La carrera para llegar bien posicionados al derbi ha comenzado. El Real Madrid afrontará ante el Espanyol (domingo 31, 20:30 horas, Canal + Partidazo y VAVEL) el primero de los cinco compromisos previos a verse las caras con el Atlético de Madrid, en un duelo que puede servir para recortar distancias con los rojiblancos - o aumentarlas, si pinchan antes del encuentro - o verse a una distancia ya prácticamente insalvable con tres meses de competición por delante.

Por eso, la carrera de fondo que encara el cuadro merengue en los cinco próximos encuentros servirá para poner a punto a los hombres de Zidane de cara a dicho compromiso. El problema vendrá para los madridistas, y es que tres de esos cinco los tendrá que afrontar lejos del Santiago Bernabéu, dónde lleva más de dos meses sin conocer la victoria (exceptuando el partido en Cádiz, anulado posteriormente por alineación indebida).

Prohibido fallar

Espanyol, Granada, Athletic, Roma y Málaga, jugando éstos dos últimos fuera, ante pericos y leones como local, y teniendo por medio que desplazarse hasta territorio nazarí. Los blancos llegan en un momento de tensión, y aunque la situación no es irreversible, sí amenaza con serlo si se siguen quedando puntos sin sumar al casillero, con el Atlético y Barcelona a cuatro puntos - siete, si vencen los culés en su partido aplazado -, lo que les obliga a vencer si no quieren descolgarse.

El Madrid afrontará cinco partidos antes de enfrentarse al Atlético sin posibilidad de fallo: Espanyol y Granada en casa; Athletic, Roma y Málaga fuera

Con Zidane, el ambiente en el Bernabéu volvió a sentirse limpio, sin las sensaciones turbias que se habían desprendido en los meses anteriores, con un equipo que no encandilaba y un técnico que nunca llegó a conectar con la grada. El galo le ha dado a la afición un nuevo clavo al que agarrarse, y amparado en la figura de Gareth Bale 'su' Madrid había demostrado que había trazas de mejoría evidentes.

La baja del galés afectó al equipo en el primer compromiso, y si nada varía, no estará disponible en ninguno de los tres siguientes antes de medirse a la Roma el próximo 17 de feberero en el Olímpico de la capital italiana. Ante su ausencia, son otros quiénes deben coger el testigo de jugador más en forma, y todos los focos apuntan de manera irremediable hacia un Cristiano Ronaldo que no ha terminado de encontrarse este curso.

Se busca referente

Aunque sus números en materia anotadora siguen estando a un nivel alto, la realidad es que sus guarismos se sustentan en grandes aportaciones en partidos concretos, habiéndose quedado en Liga sin ver portería en 12 de las 21 jornadas disputadas hasta el momento, y faltando a su cita con la portería rival ante oponentes de alcurnia como Barcelona, Atlético, Sevilla, Athletic o Villarreal.

Por eso, el portugués quiere ser de nuevo el faro que dirija las operaciones merengues, y partiendo desde la banda izquierda recuperar el nivel mostrado en las campañas anteriores. Al igual que el luso, otro que del mismo modo espera la afición merengue es James Rodríguez, titular por primera vez en un mes el pasado fin de semana, y que a pesar de que en la segunda mitad dio síntomas de mejoría, está lejos de ser el jugador que deslumbró en su primer año.

El que sí está respondiendo es Karim Benzema. El francés está firmando su mejor temporada como madridista, sin fallo de cara a portería en este 2016 y con la mejor aportación (21 en 20 partidos) goleadora de toda su carrera. El galo se enceuntra en un gran momento tanto físico como de confianza, y cada jornada surte de argumentos a sus compañeros para buscarle, y él, lo refrenda con su acierto.

Ha sumado goles de importancia en cada encuentro, siendo pieza fundamental y el jugador en el que todos los compañeros se apoyan camino al ataque. Sobre su espalda, y sus compañeros de ataque recaerá el peso de la responsabilidad de guiar al Madrid en su camino al derbi por una senda de buenos resultados, para poder encarar dicho encuentro y la posibilidad de recortar puntos en las mejores condiciones.