Intensidad, ese concepto que tendrán que tener como una de las máximas a seguir el Atlético y el Real Madrid para luchar por el partido. La igualdad entre ambos equipos es máxima, y una mínima distracción, un fallo, por muy pequeño que sea puede dilucidar quien es el campeón. Con los fantasmas de hace dos años, el Atlético de Madrid sabe que tiene que seguir concentrado todo el encuentro, y el Real Madrid ya ha visto estos fantasmas de falta de intensidad que le han podido costar más de un susto.
Dos de los últimos cuatro choque han acabado en empate
El historial reciente entre ambos equipos da un dato que obligará al Real Madrid a estar plenamente y mentalizarse de que el esfuerzo puede ser más de los 90 minutos reglamentarios. De los últimos cuatro partidos, dos han acabado en empate entre ambos equipos, y en Champions, de los últimos tres, incluyendo la final de Lisboa, hubo otro empate más, concretamente en la ida de cuartos de final.
El Real Madrid esta temporada se ha caracterizado por tener numerosos altibajos en su juego. La irregularidad en el conjunto blancho ha estado presente y en muchos momentos de temporada y en partidos clave se ha visto latente.
Por ejemplo en Champions, se pudo ver bajones de juego en la ida de 1/4 de final contra el Wolfsburgo, o en Ucrania contra el Shakhtar Donetsk, cuando el conjunto blanco dominaba con claridad el partido y se puso 0-4. Tras un penalti de Casemiro a falta de 15 minutos, desencadenando una reacción en los locales que por poco cuesta una de las mayores remontadas en la historia de la Champions League.
Además, el conjunto blanco debe ser consciente del gran momento que atraviesan los colchoneros, y de su gran rush final en los partidos. Esta temporada, los hombres del Cholo Simeone han brillado a un gran nivel en los minutos finales, consiguiendo numerosos puntos que le han permitido luchar por la liga hasta la penúltima jornada.
El Real Madrid tendrá que vivir el 'segundo a segundo' esta noche si quiere alzarse con su undécimo entorchado europeo ante el rival cuya máxima de 'partido a partido' le ha llevado a alcanzar cotas inalcanzables en las últimas décadas para el club de la ribera del Manzanares.