Casi un mes después volvía el fútbol al Santiago Bernabéu. Debido al parón de selecciones, el Real Madrid no había podido rendirle homenaje en modo de minuto de silencio a Zoco, fallecido hace varios días y que recibió el solemne respeto del público asistente. Instantes antes, Cristiano había ofrecido de manera rápida la cuarta Bota de Oro que le señala como el mejor goleador del continente en el último año, la segunda consecutiva, y que le destaca en cabeza de la histórica clasificación del premio a los mejores artilleros.

Con Bale y Danilo en el once por primera vez desde hacía muchas jornadas, el conjunto merengue se veía sorprendido por un Levante echado hacia adelante con una presión intensa y rondando la meta de Keylor Navas, que se volvia a ver con su antiguo equipo. El costarricense tuvo incluso que estirarse abajo en los primeros compases del choque para evitar que los valencianos estrenasen el marcador antes incluso de que muchos de los aficionados hubieran tomado sus asientos.

Lento pero seguro

El café y gran parte de la comida aún dejaba regusto entre el respetable, que homenajeaba al penúltimo gran '7' blanco, desprendiendo una pancarta y coreando el nombre de Raúl González durante unos instantes. Volvía a estallar el público pero por motivos muy diferentes. Tras deshacerse de la presión el conjunto merengue conseguía llegar sin problemas hacia las inmediaciones del área de Rubén, gracias a una presión eficiente en zona de ataque.

Antes del inicio del partido, Cristiano ofreció su cuarta Bota de Oro y se guardó un minuto de silencio en memoria de Zoco

Una recuperación de Bale propición un contragolpe dirigido por el galés que buscó a Cristiano en el área. Cuando iba a rematar, el luso fue claramente desplazado por Simao, tirándole al suelo. El colegiado se llevó el silbato a la boca, y cuando parecía que iba a indicar penalti prefirió dejar seguir la acción. El Bernabéu respondió con abucheos y los jugadores blancos con protestas hacia el colegiado.

Antes, el Madrid había disfrutado de una buena ocasión gracias a un centro de Marcelo que se paseó por el corazón del área pequeña, y que solo la falta de confianza de Cristiano en el fallo de Rubén le impidió llegar a hacerse con el cuero. El luso, con la baja de Benzema fue el elegido para ocupar la posición de vanguardia del cuadro madridista, amparado por Isco y Bale tirados a banda.

Los centros laterales eran la tónica en el ya monólogo local, con un Levante cada vez más atrás. Un saque de esquina de Kroos llegó hatsa la cabeza de Bale, pero el galés ante la presión del zaguero no consiguió conectar un cabezazo productivo para los intereses blancos y por poco, salió por encima de la meta de Rubén. Trataba el conjunto granota de estirarse por la banda izquierda,con Camarasa percutiendo e intentando aprovechar los balones largos que peinaba Deyverson, aunque Varane con la ayuda de Casemiro lograba apagar los fuegos en el juego aéreo.

Dos goles y una parada decisiva

El cuadro valenciano tuvo una ocasión clarísima, con Roger recogiendo un balón colgado y dejándolo muerto, rematando libre de marca en el área. Los primeros atisbos de estiramiento amenazaban con producirse, y apareció Marcelo. Robó un balón en tres cuartos, se asoció rápido con Cristiano que le asistió para que, en el mano a mano con Rubén, superase al portero del Levante por el palo corto e inaugurase el marcador.

Se animaba el encuentro. Un centro medido desde la izquierda encontró a Deyverson desmarcado en el centro, que cabececó abajo dónde duele a los porteros. Pero respondió Navas con una parada descomunal, echando el cuero lejos de sus dominios y arrancando la ovación del respetable. No se habían relajado los ánimos cuando una nueva presión alta de los blancos le dio un balón a Kroos, que lanzó la contra buscando a Cristiano. El balón se le quedó atrás al luso, que en lugar de galopar hacia la portería se perfiló para el disparo y encontró la red abajo, a la izquierda de Rubén, para hacer el segundo gol del partido.

Marcelo y Cristiano adelantaron al Real Madrid en apenas cinco minutos, y Navas salvó el que era el empate con una excepcional parada abajo

Del 1-1 al 2-0 en apenas sesenta segundos, y el partido que adquiría un color diferente. Con Alcaráz desatado en banda aleccionando a los suyos, el Madrid dispuso de una nueva clara oportunidad en botas del crack de Madeira, pero el centro de Bale lo golpeó mal, y el balón salió desviado. Tras los arrebatos blancos y acercándose el tiempo de asueto, el cuadro local se replegó atrás, dejándole más espacio a los granotas para tratar de mover el balón, aunque las imprecisiones le costaban posibilidades de gol a los visitantes.

