El Real Madrid afrontará este martes (20:45, Antena3 y VAVEL España) un partido crucial de cara a sus aspiraciones en el Grupo A de la Uefa Champions League. A falta de tres jornadas para la conclusión de la fase de grupos, el conjunto de Concha Espina se mide nuevamente al poderoso París Saint-Germain, su máximo competidor hasta el momento en el grupo y con el que ya consiguió sumar un empate en el Parque de los Príncipes hace apenas dos semanas. Los de Rafa Benítez, que ya dieron una gran imagen en el feudo parisino, contarán con las novedades de James Rodríguez y Pepe en la convocatoria con respecto a la expidición que viajó a Francia en la pasada jornada de Champions, además de la de Sergio Ramos y Keylor Navas, ausentes en la última lista blanca. A pesar de que se hayan incorporado al grupo, la participación de Carvajal, Gareth Bale y Karim Benzema tendrá que retrasarse como mínimo hasta el próximo fin de semana, cuando los madrileños viajen hasta Sevilla para medirse al Sevilla FC.

El afianzamiento del 4-3-3

El técnico madridista apostó por un 4-3-3 ante las bajas que presentaba el equipo para la cita en territorio galo y desde entonces, esta formación ha sido la habitual gracias al buen hacer de jugadores como Jesé Rodríguez o Isco. Ante el París Saint-Germain y posteriormente contra el Celta de Vigo también a domicilio, el canario acompañó a Cristiano Ronaldo junto a Lucas Vázquez, y ambos dejaron buena muestra de su calidad, principalmente Jesé Rodríguez, que parece haber recuperado la confianza que le faltaba en los últimos tiempos. Con motivo del nuevo rol de Cristiano Ronaldo como 'nueve', el futbolista natural de Las Palmas de Gran Canaria está haciendo las veces del portugués por el carril diestro del ataque, buscando normalmente asociaciones o bien internarse en el área con jugadas individuales desde dicho costado; aunque lo más importante es la labor que realiza en defensa, puesto que su apoyo en acciones defensivas además de una mayor presencia favorece a que Marcelo se incorpore al ataque con mayor libertad.

Jesé Rodríguez contribuyendo en labores defensivas creando situaciones de superioridad madridista

Por otro lado, Lucas Vázquez también ha aportado por un lado profundidad por el costado diestro pero también ha favorecido a la presencia de Danilo en ataque. En dicha posición también se ha posicionado Isco, bien sustituyendo al gallego o saliendo de inicio como ocurrió frente a la UD Las Palmas. Tanto uno como otro han resultado determinantes con sus asistencias, aunque es el malagueño quien participa más en el juego dirigiendo al equipo en tres cuartos de campo. Otro aspecto a destacar es los constantes intercambios que han provocado espacios en la defensa rival y algunos desbarajustes defensivos, un gran ejemplo de ello fue el cero a dos conseguido por Danilo en el duelo disputado en Balaídos.

Marcelo conduce el balón mientras Cristiano se retrasa para recibir el balón y Jesé Rodríguez aprovecha el espacio
Lucas Vázquez ocupa la frontal del área celeste mientras que Danilo se interna por la derecha totalmente libre de marca y recibe el esférico de Jesé Rodríguez que ocupa la mediapunta

En el centro del campo Casemiro se ha destapado como una de las claves del juego merengue, un todoterreno que ha resultado determinante tanto en la posesión del balón como a la hora de acabar con las ocasiones de peligro contrarias. Y es que el brasileño ha dado mayor libertad a Kroos, Modric o incluso Isco para que se encarguen de la creación de juego gracias a su omnipresencia en el mediocentro. En defensa, además de la importancia de ambos laterales en ataque también destaca la labor realizada por los centrales, en el que Varane se ha posicionado como el único fijo, con motivo de las ausencias por lesión de Pepe y Sergio Ramos, pero ha conseguido crear un muro gracias a su seriedad en defensa y a su poderío en jugadas aéreas, aunque cuenta con la tranquilidad de tener a Keylor Navas bajo palos.

