Mariano vale por tres

Tras la victoria ante un rival directo en la pasada jornada, el Real Madrid Castilla necesitaba la victoria en casa para confirmarse como un claro candidato al liderato, ostentado hasta el momento por el Barakaldo. El Yugo Socuéllamos por su parte, situado en mitad de la tabla, quería los tres puntos para acercarse a la zona alta de la clasificación y dar una enorme alegría a los cientos de aficionados desplazados hasta el Alfredo Di Stéfano.

Empanada habitual

Con un once lleno de cambios con respecto al que jugó en Toledo pero aún así de garantías empezó el encuentro en el Alfredo Di Stéfano. Tras los habituales minutos de tanteo entre los jugadores de Zinedine Zidane y los de Ángel García Cosín, el partido entró en un ambiente muy característico de los encuentros que disputa en los últimos tiempos el filial de Chamartín.

Las posesiones del RM Castilla fueron estériles

Las posesiones estériles y la falta de profundidad fueron un hecho en Valdebebas, por parte de los dos equipos. Con Enzo y Odegaard en bandas, ambos jugadores muy técnicos y más acostumbrados a jugar en la mediapunta, la velocidad en la banda fue inexistente. Las subidas de Fran y de Dani Fernández, un diestro colocado como lateral izquierdo, se contaron con los dedos de una mano. Por ello apenas inquietaron a Javi López en los primeros cuarenta y cinco minutos; Narváez y Mariano lo intentaron, pero sin ninguna fortuna ni verdadero peligro.

Por su parte, la Unión Deportiva Socuéllamos lo intentó en rápidas transiciones aprovechando la velocidad de Kike Domínguez. El extremo fue el que más lo intentó y creó mucho peligro sobre la portería de Carlos Abad. Los hombres más adelantados, Calle y Javi Gómez, gozaron también de buenas oportunidades, especialmente a balón parado, gracias a su potencia física. Pero sin especial acierto ni mucha intensidad, el partido llegó al descanso con el mismo resultado con el que empezó el encuentro.

Reparto de golpes en cinco minutos

Después del tiempo de recuperación la jornada diez se reanudó en el Alfredo Di Stéfano y por fin llegaron los goles. Apenas pasaron diez minutos del segundo tiempo cuando llegó el primer tanto del partido. Mariano Díaz iba a ser el autor con una definición de auténtico crack desde la frontal del área, ajustando la pelota al palo contrario del guardameta con el interior. Una vez más, el hispano-dominicano mojaba en casa, delante de su afición y con un apoyo incondicional de su público.

Pero la reacción visitante no se hizo esperar. Tras un disparo rebotado en un defensa, el córner iba a ser fatal para los intereses del Castilla. Un centro medido a la cabeza de Pelegrina acabó en el fondo de las mallas ante la atónita mirada de Carlos Abad, que nada pudo hacer para repeler el disparo. La celebración de los visitantes no escatimó en esfuerzos y los cientos de aficionados desplazados a la Ciudad Deportiva de Valdebebas agradeció con mucha ilusión el tanto. El empate volvía a aparecer en el electrónico y los dos equipos debían empezar de nuevo.

Imperial Mariano

Cuando los peores presagios se cernían sobre las gradas blanquiazules del estadio, apareció nuevamente el delantero centro madridista. A diez minutos del final, apareció la bendita cabeza del delantero dominicano para mandar la pelota al fondo de la portería defendida por Javi López. Enzo había puesto la falta a la perfección a la cabeza del '9' de Zinedine Zidane, y su potente testarazo fue indefendible.

Y tan solo tardó dos minutos en anotar el tercero en su cuenta y para el Castilla, tras una jugada individual en la que tras plantarse solo delante de la portería de Javi López, le regateó y cambió la pelota de palo, floja y rasa, para evitar que un zaguero la sacara bajo palos. Tanto la carrera como el regate y la definición fueron dignos de un delantero de la máxima categoría. Los últimos minutos fueron estériles y los tres puntos se quedaron en el feudo merengue. El Castilla, de la mano de un Mariano Díaz estelar, se sitúa líder del grupo dos a la espera de lo que suceda en el partido del Barakaldo.