Con la Champions League a la vuelta de la esquina, Zidane decidió hacer una pequeña variación en su once. Dejó en el banco a Isco para dar la titularidad a un Kovacic que siempre que juega, cumple su cometido. Además, las bajas de Marcelo y Bale volvieron a dar la titularidad a Danilo y James. En frente tenían a un Athletic con ganas de dar la machada en la capital. Con Ernesto Valverde a la cabeza y un Aduriz enchufado salieron a buscar la victoria.

Ronaldo golpea primero...

No dio tiempo a realizar muchos análisis sobre el rendimiento de ninguno de los dos equipos antes de ver el primer tanto del encuentro. Se preveía una contienda igualada, con dos equipos aman el balón y lo tratan con la delicadeza que merece. Pero todo iba a tornarse gris para uno de los equipos, el de Valverde.

En el minuto 2, tras los primeros instantes de tanteo, apareció la primera llegada con peligro de los blancos y por consiguiente el primer gol. La efectividad del Real Madrid volvió a hacer acto de presencia en el Bernabéu ante un rival duro y correoso. Con Benzema enchufado desde hace dos meses y un Kovacic muy luchador, la pelota quedó lista para meterla al fondo de la red. El delantero francés encaró a Etxeita y dejó la pelota para su compañero portugués. Cristiano recortó sobre De Marcos con mucha facilidad y calidad y definió con un soberbio derechazo a la escuadra izquierda de Gorka Iraizoz. Las cosas se tornaban de color de rosa para unos y ciertamente grises para otros.

… y Eraso responde

Pero la alegría siempre va por barrios. Y poco duro en Chamartín. Cogió el ave y se marchó directa a Bilbao, de la mano de un joven luchador de guerra como Eraso. El delantero español, siempre peleón y con un ojo en el balón y otro en la portería, se encontraba luchando contra Sergio Ramos y Varane cuando le llegó un regalo divino. Un regalo que si se lo hacen a un delantero, no puede dejar escapar.

La primera media hora de Aduriz fue para enmarcar

Corría el minuto diez cuando Raphael Varane cometió un error de cadete. Cedió la pelota atrás hacia un Keylor Navas que estaba saliendo de su portería, pillándole a contra pie, en una falta de entendimiento impropia de jugadores de su talla. El portero “tico” llegó a tocar el esférico con la mano, pero el destino quiso que el esférico quedará franco para que Eraso, con mucha tranquilidad y sangre fría, decidiera en una pugna con Ramos y evitando que el defensa francés la sacara debajo de los palos. Celebró el gol con mucho ímpetu, pues no era para menos. Un gol que servía de empate y que además le volvía a llevar a lo más alto, al marcar en Camp Nou y Santiago Bernabéu en la misma temporada.

Con el gol, el Real Madrid se puso nervioso. Empezó a perder balones por errores y por la presión visitante, que no dejó respirar a la defensa ni para dar dos pases. Un buen remate de cabeza de Aduriz fue repelido por Keylor apenas unos instantes después del tanto del empate, y posteriormente el mismo delantero dio al larguero tocando el balón con la punta de la bota. No estaba siendo un partido cómodo para los blancos, aunque también tuvieron sus ocasiones en las botas de Kovacic, Danilo y Cristiano.

James y Kroos dejan su sello

Cuando el partido parecía encaminarse al tiempo de descanso con empate a uno, aparecieron dos de los hombres con más calidad del equipo de Zinedine Zidane: James Rodríguez y Toni Kroos. El primero de ellos estaba protagonizando un mal partido. Lento en las ayudas en defensa, poco participativo y muy lento cuando recibía el esférico. Pero todo eso se olvida cuando el colombiano decide que ya es hora de poner a su equipo por delante en el marcador. Recibió en la frontal, se giró y se colocó la pelota para el disparo. Su zurdazo fue imparable y se coló por la escuadra.

Tras el gol, todavía quedaba algo más de cinco minutos para llegar al descanso. El 2-1 ya sí que parecía inamovible en el tiempo que restaba, pero el Athletic se vino abajo cuando menos debía hacerlo, y a diez segundos del final Iraizoz encajó el tercero. Fue obra de un Toni Kroos que se aventuró al ataque y tras realizar dos paredes, recibió la asistencia de Cristiano Ronaldo para fusilar al guardameta bilbaíno. No dio tiempo a nada más y Álvarez Izquierdo señaló el túnel de vestuarios.

El segundo tiempo comenzó con los mismos 22 protagonistas. El Real Madrid buscó adormilar la situación y tocar el esférico con facilidad y los leones, conscientes del cansancio que suponía el esfuerzo realizado en la primera mitad, bajaron un poco la intensidad y la presión arriba disminuyó. Aduriz tocaba menos pelota y el equipo lo notaba.

El partido requiere hacer mención especial al trabajo de Dani Carvajal. En esta ocasión, Zidane optó por ponerle en la banda izquierda, dejando la derecha para un Danilo necesitado de minutos. Y no solo de minutos, sino también de buen juego, para evitar que la afición volviera a echársele encima. El brasileño lo hizo bien en la derecha y el español demostró que en cualquiera de los dos laterales rinde a la perfección. Es cierto que se prodigo con menos peligro en ataque, pero lo suplió con un trabajo memorable.

Con un Madrid tranquilo que tocaba con tranquilidad y sacaba el esférico con calidad, las ocasiones visitantes parecían imposibles. Pero no fue así. En un error de Toni Kroos, que perdió el balón en labores de iniciación del juego, y la pelota quedó franca para Aduriz. Esta vez el delantero no estuvo rápido y el gato, Keylor Navas, le sacó el balón lanzándose a sus pies y evitando que los leones se metieran de lleno en el encuentro.

Los cambios continuos de uno y otro equipo paralizaron un poco más el ritmo de partido. La entrada de hombres de refresco en el Athletic como Muniain o Viguera no consiguieron el efecto deseado por su entrenador, pues la defensa blanca estaba bien plantada y con rápidas transiciones hacia Ronaldo y Benzema conseguían crear peligro. La expulsión de Varane le dio cierta vida al partido, pues el Real Madrid debía defender con uno menos y con Lucas en banda derecha y Carvajal en izquierda, dos hombres fuera de su posición. Pero los visitantes no disfrutaron de la superioridad sobre el campo y en lugar de acercarse en el marcador, se alejaron más.

Ronaldo y Elustondo añaden dígitos al marcador

Cuando todo parecía visto para sentencia, apareció de nuevo la pegada merengue. Cristiano Ronaldo, tras un buen centro de Lucas Vázquez, que estaba jugando de lateral pero con mucha progresión ofensiva, remató ante Iraizoz y resolvió finalmente el partido para los madridistas.

Apenas unos segundos después, recien cumplido el minuto 90, Elustondo maquillaría el resultado con un gran remate de cabeza que hizo inútil la estirada de Keylor Navas. El 4-2 final dejó los tres puntos en casa y al Athletic con la sensación de llevarse demasiado castigo.