El torneo futbolístico mas mediático de todo el panorama internacional veraniego congregaba a dos de los mejores equipos del globo. La International Champions Cup reunía en Estados Unidos a Real Madrid y PSG para realizar la ya habitual “puesta a punto vip” que realizan los grandes equipos europeos, con pretemporadas al máximo nivel desde el primer día.

El Paris Saint Germain saltó al terreno de juego del Ohio Stadium con la intención de agarrar con firmeza la batuta del encuentro. Los hombres del recién llegado Unai Emery se encontraban ante su tercer partido de pretemporada tras las victorias por 2-1 y 3-1 frente a West Brom e Inter de Milán; este último encuentro ya en la International Champions Cup. Esta vez, tenían en frente a todo un Real Madrid que arrancaba frente a los franceses su pretemporada con su habitual gira americana.

Las piernas pesaron más para los blancos

El partido no comenzó positivamente para los hombres de Zinedine Zidane. Un batiburrillo defensivo posibilitó que en el minuto 2 de partido, el prometedor delantero francés Jonathan Ikane realizará una jugada maradoniana a través de rebotes para plantarse en área merengue y colocar un disparo cruzado a la cepa del palo izquierdo de Kiko Casilla y abrir el marcador.

Goles de novedosas promesas francesas como Ikane y Meunier

Con el vespertino 0-1 en el marcador, saltaban las alarmas en la cabeza de Zinedine Zidane, ya que el desorden defensivo del cuadro merengue era un hecho, aparentemente inamovible, sobre el terreno de juego. Los hombres de Unai Emery apostaban por un juego vistoso que mezclaba control, toque y verticalidad. Algo que cuando se producían rápidas transiciones ofensivas entre los futbolistas del cuadro francés, propiciaba que la zaga blanca hiciera aguas y se viera en serios apuros para sofocar las embestidas parisinas.

Conforme avanzaba el primer tiempo en Ohio, el Real Madrid fue cogiendo ritmo de partido y empezando a competir. La dupla Kovacic-Isco conformaba la sala de máquinas merengue de la que se debía nutrir la parcela ofensiva blanca. Ambos jugadores se mantuvieron activos desde el inicio del encuentro, propiciando incluso la mejor oportunidad del Real Madrid con un disparo cruzado desde la frontal.

El Real Madrid fue un polvorín defensivo

Sin embargo, a pesar de los tímidos acercamientos blancos al área francesa, la parcela defensiva se mostraba insegura, aturullada y desorganizada. No se conseguía mover el balón con fluidez en la recuperación del mismo; algo que propicio el segundo y tercer tanto del encuentro para los hombres de Unai Emery. Primero un zarpazo desde la frontal del área blanca a cargo de Meunier, tras una serie de despejes errados, dio lugar al segundo tanto parisino. Instantes después, Meunier volvió a hacer de las suyas  en la ‘zona sensible merengue’ con una internada por banda derecha que acabó en gol desde el centro del área pequeña. Algo que, practicamente, cerraba con contundencia prácticamente el partido en el primer acto.

El Real Madrid se sentía abrumado sobre el terreno de juego ante la gran forma física del PSG. Tanto es así, que el propio Marcelo iniciaba el juego tanto en ataque como en defensa desde casi cualquier parte del campo; sobre todo desde el carril izquierdo. El brasileño realizó un encomiable despliegue para atacar y defender las embestidas rivales. Algo que le fue recompensado al capitán madridista cuando el colegiado decretó un penalti en área francesa y él mismo fue el encargado de convertir la pena máxima para recortar distancias.

La Fábrica, a escena

Con el 1-3 en el luminoso, los jugadores blancos saltaban al campo en el segundo periodo con una auténtica revolución en sus filas. Un nuevo once en el que formaban novedades como Rubén Yáñez, Aleix Febas, Mariano Díaz, Lienhart, Hakimi, Tejero, Carvajal, Enzo Zidane, Marcos Llorente, Odegaard y Asensio.

Un equipo titular que firmaría casi a la perfección el Real Madrid Castilla de Luis Miguel Ramis y que otorgó al Real Madrid en Ohio de la chispa que le había faltado durante la primera mitad. Algo que propició las mejores oportunidades para los hombres de Zinedine Zidane que hacían trabajar a Kevin Trapp.

Sin embargo, a pesar de que el PSG redujo de marcha con el partido tan de cara, el conjunto español no logró certificar ninguna llegada y dar la vuelta al marcador; ante un equipo ya rodado como es el PSG. Zinedine Zidane habra tomado nota con vistas al próximo encuentro del día 30 de julio frente al Chelsea en el Michigan Stadium.