En clave cristiana, la parábola del talento se enmarca dentro del Evangelio de Mateo (25: 14-30), siendo fruto de constantes vueltas alrededor de su interpretación más fiable. Durante decenas de años, etimólogos y estudiosos de las Sagradas Escrituras han debatido acerca del modo más aproximado para poder entender qué se quería transmitir en dicho texto.

La conclusión más extendida es aquella que entiende que Dios confía sus dones - en la parábola entendidos como talentos, la moneda de la época - a los hombres, pero con la condición implícita de que éstos los utilicen de manera fructífera y desarrollen lo mejor de uno mismo para poder hacer valer dicha concesión, y convertirla en una obligación de dar lo mejor de sí.

En la parábola, los hermanos tienen distintos resultados, empeñándose de distinto modo. Abandonando la clave religiosa para centrar la vista en lo puramente futbolístico, hay jugadores a los que se les ha sido concedida la capacidad de jugar a un nivel por encima del resto, obteniendo un don que poner al servicio del equipo para llevarle al éxito en cuántas empresas se embarque.

Pieza clave en el ataque

El Real Madrid ha echado en falta de manera notoria los talentos de Karim Benzema. El socio de todos, el apoyo en el que fijarse cuando la jugada se complica, o el elemento que desequilibra generando un espacio y castigando el desorden con un movimiento silencioso. Cristiano Ronaldo sonríe cuando tiene al galo a su lado, y sufre de manera evitende cuando el francés no ocupa un lugar en el once.

Con Benzema en el campo, el Madrid marca 2.3 goles por partido; sin él, tan solo 1.7. Cristiano ha anotado con él 10 goles (1.25/partido); sin él, solo tres (0.42)

La lesión que sufrió en el parón de selecciones del mes de octubre le ha apartado por más de un mes del terreno de juego. Lo que en un primer momento iban a ser apenas dos semanas se han transformado en más del doble, y con su ausencia la fluidez ofensiva blanca ha dejado de ser tal.

El talento del galo se había evaporado, por su ausencia, y también la facilidad merengue para encontrar portería rival. Sin él en el campo, la producción goleadora del Madrid (siete partidos) desciende hasta la media de 1.7 goles por encuentro, habiendo perdido un partido, empatado dos y ganado cinco. Sin embargo, con su presencia en el verde, son 2.3 goles por choque (en ocho partidos) los que firma el Madrid, habiendo vencido en seis ocasiones y concediendo dos empates, sin conocer aún la derrota.

El mejor socio de Ronaldo

La presencia de Karim no solo afecta a los guarismos globales del equipo, sino también a los parciales. El que más se ve afectado es un Cristiano Ronaldo, cuyos números descienden notablemente. Ocho veces han coincidido sobre el verde ambos jugadores, consiguiendo el luso convertir diez goles (1.25 por partido), mientras que sin él, Cristiano ha disputado siete envites, en los que solo ha visto portería en tres ocasiones (0.42), lo que supone una bajada en el rendimiento goleador brutal.

Pero además de la caída en picado del porcentaje anotador, el Madrid también ha perdido al mejor Benzema desde que viste de blanco. Ocho partidos, siete goles y 598 minutos. El francés veía portería una vez cada 85 minutos, incidiendo en el marcador de promedio al menos en una ocasión en cada partido disputado. Benítez optaba en muchas ocasiones por señalarle como uno de los cambios pero no debido a su mal hacer o condición física: lo hacía para protegerle de problemas musculares.

Y es que el galo y el portugués se entienden. No en vano, ya a principio de año Benzema se convertía en el máximo asistente de Cristiano Ronaldo como jugador profesional. Con 28 pases superaba a Özil, que hasta el momento quedaba como primero con uno menos, 27. Desde entonces, el francés ha seguido encontrando a su compañero de ataque, que celebra la vuelta de Karim al equipo.

Un seguro ante el Barcelona

Ya se perdió Benzema el debut del equipo en Liga ante el Sporting, y desde el principio arrastró molestias que terminaron reproduciéndose con fuerza en el amisoto de Francia ante Armenia. Para el clásico, el Madrid no solo recupera a su gran artífice de la fluidez del juego ofensivo. También retorna al equipo un jugador que cuando se mide al Barcelona suele aumentar notoriamente su rendimiento.

En los últimos dos clásicos de la campaña anterior, el francés ha conseguido al menos hacer un gol, o participar en la creación del mismo. En los dos de la temporada pasada tuvo incidencia en el marcador. En el Bernabéu, cerró el 3-1 con una jugada al contraataque, mientras que en el del Camp Nou asistió de manera magistral, de tacón, para que Cristiano Ronaldo pusiera en la red lo que entonces era el tanto de la igualada.

Benzema ha marcado cinco goles en los últimos cuatro clásicos disputados en el Bernabéu

Pero además, en los cuatro últimos partidos que se han disputado en la Casa Blanca entre ambos equipos ha visto portería. En la 2011/12 adelantó al equipo merengue en el primer minuto de juego, y un año después repitió fortuna apenas seis minutos después de que comenzase el choque. En el año de la Décima, la 13/14 Benzema logró un doblete, que remató el pasado curso con el citado tanto que cerraba el marcador con victoria madridista.

El talento del galo al servicio del equipo. El don que le sirvió para ser uno de los mejores jugadores del mundo, a disposición del que quiera aprovecharse del mismo. La parábola espera convertirse en realidad, y que Benzema sea el referente que necesita el Madrid para dar el golpe encima de la mesa que le permita hacerse con la victoria en el clásico.