Cristiano Ronaldo junto a Portugal son los nuevos Campeones de Europa de selecciones. El conjunto luso, en el que también fue titular Pepe, cuajando un sensacional partido y siendo reconocido como el mejor de la final, se proclamó ante Francia, la anfitriona, ganador de la Eurocopa 2016, venciendo en la prórroga por 1-0 gracias al gol de Éder.

El capitán portugués se marchó lesionado y entre lágrimas en el minuto 24 del primer tiempo, tras una dura entrada de Payet que ni siquiera fue señalizada como amarilla. El resultado, tras probarse durante unos minutos, fue de imposibilidad de continuar sobre el verde, y Fernando Santos se vio obligado a sustituir a su estrella por Quaresma.

Primer parte de la lesión de Cristiano: esguince de ligamentos en la rodilla, y baja casi segura para la Supercopa de Europa

A partir de ese momento, en el seno del Real Madrid, se dispararon las alarmas. La entrada del jugador del West Ham sobre Cristiano fue a la rodilla, y aunque por suerte en el momento del impacto Cristiano tenía la pierna en alto, el giro de la articulación hacía temer lo peor. Durante la noche, a través de RRSS se empezaron a disparar teorías sobre una grave lesión de ligamentos, que fueron apagadas y señaladas como bulos.

El primer diagnóstico acerca de la lesión lo dio el diario Marca. Según el citado medio, el problema de Cristiano sería serio, pero no de extrema gravedad. El de Madeira sufriría un esguince de grado I en el ligamento lateral interno de su rodilla izquierda, lo que conlleva un periodo de baja cercano al mes, lo que le impediría comenzar la pretemporada el próximo 31 de julio, momento en el que estaba citado para incorporarse con el resto de sus compañeros, y mucho menos estar a disposición de Zidane para el partido del 9 de agosto en Trondheim ante el Sevilla, en la disputa por la Supercopa de Europa.

El extremo portugués pasará más pruebas una vez que la inflamación de la articulación haya bajado, por lo que probablemente el martes se tenga el diagnóstico definitivo acerca de su dolencia. Hasta entonces, al capitán luso le queda el nada desdeñable consuelo del primer título de selecciones de Portugal en su historia, y al Madrid, el que no vaya a perder a su estrella para el primer tramo de competición, aunque sí pueda perderse los primeros choques de la temporada.