juego por la banda, con demasiado trato de balón entre los mediocentros, el equipo movía de un lado a otro el balón sin que hubiera claridad sobre qué hacer con ello. La grada subía decibelios con el árbitro y las constantes pérdidas de tiempo del Málaga, y lo hizo aún más cuando, a instancias de su auxiliar, González González anuló un gol de Isco por fuera de juego inexistente de Modric que asistió al malacitano, a falta de apenas dos minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario.

La última, y una de las más claras, fue para Cristiano. El luso cabeceó alto un buen centro desde la izquierda cuando lo más difícil parecía fallarlo. El luso, a escasos centímetros del arco, no consiguió dirigir el cuero hacia abajo, y mandó a las nubes la última oportunidad del equipo antes de que el árbitro decretase el final del partido. El tropiezo le hace al Madrid caerse tan solo tres días después de la posición de líder de la clasificación, y vuelve a verse un punto por detrás del Barcelona en la lucha por la victoria final.

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Sobre el autor
Manuel Vergara
Coordinador y redactor de la sección del Real Madrid y su cantera | Contacto: [email protected]