El carril diestro de Danilo era el elegido por los valencianos para tratar de percutir, y al brasileño se le notaba la inactividad y sufría en defensa, con nula presencia ofensiva cuando el balón se encontraba en el lado opuesto del campo. Dejaba pasar los minutos el cuadro blanco hasta que en el descuento, Bale lanzó un contragolpe. Asistió a Cristiano en banda, y cuando éste trataba de regatear a Simao la rodilla izquierda se le quedó clavada y se tiró inmediatamente al suelo. El colegiado pitó el final, y las asistencias salieron a comprobar el estado físico del luso. Cojeando se marchaba entre aplausos el de Madeira, y los allí presentes esperaban a la salida de vestuarios para conocer si la estrella blanca jugaría la segunda mitad.

Descansos y relajación hasta que aparece Lucas

Tras el parón por el descanso, el luso volvió al banco, pero el que no lo hizo fue Gareth Bale. El galés se quedó en el banco y en su lugar entró Lucas Vázquez para ocupar el carril diestro del ataque madridista. Lo intentó sin suerte el de Curtis nada más pisar el verde, pero la defensa granota se deshizo de la primera ofensiva merengue.

Deyverson era el único faro que le quedaba a los de Alcaraz, pero el punta del cuadro valenciano no lograba llevar a buen puerto las acciones de provecho que sacaba entre la presión de los centrales. Con un ritmo pausado, el Madrid dominaba de nuevo en la reanudación, sin que la profunidad lo acompañase.

Pero ese tempo del choque producía algunas faltas de tensión que derivaban en pérdidas en zonas peligrosas, y hasta en tres ocasiones salió el Levante a la contra en los primeros compases de segundo tiempo, aunque los valencianos no lograron aprovechar las tentativas.

Jesé y sobre todo Lucas le dieron algo de vértigo en el segundo tiempo a un Madrid algo más conservador

Lanzó una contra Kroos, la primera desde el silbido inicial, que culminó él mismo asistido por Danilo desde la frontal, aunque Rubén se hizo con ella en dos tiempos con cierta comodidad. El acercamiento merengue coincidió con un cambio de actitud, para más ofensiva. Lucas le imprimió un punto más de velocidad, y en una acción personal el gallego llevó el cuero hasta la frontal del área, para ser detenido únicamente por Jose Mari en falta.

Se rompía el partido y animaba la grada. Lucas seguía siendo el principal foco de peligro con desborde y descaro, y a punto estuvo de lograr su tanto cuando un balón colgado desde izquierda por Marcelo lo remató el de Curtis de media volea en situación complicada, marchándose cerca del palo derecho de Rubén.

Jesé disfruta y el Madrid lo agradece

Deyverson probaba fortuna tras varios minutos sin presencia ofensiva, aunque Navas respondía seguro atajando el balón. Jesé hacía acto de presencia, y dejaba en apenas unos instantes muestras de su calidad. El canario se marchó hasta la línea de fondo de su defensa, buscó a Cristiano en el centro y de tacón a punto estuvo de lograr su segundo tanto.

El mirlo blanco se hacía fuerte tirado a la izquierda, su posición natural. En dos minutos dejó dos acciones geniales. La primera, deshaciéndose de hasta cinco rivales por izquierda y centrando hacia Cristiano, que mandó el cabezazo por poco por alto. Después Jesé, aprovechando un gran servicio de Lucas regateó con una bicicleta a Simao, y ante Rubén resolvió con izquierda para hacer el tercero.

Grandes minutos de Jesé jugando en su posición natural, la banda izquierda, generando varias ocasiones de gol y logrando el suyo

Lucas tuvo instantes después una nueva ocasión tras asistencia de Cristiano, con un Levante ya de brazos abajo y con un Madrid aún presionante en zonas de riesgo para los granotas. Desde lejos trataron de deshacerse de la presión los valencianos con sendos disparos de Lerma y Rubén, pero en ambos casos la falta de precisión hizo que ni siquiera inquietaran a Navas.

De nuevo el mediapunta de Curtis llegó con peligro hasta el área visitante, asistido por Jesé, y ensayó un disparo que rozó la escuadra de Rubén, que voló para ver cómo el cuero se marchaba finalmente desviado.

Ghilas lo probó de lejos sin acierto, y con una jugada personal de Marcelo, que dejó una pisada y arrastre para levantar al público se puso final a un encuentro que arrojó un resultado acorde con lo visto sobre el verde.

Así lo vivimos en VAVEL.