Colombia ya está entre las cuatro mejores de la Copa América Centenario. El combinado cafetero se medía a Perú en la segunda de las semifinales, tras consumar USA su pase por primera vez en 20 años y estar entre las mejores. Los colombianos, capitaneados una vez más por James Rodríguez, se medían a la siempre correosa selección peruana, que tenía en Guerrero a su ejecutor, y basa su juego en un férreo bloque que hace casi imposible que los rivales puedan encontrar una fisura.

Y así sucedió durante el partido. El 0-0 con el que se llegó al término de los 90 minutos lo mostró, con especial protagonismo tanto antes como después del tiempo reglamentario de Ospina. El choque transcurrió con ambos conjuntos intentando - y consiguiendo - anular al contrario, tapando todas sus virtudes y sin dejar abierto el camino a la imaginación. La enorme cantidad de faltas que tuvo lugar en el choque lo hizo muy pesado, y el desacierto de un desafortunado Bacca, que no está teniendo su mejor torneo, marcó a Colombia.

Tuvo James no obstante la más clara del partido para los suyos. Cogió el balón de lejos, en una de las pocas ocasiones en las que las patadas rivales no pararon en seco al futbolista blanco antes siquiera de arrancar; llegó con él al área y ensayó un potente disparo que sorprendió al Gallese, y que solo el palo de su portería evitó que se convirtiera en el primer tanto de partido.  Si bien es cierto que James fue el mejor de los suyos en el campo, o al menos el que más apareció para darle soluciones - las pocas que tuvo Colombia - al equipo en campo rival, el indiscutible héroe de la noche y también del histórico pase a semifinales tras 12 años de ausencia fue Ospina.

Todo queda en familia

El portero del Arsenal, y cuñado del jugador del Real Madrid realizó un partido soberbio. Detuvo las contadas ocasiones de Perú, incluido un peligroso cabezazo casi a bocajarro de Ramos ya en el tiempo de descuento que habría dado el pase a los peruanos, pero que con un espectacular escorzo Ospina mandó fuera, para delirio de Pékerman y los suyos, que corrieron a abrazarle.

El colegiado del encuentro decretó el final del partido, y con él, llegó el momento de los lanzamientos de penalti. No dudó James en iniciar la tanda, como capitán, asumiendo galones. El madridista logró poner el 0-1 con su golpeo. Ruidiaz (1-1), Cuadrado (2-1), Tapia (2-2) y Dayro Moreno (3-2) no fallaron tampoco en sus intentos cara a gol. Tras cinco penaltis consecutivos anotados, llegó el primer fallo. Apareció Ospina para adivinarle las intenciones a Trauco, denegándole el gol.

Foto | AFP - Eduardo Muñoz Álvarez
Foto | AFP - Eduardo Muñoz Álvarez

Sebastián Pérez, otro jugador colombiano que está mostrando grandes aptitudes en esta Copa América, puso por primera vez a golpe de éxito a los suyos con el 2-4, y las miradas se centraban en Cueva y Ospina. El peruano se enfrentó al meta cafetero, pero su tentativa de gol quedó en ello, en un intento, cuando su golpeo se marchó por encima del larguero del jugador del Arsenal. El pase estaba sellado, Colombia era semifinalista, y las lágrimas brotaron de los ojos de un James tremendamente emocionado, y que corrió a abrazar a Ospina. Héroe nacional, un equipo que ya está haciendo historia y quiere seguir el camino más allá del MetLife Stadium de Nueva Jersey.