Toda historia épica que se precie tiene un arduo comienzo, un inicio imperioso; un germen que origina todo lo que viene después. En el mundo del fútbol una de las historias vigentes mas majestuosas es la del idilio inseparable que vive el Real Madrid con la máxima competición continental: la Champions League.
Hasta diez 'orejonas' desbordan las vitrinas del estadio Santiago Bernabéu. Pero antes de lograr llegar a tan abrumadora cifra de trofeos, se debe comenzar una andadura victoriosa en la competición. Y eso fue lo que hizo el Real Madrid en 1956 con la conquista de su primera Copa de Europa, con la cosecha de 'La Primera'; aquella que marcaría el camino hacía el olimpo futbolístico para el mejor club del siglo XX.
Fundación de la máxima competición continental
Tras la segunda guerra mundial, la decada de los años 50 supuso una autentica revolución en el panorama futbolístico europeo. En pleno auge de la Hungría de Ferenc Puskas, comenzó a surgir en Inglaterra y Francia la idea de implementar una nueva competición de dimensiones europeas en la que participaran los mejores clubes del viejo continente.
L' Equipe lanzó una nueva competición en 1955 que cambiaría el fútbol
La victoria en un amistoso en 1954 del Wolverhampton, al considerado por muchos el mejor club del momento, el Honved húngaro del antes mencionado Puskas , ponía la primera piedra de los partidos internacionales de clubes. Más aun si cabe con la atracción y exaltación que recibió el acontemiento; un encuentro que terminó con una sorprendente victoria de los Wolves por 3-2.
Esta nueva visión del fútbol con enfrentamientos entre clubes de diferentes nacionalidades, provocó que una corriente del panorama futbolístico liderada por L' Equipe y Gabriel Hanot (editor del diario) lanzará al ring la idea de un posible torneo europeo. La publicación francesa mas presitigiosa del universo deportivo, con su director Jacques Goddet, comenzó la puesta en marcha del proyecto donde participarian los campeones de las diferentes competiciones ligueras de cada país.
1955: El nacimiento de un nuevo gigante europeo
La primera Copa de Europa cosechada por el club blanco era durante la primera edición de la competición. Este título otorgó un nueva dimensión al Real Madrid, algo de absoluta relevancia con la inestable época a principios de los 50 que vivía el club merengue, con tan solo dos títulos ligueros (1931-32, 1932-33) en la primera mitad del siglo XX.
Tras una polémica pugna por el fichaje de Alfredo Di Stefano, la historia del Real Madrid cambió para siempre. Con la concreción del debut de la 'Saeta Rubia' el 22 de septiembre de 1953 con la elástica del Real Madrid frente al Nancy, llegaba una nueva era que se certificaría en la temporada 1955/56 con la consecución de la primera Copa de Europa merengue. Un trofeo que iniciaría el camino triunfante del Real Madrid en Europa con otras cuatro Copas de Europa consecutivas; un dominio absoluto desde 1955 hasta 1960, del torneo futbolístico por excelencia que enfrentaba a los mejores equipos europeos.
El camino hacía 'La Primera'
La participación del Real Madrid en la máxima competición continental se debió a la negativa del Barcelona por formar parte del proyecto; al que no dio mayor importancia ni interés. La gran acogida de la cúpula directiva del club de Concha Espina, comandada por el presidente merengue, Santiago Bernabéu, propició la incursión del club blanco en la creación de la nueva competición europea.
El camino del Real Madrid hasta la final de París no fue tarea fácil, varios obstáculos tuvo que sortear para disputar la gran cita de la temporada. Partizan (3-4) y Milan (4-5) fueron las dos piedras en el camino con las que tuvo que lidiar el Real Madrid para plantarse en el Parque de los Príncipes frente al Stade de Reims. Este nuevo torneo surgido en 1955 estaba comandado por un comite organizador formado por Goddet, Bernabéu, Bédrignans, Pizzalunga, Butterly. Mientras que los primeros equipos en participar eran Real Madrid, Stade de Reims, Milán, Aarhus, Anderlecht, Rot Weiss Essen, Djurgardens y Sarrebrücken (campeones de Liga); junto con Rapid Viena, PSV Eindhoven, Servette, Sporting de Portugal, Voros Lobogo, Hibernian, Partizan y Gwardia Varsovia (no campeones ligueros).
La primera final de la Copa de Europa: la gran remontada blanca
El 13 de junio de 1956 tenía lugar en París un acontecimiento que quedará grabado a fuego en los libros de historia deportiva; un hito para la historia del fútbol. Real Madrid y Stade de Reims se daban cita en la finalisima del Parque de los Príncipes ante más de 38 mil espectadores. La primera de las muchas finales de Copa de Europa.
El Real Madrid llegaba a París comandado por José Villalonga y saltaba al terreno de juego con once almas blancas: Alonso, Atienza, Marquitos, Lesmes, Muñoz, Zárraga, Joseito, Marsal, Di Stéfano, Rial y Gento. Once jugadores que entrarían de lleno en la historia del club blanco y del panorama futbolístico mundial.
Por su parte, el Stade de Reims llegaba al verde de París con Jacquet, Zimny, Jonquet, Giraudo, Leblond, Siatka, Hidalgo, Glovacki, Kopa, Bliard y Templin. Una plantilla gloriosa que se había coronado como campeón de liga en Francia.
El partido se tornaba como una de las grandes citas de la historia del fútbol con dos de los mejores jugadores del mundo: Di Stefano y Kopa. Ambos conjuntos llegaban al partido en un gran estado de forma y el partido no defraudo. Rial fue héroe de la final con un épico doblete Los franceses se adelantaron en dos ocasiones durante los primeros 10 minutos, se ponía complicado el escenario con el que tenía que lidiar el Real Madrid. Pero Di Stefano y Rial empataron el encuentro al descanso y devolvían las esperanzas al club blanco.
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Al inicio de la segunda mitad, el club francés hacía el tercer tanto para su equipo y volvia a adelantar a los visitantes en Paris por mediación de Hidalgo. Los jugadores blancos tuvieron que ponerse el mono de trabajo para no desaprovechar la oportunidad que tenían ante ellos, a escasos metros del terreno de juego. Con el empate de Marquitos en el minuto 67, se colocaba el 3-3 en el luminoso y el Real Madrid cabalgaría con impetu hacía la remontada. Rial consumaba la gesta con el definitivo 3-4. Otra noche mágica en Europa con el Real Madrid como protagonista.