El escenario marcaba la actuación. El saber adaptarse a diferentes situaciones es lo que hace a un equipo más grande que otro. En Vallecas de nada servían los grandes partidos cuajados por el conjunto blanco durante este último mes. El escenario reclamaba actitud, intensidad, concentración y por supuesto fútbol.  En días como los de hoy, es donde el arquitecto debe ejercer de paleta y aplicar sus conocimientos teóricos a la práctica. Paco Jémez es un técnico que va de cara, a nadie sorprende con sus planteamientos, pero a todos les hace sudar de lo lindo si se quieren llevar los tres puntos del barrio madrileño. Zinedine Zidane afrontaba un apasionante duelo, en el que el fútbol ofensivo mandaba por encima de todo, y en la que un equipo de peso medio iba a pelear en el cuerpo a cuerpo con un peso pesado, sin miedo a caer sobre la lona a las primeras de cambio.

El gran estandarte del equipo blanco, Cristiano Ronaldo era baja, por lo que el Real Madrid no tenía a su púgil predilecto y otros debían asumir el rol de líder sobre el terreno de juego, sobre todo a la hora de propinar golpes certeros hacía el cuerpo del rival. Un contrario que basó su actuación sobre el cuadrilátero en el golpeo constante e hiperactivo, sin miedo a una recontra blanca que les dejase K.O en las primeras rondas del combate. No iba a esperar a los puntos, el equipo local sabía que en esa situación las opciones de derrota eran mayores.

Embarba y Miku dejaban al Madrid contra las cuerdas

El primero golpe sobre el ring lo dio el Real Madrid. Haciendo valer su superioridad y su gran entrada en el partido, Bale lanzó un disparo duro y liftado, como si de un golpeo más propio del tenis se tratase, que se golpeó en el palo corto de Juan Carlos y salió rebotado fuera del campo, tan solo se habían cumplido dos minutos de encuentro. Sin embargo, Embarba dio directo al mentón blanco, una jugada individual de Bebé en la banda derecha en la que dejó atrás a Danilo, permitió que centrase de forma cómoda dentro del área y que el canterano rayista marcará el primer tanto en el marcador.  El Rayo estaba por delante cuando todavía no se habían cumplido ni diez minutos de encuentro. Sin haberse recuperado todavía del primer gol encajado, Miku en el minuto trece de la primera parte y en un balón dividido en un córner, anotaba el segundo para el Rayo. El equipo de Vallecas se ponía dos a cero en el marcador, el partido estaba en ese ida y vuelta en el que tan cómodo vive el equipo de Jémez.

Bale recortaba distancias en un córner

El partido seguía en ese estado de locura que tanto beneficiaba al equipo rayista y en el que hombres como Bebé brillaban con luz propia. El Real Madrid no conseguía calmar el partido y los nervios y el marcador empezaban a atenazar las piernas de los futbolistas blancos. Sin embargo, en un córner, Bale iba hacer alarde de su gran juego aéreo y recortaba distancias en el marcador con un espléndido remate de cabeza en el primer palo, cuando solo se llevaban 35 minutos de juego. La primera parte había sido una oda al fútbol desordenado y en el que lo ofensiva prima muy por encima de lo defensivo.Benzema tenía que ser sustituido en los instantes finales aquejado de unas molestias en la rodilla. Lucas Vázquez entraba en su lugar.  El Rayo ganaba dos a uno tras unos primeros veinte minutos donde su ímpetu había desestabilizado totalmente el Real Madrid.

Benzema era sustituido y en su lugar entraba Lucas Vázquez

Lucas Vázquez empataba el partido con un sensacional remate de cabeza

El Real Madrid entró decidido a remontar y en el minuto seis de la segunda mitad un centro medido de Danilo lo iba a aprovechar Lucas Vázquez para rematar de cabeza al más puro estilo Gareth Bale. El conjunto blanco había empatado el partido en los primeros compases de la segunda mitad. El gol convenció de forma definitiva a los de Zidane a ir a por el partido, y conforme avanza la segunda mitad el dominio blanco iba en aumento.

Bale sellaba la remontada y su gran actuación

El partido entró en un en un estado de ida y vuelta en el que Isco y Bale comenzaron a sobresalir muy por encima del resto. El Real Madrid olía sangre pero no lograba alcanzar a la víctima. El Rayo seguía intentando nadar a contracorriente para intentar sacar un valioso punto en su feudo local. Un error en la salida del balón, lo aprovechaba Bale para voltear el partido y consumar una remontada y una actuación a nivel individual magnífica. El Real Madrid se llevaba los tres puntos de Vallecas, tras tres goles que le daban la vuelta a los dos primeros que había anotado el Rayo en los primeros compases de partido, y quien sabe si a final de temporada puede valer una Liga.