Se va del Real Madrid uno de los futbolistas que más han honrado la camiseta blanca tanto dentro como fuera del campo. El fútbol de hoy en día diseña futbolistas egocéntricos y capitalistas, adoleciendo de hombres que se rijan por lo que dice su corazón y no su billetera. Álvaro Arbeloa es una de esas excepciones, uno de esos jugadores que nunca ha mirado su interés particular, sino que siempre ha ido más allá, pensando en el bien del equipo por encima de todo. El domingo, el canterano blanco se despide de la que fue, es y será su casa. 

Se ha partido la cara por defender al club blanco ante todo y todos. Sin pelos en la lengua ha denunciado a todo aquel que le ha faltado el respeto al madridismo y ha exaltado a todas aquellas figuras que hacen del equipo madridista un grande. De titular indiscutible con Mourinho, a jugador de rotación con Ancelotti, y a prácticamente no contar con minutos con Rafa Benítez y Zidane. Le ha dado igual su situación en el club blanco, siempre ha sido el mismo, defendiendo la figura del entrenador y mostrando su predisposición para darlo todo sobre el terreno de juego. Nadie le puede reprochar nada al de Salamanca, su ejercicio de amor al club blanco lo ha demostrado en cada segundo que ha pasado como jugador del Real Madrid.

Foto: Dani Mullor VAVEl
Foto: Dani Mullor VAVEl

Números y estadísticas solo a la altura de los grandes

237 partidos, 18.269 minutos, seis goles, 14 asistencias, 67 amarillas y cinco rojas. Una Champions League, una Liga, dos Copas del Rey y una Supercopa de Europa. Estadísticas y títulos que demuestran el impacto de Arbeloa en el equipo merengue, un lateral que ha sido vital en los títulos que ha conseguido en los últimos años. Más allá de lo que ha aportado sobre el terreno de juego, su influencia en el vestuario, a la hora de hacer de nexo de unión entre el Bernabéu y los jugadores es lo que ha hecho del jugador blanco un autentico ídolo para la afición madridista. El cántico de “Arbeloa, Álvaro Arbeloa” resuena y resonará siempre en las gradas del feudo blanco como muestra de agradecimiento a todo lo que ha hecho el de Salamanca por el club blanco.

Ha ganado una Champions League, una Liga, dos Copas del Rey y una Supercopa de Europa con el club blanco

Muchos le han faltado el respeto con expresiones que es mejor no citar, tanto a nivel futbolístico como personal, él lejos de quejarse o de coger el papel de victima, ha actuado con serenidad y educación, valores que destila con una fuerza sobrenatural. El Bernabéu se despide de un auténtico ídolo, un líder, y sobre todo un madridista. Sin embargo, hay algo que los aficionados blancos tienen claro: no es un adiós, es un hasta pronto. El canterano volverá a un club del que nunca se podrá despegar, porque hay pasiones que no se ciñen al tiempo. Gracias Arbeloa.