El conjunto blanco pretende volver a la senda de la victoria el domingo en el Santiago Bernabéu. Tras su empate contra el Betis, recibe la visita del Espanyol y necesita los tres puntos para reanudar su persecución particular al Barcelona y al Atlético de Madrid. Para preparar el encuentro, el equipo realizó un entrenamiento en el que llevó a cabo un trabajo muy intenso con balón.

Zinedine Zidane confeccionó una sesión preparatoria que se inició con un intenso calentamiento antes de dividir a la plantilla en dos equipos para llevar a cabo ejercicios de posesión y presión para mejorar la actuación del equipo en aquellos partidos en los que los rivales se encierran en su campo para no dejar espacios libres, como ocurrió en el enfrenamiento contra el Betis en Sevilla.

Posteriormente, el equipo hizo un ejercicio que combinaba sprints y disparos a portería para mejorar la finalización. Por último, la plantilla llevó a cabo un partido de dimensiones reducidas para concluir un entrenamiento en el que no participaron ni Pepe ni Gareth Bale. El jugador galés está recuperándose de su lesión en el sóleo y combinó ejercicios en el interior de las instalaciones con trabajo específico con balón sobre el césped. Por su parte, Pepe volvió a ausentarse, como ha hecho durante toda la semana.

La noticia positiva la protagonizó Cristiano Ronaldo, quien volvió a la dinámica del grupo y completó la totalidad de la sesión junto a sus compañeros tras un día en el que se ejercitó en solitario. Para llevar a cabo el entrenamiento, Zidane contó con la participación de algunos de sus antiguos pupilos. Los jugadores del Real Madrid Castilla, Marcos Llorente, Martin Ödegaard y Borja Mayoral se incorporaron al entrenamiento del primer equipo para que el técnico francés dispusiera de suficientes efectivos para llevar a cabo los ejercicios preparatorios.