Las claves en el Parque de los Príncipes

Laurent Blanc esperaba a un Real Madrid defensivo, que saliera a aguantar las embestidas parisinas y a esperar su oportunidad a la contra, y no fue así, los blancos saltaron al verde del feudo francés con las líneas adelantadas para ejercer una presión asfixiante y que el partido se desarrollara principalmente en el campo del París Saint-Germain. En defensa, la línea se colocó casi en el centro del campo cuando el equipo tenía la posesión y fue crucial la colaboración principalmente de los centrales y el apoyo de los mediocentros para anular a jugadores como Ibrahimovic o Cavani, que apenas entraron en juego. Con Isco retrasado al centro del campo, el malagueño hizo las veces de Modric, que no saltó al campo hasta el tramo final del duelo, y junto a Kroos, que jugó uno de sus mejores actuaciones en lo que va de temporada, dirigió el juego blanco así como evitaron con Casemiro a que los mediocentros pudieran trenzar jugadas salvo que recurrieran a los desplazamientos en largo.

Marcaje constante de Varane y Sergio Ramos a Ibrahimovic e importante apoyo de los centrocampistas en defensa

Otra de las claves de los blancos fue la gran acumulación de jugadores en ataque lo que favorecía a robar el balón en campo rival, así como a contar con segundas jugadas aprovechando los desbarajustes defensivos; además, el cuadro merengue apostó por jugadas rápidas con asociaciones entre sus jugadores de ataque dando pocos toques - normalmente tan solo uno - aunque no tuvo ningún tipo de reparo tampoco en probar desde media o larga distancia a Trapp, guardameta local.

El Real Madrid acumula siete jugadores en ataque lo que provoca que nueve futbolistas del PSG defiendan mientras que Ibrahimovic queda como jugador más adelantado para los franceses

Cuando el equipo ya había realizado un gran despliegue físico en el Parque de los Príncipes, Rafa Benítez decidió introducir un cambio en su planteamiento táctico y pasar del 4-3-3 al 4-4-2 introduciendo a Cheryshev en lugar de Jesé Rodríguez retrasando su posición al centro del campo, así como a Lucas Vázquez e incorporando a Modric como jugador más adelantado junto a Cristiano Ronaldo tras salir en sustitución de Isco.

La variante de James Rodríguez

El cafetero podría volver a enfundarse la camisola blanca tras varias semanas fuera de la convocatoria recuperándose de una lesión sufrida con su selección. Antes de que ello ocurriera, el de Cúcuta había sido uno de los jugadores más desequilibrantes del equipo, no solo con goles sino también con asistencias y buenas actuaciones. El internacional colombiano, además de precisión aporta ritmo y creatividad al equipo aunque no hay que olvidar una de las facetas en las que ha destacado últimamente, el tiro libre. Ya avisó en el último partido de Liga BBVA de la campaña pasada frente al Getafe CF, cuando marcó un gran tanto de falta gracias a un sutil golpe de tobillo. En su debut en pretemporada y posteriormente en la presente edición del campeonato nacional, James Rodríguez ha vuelto a mostrar su calidad con el balón parado, lo que podría ser otra de las bazas ante el equipo de la capital francesa.

El centrocampista merengue podría formar parte del once inicial, si así lo considerara el técnico, sin que el 4-3-3 variara, acompañando a Jesé Rodríguez y Cristiano Ronaldo en ataque, mientras que Casemiro, Modric, Kroos o Isco completan el trivote del centro del campo. Las otras dos opciones posibles, con respecto a los dibujos tácticos empleados por Benítez serían el 4-4-2 o el 4-2-3-1, donde James Rodríguez seguiría ocupando el carril diestro del ataque, posición que ha desempeñado esta temporada, aunque también podría ejercer de mediapunta, donde explota con mayor asiduidad su gran visión de juego junto al último pase.

El rival: París Saint-Germain

Una de las ausencias notables de los de Laurent Blanc en París fue la de sus laterales en ataque, aunque Aurier se sumará en diversas acciones, tanto él como Maxwell tuvieron que prestar especial atención a la dupla formada por Marcelo y Jesé Rodríguez por el costado zurdo del ataque madridista y a la conformada por Danilo y Lucas Vázquez en la derecha. Con la lección aprendida, el técnico galo podría apostar por Kurzawa en el lateral zurdo, ya que el internacional francés tiene actualmente mayor proyección ofensiva que el brasileño. En el centro de la zaga, David Luiz volverá tras recuperarse de su lesión y después de que Marquinhos no haya viajado con el equipo ya que atraviesa otra lesión. Con la vuelta de David Luiz, los franceses ganaran en la salida de balón, ya que el central natural de Diadema es un habitual en este tipo de acciones.

