El fútbol no tiene memoria. Da igual lo que hayas hecho en el pasado. Solo importa el presente. Esto bien lo sabe el astro portugués que ha hecho del Real Madrid y el Bernabéu su hábitat natural en el que convive a diario con el gol. No ha habido temporada en la que no haya bajado de cuarenta goles. Dos Balones de oro y tres Botas de oro en las temporadas que lleva vestido de blanco. Y lo más importante de todo, máximo goleador de la historia del mejor club del siglo XX.

Cualquiera que leyese estos datos no dudaría en afirmar que se encuentra ante un jugador intocable. Sin embargo, el Madrid y sus aficionados son diferentes a cualquier club del mundo. El nivel de exigencia es máximo, y solo los mejores saben convivir con esta presión. Miles de jugadores repletos de calidad no han podido aguantar.

Inicio menos brillante que de costumbre

Cristiano Ronaldo está ante el inicio más borroso que ha tenido en toda su carrera como jugador blanco. Ya no es tan decisivo, en muchos partidos saca a relucir su apatía. El jugador que nunca fallaba, y mal acostumbrados tenia a los aficionados blancos, empieza a fallar a su cita con el gol en varios encuentros, circunstancia a la que no estaba acostumbrado el aficionado merengue.

En muchas ocasiones el Bernabéu se desespera con él, y el portugués no es inmune al murmullo que escucha en la grada. Sin embargo, hay partidos que pueden marcar un antes y un después en una temporada. El clásico del próximo sábado sin duda es uno de estos partidos para Cristiano. Sabe que una gran actuación a nivel individual volvería a hacer que el Bernabéu se rindiese a sus pies como ha hecho en tantísimas ocasiones.

Ante el Barcelona, el portugués se suele salir

El Barcelona es el rival más duro al que se puede medir actualmente el Real Madrid, pero Cristiano jugar ante este equipo le motiva de sobremanera, y ante él saca a relucir todo su instinto de goleador y ganador. Pocos partidos tardó en callar esa falsa tendencia que se divulgó y que afirmaba que Cristiano ante el Barça no daba su mejor versión. De eso ya nadie se acuerda, los aficionados culés le temen, saben que si alguien puede aguarles la fiesta y dejarles sin liderato ese es el portugués.

El sábado con la más que posible entrada de Benzema en el once, Cristiano podrá moverse con más libertad en el frente de ataque sin la necesidad de fijar a los centrales. En este escenario y posición del campo el portgués disfruta. Piqué y Alves tienen que sufrir los constantes movimientos en la parcela ofensiva del delantero, ya que es de ese apunte del juego de dónde salen la mayoría de sus goles. En estos últimos partidos con la baja de Benzema, Cristiano ha tenido que ocupar la posición de nueve puro, y a pesar de que por condiciones es una posición en la que podría rendir de forma más que solvente, es algo que no ocurre. Con el nueve francés la historia cambia y Cristiano se convierte en la máquina goleadora que el Bernabéu adora.

Cristiano Ronaldo Dos Santos Aveiro, para muchos el mejor goleador de la historia, un jugador que ha sido capaz de marcar una era en el Real Madrid y que su nombre ya ocupa un alto lugar en los altares blancos. Hoy en día se habla más de su futuro, olvidando que todavía tiene mucho presente. Él sigue afirmando lo mismo, el Real Madrid es su casa aunque el futuro no sabe lo que le deparará. Pero de momento, sigue sudando la camiseta y exigiéndose el máximo en cada partido. Muchos dicen que tiene un carácter difícil, pero saben que sin ese carácter jamás llegaría a ser el jugador que es hoy en día. Que nadie dude que Cristiano volverá, porque nunca se ha ido. El ave fénix siempre renace de sus cenizas.