El segundo filial del Real Madrid cumplimentó su visita al territorio vikingo, pero no salió reforzado de la misma. Un partido gris del cuadro que dirige Luis Miguel Ramis, que no supo encontrar la portería rival  que a falta de apenas cinco minutos para el final, vio cómo el Malmö lograba el ansiado tanto de la victoria, tras todo un partido replegado en defensa.

Sin la presencia de Mayoral, y con Cedrés jugando con total libertad por todo el frente de ataque, el canario se comenzó a entender desde el inicio a la perfección con Jose Carlos Lazo, la otra gran novedad del conjunto de Ramis. Entre ambos, en los primeros minutos, crearon peligro sobre la portería de Johansson, que tuvo que emplearse antes del minuto 10 para desbaratar una acción individual de Cedrés partiendo desde la izquierda y culminando desde el centro, aunque su chut final le salió muy centrado.

Intentos sin fluidez

Por izquierda Mathias, y por derecha Achraf llevaban peligro desde atrás permitiendo al conjunto madridista sumar muchos hombres por las bandas creando superioridad sobre los laterales del Malmö. Con un Luca Zidane muy adelantado en la salida, el equipo blanco se estiraba buscando encontrar un hueco.

Y ese espacio lo halló Aleix Febas, que se vio solo ante el meta nórdico. El catalán le regateó, pero cuando ya se vislumbraba el primer tanto del encuentro un providencial zaguero del Malmö apareció por detrás para despejar a córner el intento del centrocampista merengue.

Febas tuvo la ocasión más clara para el Juvenil A en la primera mitad, pero tras regatear al portero sueco no pudo encontrar portería

El Juvenil A dominaba el partido, pero el cuadro sueco lanzaba peligrosas contras. Apenas un minuto después de que Febas no consiguiera abrir la lata, en el campo opuesto Karaman se encontró un balón en el área que cortó Álex Salto cuando el delantero nórdico ya se relamía.

Lazo en dos ocasiones lo probaba desde lejos, con un Malmö replegado, formando dos líneas de cuatro que ahogaban la circulación del equipo. Solo cuando Óscar conectaba entre líneas encontraba algo de luz el cuadro de Ramis entre las sombras que proyectaban los suecos. El movimiento algo lento de balón no ayudaba a que la pelota llegase en situaciones favorables a los hombres de ataque madridistas, y los minutos transcurrían sin que el peligro se asomara a la portería de Johansson.

Fortaleza, contragolpes y tranquilidad

La férrea zaga sueca hacía imposible el acceso por el centro, y el juego en banda cobraba mayor importancia. Lazo en derecha y Cedrés en izquierda trataban de percutir, pero sus centros los despejaban las torres nórdicas perfectamente asistidos por los laterales, que achicaban cuando uno de los extremos se asomaba el centro.

Lo intentó el gaditano en el tramo final del primer acto por la derecha, yéndose de hasta tres rivales hasta tocar línea de fondo, pero en su búsqueda de un compañero no encontró en posición cómoda a Febas, que con un defensa muy cerca apenas si pudo conectar un disparo que terminó marchándose muy desviado sobre la portería sueca.

El Malmö planteó un partido serio, con las líneas muy juntas y sin dejar espacios, lo que negó las ofensivas blancas

Stojanovic-Fredin, tras robo, promovía los dolores de cabeza entre los mediocentros y zagueros blancos, que debían estar pendientes del extremo diestro que se dejaba caer para ejercer la presión sobre el centro. Cuando Mathias, algo nervioso en su estreno como titular, se hacía con el balón el Malmö acudía raudo a cerrar vías de pase.

En la segunda mitad la tónica no fue diferente. El dominio territorial era merengue, pero el peligro no terminaba de llegar. De nuevo Febas conectó con el recién inaugurado Garci, en un intento por parte de Ramis de abrir el campo, para que éste encontrase a Rivero desmarcado en el centro para que, con un remate algo forzado, se topase con el arquero sueco en el inicio de las hostilidades.

Los locales apenas tiraban ya contragolpes y lo fiaban todo a aguantar el resultado. Con un ensamblaje realmente duro, e impenetrable para los blancos, el Malmö conseguía pasar los minutos sin pasar demasiados apuros, y lanzando de vez en cuando algún contragolpe que metiera el miedo en el cuerpo de los zagueros madridistas.

Varapalo final

A falta de dos minutos para el final, Redzic puso el balón en la red para darle tres puntos al Malmö

Entre centrocampismo, faltas y amonestaciones transcurría la segunda mitad, y el balón pasaba más tiempo parado que rodando. El cuadro sueco se asomaba, más entero físicamente, al arco de Zidane, y en botas de Bergqvist dio el primer aviso a los merengues. Un providencial Luca Zidane mantuvo en el partido a los suyos, deteniendo el chut peligroso del futbolista nórdico.

Pero cinco minutos más tarde Isak Redzic, que acababa de entrar en el campo, culminó en gol una jugada para delirio de la grada, y desesperación de los futbolistas blancos. Los suecos formaron una piña en el suelo alrededor del jugador local, que le daba a los suyos tres inesperados y valiosísimos puntos con su tanto.

Tras el gol, el Juvenil se volcó. Álex Salto en un remate de cabeza tras un córner o Garci en la más clara que no entró gracias a una buena estirada del portero sueco Johansson, lo intentaron, pero también Luca Zidane mantuvo con una nueva intervención a los suyos dentro del choque. Al final, el partido murió en área nórdica sin que el balón rondase el gol, y los madridistas vuelven a casa sin botín de su visita a Suecia y con la obligación de sumar en su próximo desplazamiento a París.