El Castilla no ha perdido el tiempo en este mercado invernal. Durante las últimas semanas del periodo de transferencias, en el primer filial del Real Madrid se han sucedido varias operaciones para buscar la estabilidad del grupo y afianzarse en su búsqueda del liderato, que actualmente ocupa el Barakaldo pero que únicamente goza de dos puntos de diferencia tras el traspiés de los vascos el pasado fin de semana.

Por eso, Ramis ha querido fortalecer la delantera con una nueva incorporación. Con Juanjo Narváez rumbo al Betis B, y Fran Pérez Ganfornina viajando a Mareo para defender la elástica del Sporting B, la franja de ataque necesitaba un nuevo refuerzo. Jordan Gaspar (Guayaquil, 1995) se ha desvinculado de la UD Logroñés, club al que pertenecía desde el pasado verano, para enrolarse en las filas del cuadro madridista.

El ecuatoriano peleará por un puesto con Borja Mayoral y Mariano, que entre ambos suman 22 goles y que han demostrado incluso poder jugar juntos, con el de Parla cayendo en ocasiones a un costado. De este modo, Jordan Gaspar será el tercero en discordia, pero llegará con la intención de darle a Ramis problemas a la hora de confeccionar las alineaciones.

Marcos Lavín hará el camino inverso

Es el tercer movimiento que se produce entre el club riojano y el madrileño. En verano, Sergio Reguilón cambió la elástica blanca por la zamarra rojiblanca pero solo fue durante unos meses. Con la llegada del técnico catalán al banquillo, y ante la falta de efectivos en el carril izquierdo, el madrileño retornó a la Casa Blanca. 

El que completa el trío de transferencias es Marcos Lavín. El portero, que había sido el descarte de Zidane para quedarse en la portería del Castilla con Craninx, Herrero y Abad, encuentra acomodo en el cuadro riojano, lejos de La Fábrica, firmando por una temporada con el Logroñés, dónde espera tener su primera oportunidad en el fútbol profesional.