Menos de dos meses después de ser campeones de la Champions League, los jugadores madridistas Cristiano Ronaldo y Pepe se proclamaron también campeones de la Eurocopa de selecciones. La gran final disputada en el Stade de France perdía rápidamente uno de sus mayores alicientes ya que la estrella rutilante de Portugal, Cristiano Ronaldo, se retiraba lesionado después de un golpe fuerte en la rodilla, propiciado por una entrada de Payet que el colegiado no sancionó ni siquiera con falta. Tras la lesión Cristiano se marchó del campo llorando, pero sus lágrimas hicieron fuertes a sus compañeros, que lucharon para que el capitán luso pudiera levantar finalmente la Eurocopa... y así fue.
Cristiano Ronaldo
Era el partido que llevaba esperando desde el año 2004, tras la final que perdió Portugal ante Grecia, pero se le marchó de las manos en menos de 20 minutos, que fue el tiempo que tardó Payet en darle un fuerte golpe en la rodilla de apoyo durante un control de balón. El capitán luso se estuvo tratando en el vestuario hasta el final de los noventa minutos reglamentarios. En ese tiempo hubo rumores que decían que podía tener rotura de ligamentos, pero habrá que esperar a los comunicados de la federación portuguesa y del Real Madrid. Desde luego, en el momento de recoger la Eurocopa se le veía cojeando, pero podía dar algún salto, por lo que probablemente no tenga tal rotura. Las primeras informaciones parecen ya descartar una lesión grave, algo que seguro que se recibe con tremendo alivio en el Real Madrid. Como capitán de la selección lusa, Cristiano Ronaldo fue el encargado de levantar la tan esperada Eurocopa, la primera para los portugueses, al cielo del Stade de France.
Pepe
Tras un comienzo de partido con bastantes dudas debido a la tensión y los nervios del partido, el central madridista fue cogiendo confianza a medida que iban pasando los minutos. En el minuto 91, Gignac le dejó sentado con un magnífico regate y remató al palo, en el que hubiera sido el gol que otorgaría el título a Francia. Pero eso no pasó. Después de ese fallo, Pepe se echó a todo el equipo a su espalda y fue una pieza clave en la prórroga abortando cualquier ataque francés, pidiendo concentración a sus compañeros y sabiendo en cada momento lo que hacer con el balón. Por todo ello, Pepe fue elegido como mejor jugador de la final.
