Llegaba el Real Madrid a Anoeta con la idea clara de seguir en la lucha por la Liga, y es que con una victoria se colocaría como líder provisional, superando al F.C. Barcelona y al Atlético de Madrid. Sin embargo, ya con el once de Zidane resultó evidente qu los blancos tienen un objetivo primordial sobre la remontada liguera, que es ganar su competición predilecta, la UEFA Champions League.

Es por ello que Zidane compuso un once de suplentes mezclados con titulares. Hombres como Bale, Modric o Sergio Ramos formaban sobre el campo, acompañados de otros como Borja Mayoral, James Rodríguez o Nacho Fernández. El pensamiento del entrenador era claro: ganar pero no sacrificando el físico de los teóricos titulares ante el City en la vuelta de las semifinales de la Champions, que será dentro de cuatro días. 

Fallo tras fallo

Comenzó el partido el Madrid mandando. No quería que se repitieran los errores de Vallecas, donde los blancos se vieron obligados a remontar el 2-0 inicial del Rayo. La Real Sociedad esperaba, y el equipo de la capital esperaba su momento, que llegaría por primera vez en el minuto nueve, cuando Lucas filtró para James, y el colombiano se encontró con un gran Rulli.

Bale, fallón durante todo el partido, dispuso de tres claras ocasiones hasta anotar el tanto del triunfo.

Aparecería entonces la figura de Bale. El galés. ante la baja de Cristiano Ronaldo, estaba llamado a comandar la victoria blanca. Se necesitaban sus goles, pero la tarde del extremo fue pésima. Tras la ocasión de James, llegaron dos de Bale, ambas con un testarazo, pero el galés, empeñado en ajustar la pelota al máximo, mandó sus dos cabezazos rozando el poste.

Tras el buen inicio del Madrid, la Real le perdió el miedo al partido, y sus acercamientos a la meta de Keylor Navas comenzaron a ser más asiduos. Sin grandes ocasiones, los vascos equilibraron la balanza, lo cual fue sificiente para que el Madrid, más temeroso ante la nueva cara de los locales, dejara de fabricar ocasiones de peligro. Se llegaría al intermedio con empate a cero en el electrónico. Todo quedaba para la segunda parte.

Rulli, el titán

Diferente inicio de segunda mitad respecto a la primera. El Real Madrid seguía mandado, sí, pero no era capaz de crear ocasiones de gol. Tampoco lo hacía la Real Sociedad, pero los locales se mostraban cómodos sobre el terreno de juego, no en vano estaban mostrando una buena imagen frente al Real Madrid. 

Fue entonces cuando, en un fallo de Yuri tras centro de James, Bale se encontró una pelota muerta dentro del área, perfecta para fusilar al portero y poner al Madrid en ventaja. Sin embargo, el galés no chutó con el convencimiento necesario, y Rulli sacó un milagroso pie que mantenía el empate en el marcador. Bale no tenía el día con el gol.

De nuevo volvió el Madrid a ser incapaz de superar las líneas enemigas. Y hasta el minuto 74 no llegaría una nueva ocasión visitante. Tras una gran jugada de Modric, volvía Rulli a convertirse en héroe, esta vez ante Jesé. Cuatro minutos después, de nuevo Rulli le decía "no" al gol blanco, de nuevo contra Jesé. Nervios en el Madrid, se les escapaba la Liga una vez más.

Bale al rescate

Cuando el 0-0 parecía inamovible, Bale, tras sus fallos durante todo el partido, calibró la puntería y se adelantó a toda la defensa local para mandar a la red un gran centro de Lucas Vázquez. Como había sucedido en Vallecas, el galés mostró su capacidad para tirar del carro madridista y convertirse en héroe cuando su equipo más lo necesita.

Poco que contar tras el gol, y es que el Madrid tenía lo que quería, tres puntos sin un excesivo desgaste físico, y la Real seguía en su línea de partido, incapaces de llegar a crear peligro en la portería de Keylor Navas, salvo en un cabezazo de Bautista que blocaba sin problemas el costarricense. Zidane incluso se permitía el lujo de darle minutos de descanso a su comandante en el centro del campo, Modric, que dejaba su sitio a su compatriota Kovacic.

El Real Madrid espera al Manchester City en el partido más importante de la temporada para los blancos hasta la fecha.

Y así se llegaría al final del partido, con un Real Madrid líder provisional de la Liga BBVA, y a la espera de que o bien el Rayo Vallecano, o quizás el Real Betis, le den un susto a Atlético de Madrid o Barcelona respectivamente, y acerquen un poquito más el campeonato liguero a los blancos, que sin embargo, están totalmente volcados en el partido del próximo miércoles, donde necesitan ganar para plantarse en una nueva final de la Champions.