Debutó el Real Madrid ante la afición blanca en el presente campeonato de Liga con una entrada que superaba los tres cuartos a pesar de las altas temperaturas que se registraban en la capital.

Antes de disputarse el encuentro realizó el saque de honor la nadadora Mireia Belmonte, que ha conseguido una medalla de oro y una de bronce en los pasados Juegos Olímpicos disputados en Rio de Janeiro, convirtiéndose así en la nadadora española con más medallas olímpicas.

Tras la ovación al saque de honor se guardó un emotivo minuto de silencio en memoria de las victimas del terremoto que ha afectado a la zona central de Italia la pasada semana.

Durante los inicios de la primera mitad mantuvo el control del juego el equipo blanco con un gran trabajo defensivo que desbarató las pocas ocasiones en las que el Celta se aproximó al area madridista.

Modric, Morata y Asensio por las bandas y Casemiro y Bale por el centro acosaban la porteria defendida por Sergio Álvarez.

Pero el Madrid no encontraba recompensa a su juego y, aunque se sumó por la banda contraria Marcelo, el portero celtiña se mantuvo imbatido.

El calor era sofocante y en varias ocasiones jugadores de ambos equipos se acercaban a los banquillos para hidratarse y también para recibir instrucciones de los técnicos.

Bale llevaba la voz cantante en el conjunto de los de Zidane, pero, a pesar del dominio exhibido, se alcanzó el descanso con empate a cero en el marcador. Una primera parte en la que el equipo visitante parecia conformarse con arañar un punto del Bernabéu con constantes pérdidas de tiempo, sonoramente protestadas por la grada, que llevaron al colegiado a advertir al portero de que le mostraría la tarjeta amarilla si continuaba con ese tipo de juego.

En el comienzo de la segunda mitad se mantuvo el dominio local. El Celta no dispuso de apenas ocasiones de ataque a lo largo de todo el encuentro.

Las aproximaciones al área gallega eran constantes, pero el gol no llegaba.

El jugador galés del Real Madrid reclamó un derribo en el área viguesa, pero el colegiado no apreció ninguna acción punible en la jugada.

En el minuto 15 de la segunda parte, tras una jugada Marco Asensio, el balón, rechazado por el portero, quedó muerto dentro del area, ocasión que aprovechó Álvaro Morata para mandarlo al fondo de las redes e inaugurar el marcador.

Cuatro minutos después el delantero madridista intentó batir a Sergio de disparro cruzado que acabó estrellándose contra la base del poste derecho de la portería en el que podría haber sido el 2-0 tras un buen contraataque del equipo merengue.

A pesar del dominio blanco, Orellana batió a Kiko Casilla con un disparo lejano que sorprendió al portero y a la parroquia madridista estableciendo el empate.

Había saltado al campo Lucas Vázquez en sustitución de Asensio. Después del gol del Celta entró James para dar descanso a Modric. Poco después debutó en competición liguera el canterano Mariano, que sustituyó al goleador Morata.

Apenas un minuto después de saltar al campo, el hispano-dominicano dispuso de su primera ocasión con un disparo desde la frontal del area.

Y entonces llegó el segundo gol del Real Madrid. Era el minuto 81 de partido, Toni Kroos controló un balon en la frontal para batir a Sergio Álvarez de fuerte disparo entre dos defensas.

El Celta sufrió aún más el acoso del Real, que, lejos de conformarse con el resultado, buscaba el tercero y los jugadores que se habian incorporado en la segunda mitad buscaban aprovechar los minutos que les habia dado el técnico francés para hacerse meritorios de más oportunidades en una plantilla tan competitiva.

Finalizó el tiempo reglamentario con el resultado de dos goles a uno a favor del Real Madrid, que conseguia de esta forma los primeros puntos de la temporada en su feudo.

Tras el pitido final del árbitro los jugadores agradecieron el apoyo prestado por su afición, que aguantó en la grada a pesar del caluroso ambiente.

Real Madrid 2 - 1 Celta de Vigo