Kurzawa y David Luiz podrían ser las novedades en defensa de Laurent Blanc en el Bernabéu

En el centro del campo, Matuidi, Thiago Motta y Verrati podrían formar nuevamente el trivote del mediocentro, aunque tendrán que realizar un mayor trabajo para robarle la posesión al Real Madrid y ser ellos quienes tomen la iniciativa en el juego. Javier Pastore, que dio un cambio al equipo entrando en sustitución de Di María, no podrá estar a las órdenes de Blanc ya que sufre una conjuntivitis que le ha impedido viajar hasta territorio español. Stambouli y Rabiot son las otras alternativas que tiene el entrenador francés para el centro del campo, aunque la experiencia y el recorrido que aportan Mautidi y Thiago Motta les hace partir con ventaja.

Cavani, Di María, Ibrahimovic, Lavezzi y Lucas Moura, son los hombres de ataque de los que dispone Laurent Blanc, quizá su línea más determinante. En el encuentro disputado en el feudo parisino fueron Di María, Ibrahimovic y Lucas Moura, los tres atacantes titulares; salvo en jugadas aisladas que terminaban con centros que eran despejados por la zaga merengue, durante el resto del encuentro no existió conexión entre los jugadores más destacados y eso buscó precisamente Blanc con la entrada de Cavani o Lavezzi, aunque fue la figura de Pastore quien realmente logró encajar las piezas y llegar a poner en apuros la meta defendida por Keylor Navas. Pese a ello, el equipo blanco tendrá que prestar especial atención a estos futbolistas ya que cada uno de ellos tienen calidad suficiente como para desequilibrar un encuentro, por lo que no se le pueden conceder facilidades.

Las claves del PSG en el Bernabéu

Para poder sacar un resultado positivo del Estadio Santiago Bernabéu, que de seguro presentará una gran entrada y animará a los suyos como lo hace habitualmente en este tipo de citas importantes, el cuadro francés necesitará ejercer una fuerte presión en el centro del campo, donde en el partido anterior flaqueó y desde donde el Real Madrid puede hacerle mucho daño; para ello necesitará de Matuidi y Thiago Motta principalmente, para que desactiven a jugadores como Modric, Kroos o Isco, los motores del juego madrileño, así como de su incorporación en acciones ofensivas. En el Parque de los Príncipes, los pupilos de Benítez contaron con gran libertad en el centro del campo llegando a disponer de jugadas de clara superioridad con hasta cuatro o tres contra uno.

Matuidi y Motta pueden ser cruciales para el PSG en el centro del campo

Por otro lado, tendrán que unir más sus líneas para contar con un equipo más ordenado y que cuente con constantes apoyos para corregir los errores en las marcas, algo que les costó más de un susto en el encuentro de ida. Por último, como se hacía mención con anterioridad, los parisinos tendrán que renunciar tanto al pase en largo como principal opción y realizar jugadas más largas, con más toques. La defensa blanca deberá guardar cuidado con las combinaciones en ataque en la que intentan aprovechar los espacios en las defensas contrarias, un error vital ya que dispone de jugadores veloces como por ejemplo Di María.

Di María busca el desmarque a la espalda de la defensa para que el compañero que conduce la jugada le asista

En la última jornada liguera, frente al Rennes a domicilio, el París Saint-Germain experimentó algunas de las claves descritas con anterioridad, como por ejemplo las asociaciones entre sus jugadores - fruto de una de ellas llegó el tanto de la victoria obra de Di María - o la incorporación al ataque de jugadores como Matuidi, lo que le ofrece un plus al ataque galo. También contó con una mayor posesión del esférico que el adversario, lo que se transformó en constantes ocasiones de peligro, aunque siguió permitiendo segundas jugadas descuidando los rechaces y nuevamente los marcajes.