43 puntos de 60 posibles. Ese es el bagaje del Real Madrid tras la disputa de las primeras 20 jornadas de la liga BBVA. Una puntuación inferior a la de las últimas temporadas, pero la realidad es que este año el resto de candidatos al título también se están dejando más puntos de los previstos, por lo que el club blanco puede estar satisfecho con su posición actual tras la gran cantidad de sucesos deportivos y extradeportivos que han ocurrido en el club de Concha Espina en los últimos meses. Los madrileños han ofrecido una imagen muy pobre en los primeros meses de competición, y un inicio esperanzador fue transformándose en un esperpento que finalizó el 4 de enero, cuando la directiva decidió destituir a Rafa Benítez y nombrar a Zinedine Zidane como su sustituto en el banquillo.

Pero visualizando únicamente el aspecto deportivo, el 'talón de Aquiles' del equipo madridista esta temporada están siendo los partidos como visitantes, demostrando una gran fragilidad fuera de casa y sumando tropiezos que le han relegado a la tercera posición de la tabla clasificatoria. Y este problema ya se manifestó en la primera jornada de la competición doméstica, donde los blancos fueron incapaces de vencer en Gijón ante el Sporting, cediendo sus dos primeros puntos del campeonato y dando una imagen decepcionante ante un rival teóricamente inferior.

Los blancos sólo han sumado una victoria en sus últimos cuatro partidos como visitantes

Tras dos victorias consecutivas (0-6 al RCD Espanyol y 1-2 al Athletic Club de Bilbao), el Real Madrid volvió a tropezar como visitante, esta vez en la ribera del Manzanares tras empatar 1-1 ante el Atlético de Madrid en un encuentro en el que se adelantaron en el marcador, pero fueron de más a menos y estuvieron muy cerca de cosechar una derrota. A excepción del partido en Vigo, donde los madrileños se impusieron por 1-3 tras realizar una excelente primera mitad, los blancos encadenaron tropiezos en sus visitas a los estadios más exigentes del torneo doméstico, evidenciando graves problemas de juego durante todos esos encuentros y cediendo numerosos puntos que le han impedido, a día de hoy, liderar la clasificación de la competición doméstica.

Sevilla, donde los madridistas cosecharon su primera derrota en la Liga BBVA, y Villarreal vieron la peor versión del club de Concha Espina, que en ninguno de los dos partidos supo estar a la altura de las circunstancias. En tierras hispalenses, los blancos comenzaron ganando, pero una decepcionante segunda parte provocó la derrota por 3-2; en territorio castellonense, el Real Madrid encajó un gol en los primeros minutos y fue incapaz de igualar el marcador, sumando una nueva derrota, poniendo en entredicho la continuidad de Rafa Benítez como entrenador del conjunto blanco. Y la decisión final llegó tras el último tropiezo del club de Concha Espina como visitante. Los madrileños empataron en Mestalla ante el Valencia CF (2-2) tras adelantarse dos veces en el marcador, lo que provocó que, al día siguiente, Florentino Pérez decidiera destituir al entrenador madrileño.

Pero la situación en el Real Madrid ha cambiado. La llegada de Zinedine Zidane al banquillo de Concha Espina ha supuesto un aumento considerable de la confianza en la plantilla blanca, que ha respondido a la perfección realizando dos grandes partidos en el Santiago Bernabéu. Ahora, este 'nuevo' Real Madrid tiene la oportunidad, en su segunda y última visita a Sevilla esta temporada (esta vez para enfrentarse al Real Betis), de mejorar su imagen como visitante y recuperar la senda de la victoria a domicilio, algo que no consigue desde el 29 de noviembre, cuando derrotó a la SD Eibar por 0-2 con goles de Gareth Bale y Cristiano Ronaldo. El primer partido como visitante de Zidane debe servir para romper esa racha, mostrar una mejor imagen lejos de la capital de España y mantenerse cerca del liderato de la máxima división del fútbol español.