En uno de los duelos más repetidos a lo largo de la historia del campeonato nacional, Real Madrid y Athletic Club protagonizaron un atractivo encuentro que Cristiano Ronaldo desniveló en dos ocasiones desde los once metros. Los de Bielsa dificultaron mucho la labor de los blancos, que siguen manteniendo los 5 puntos de ventaja que le separan del Barça.

El técnico del Real Madrid, José Mourinho, sorprendió a todos colocando al "Pirata" Granero en el once inicial, como pareja de baile de Xabi Alonso. Por delante, un activo Özil y un letal Cristiano Ronaldo se encargaron de impedir que la punzante derrota copera ante el Barça hiciese mella. La liga es el objetivo prioritario para los blancos, que no están dispuestos a desperdiciar el lujoso colchón sobre su inmediato perseguidor. 

Era la primera vez que el técnico del conjunto bilbaíno, Marcelo Bielsa, visitaba el templo merengue. El argentino se mostró fiel a la filosofía que implantó desde su llegada al club rojiblanco y planteó un partido digno de halago. Los leones dieron un recital de buen juego e intensidad. Bielsa demostró que al fútbol se empieza a jugar desde atrás y terminó de justificar el motivo por el cual Javi Martínez actúa de central. El joven campeón del mundo comandaba la salida de balón de su equipo. El Athletic le dio a probar al Real Madrid de su propia medicina durante todo el primer tiempo realizando constantemente contragolpes “de manual” con Ander Herrera y Oscar de Marcos como cerebros y Fernando Llorente como brazo ejecutor. El mejor ejemplo de ello se pudo apreciar en el minuto 12, cuando Gorka Iraizoz sacó en corto para iniciar un letal contraataque que acabó con una magistral apertura de balón de Ander Herrera hacia el costado derecho, donde se incorporó como un rayo Javi Martínez para servir a Llorente un exquisito centro al segundo palo. “El rey león” clavó el balón dentro de la red de Iker Casillas y abrió la lata.

El Real Madrid no conseguía llegar con superioridad al área rival, Sólo un disparo de falta de Cristiano Ronaldo que no encontró portería tras superar la barrera y tres disparos de Granero desde fuera del área incomodaron al meta vasco en los primeros 20 minutos de partido. Kaká se prestó más al juego de su equipo y Alonso lo intentaba con pases a larga distancia.

Mientras tanto, el Athletic seguía a lo suyo, su juego siempre tenía sentido y buscaba abrir la herida de los blancos. De Marcos estuvo muy cerca de lograrlo tras cazar dentro del área un rechace de Casillas en otra contra que finalizó con un gran disparo Iker Muniain. Pero en el minuto 24 una gran internada en el área de Marcelo tras una doble pared con Ronaldo y Benzema acabaría en gol. El brasileño batió con mucho temple a Gorka por su palo derecho.

El tanto merengue no sólo equilibró el marcador, también lo hizo con el juego. En los minutos restantes desde el gol hasta el descanso se alternaron las jugadas de peligro, Benzema y De Marcos gozaron de las más claras para sus respectivos conjuntos. El francés remató en el área chica a las manos de Gorka un balón procedente de Sergio Ramos mientras que el rojiblanco envió el esférico fuera de los tres palos tras cazar un despeje de Ramos, quien evitó una peligrosa llegada de Muniain. No obstante, el Athletic terminaría la primera parte con un nuevo aviso de Llorente, esta vez el riojano estrelló su bota con el césped del Bernabéu y desperdició una oportunidad de oro.

Ronaldo no perdona desde los 11 metros

Diferente cariz tomó la segunda mitad. Con apenas dos minutos transcurridos desde la reanudación, Meteu Lahoz señala el punto fatídico tras un derribo de Iturraspe sobre Kaká. Cristiano Ronaldo no perdonó y adelantó a los suyos en el luminoso.  El tanto del luso llenó de moral a los blancos y limitó las esperanzas visitantes. Marcelo Bielsa buscó la reacción de su equipo colocando a Toquero en el lugar de Fernando Llorente y a Ibai en el del venezolano  Amorrebieta, desplazando a De Marcos al lateral zurdo. Precisamente sería el de Álava quien protagonizaría una nueva infracción dentro del área derribando a Özil. Él vio la roja y Ronaldo sentenció el partido desde los once metros poniendo el 1-3.

Mourinho aprovechó para refrescar su equipo con hombres como Callejón, Higuaín o Lass, que sustituyó al “Pirata” Granero. El centrocampista dejó satisfechos a los aficionados madridistas y pidió sobre el césped el derecho a jugar más minutos con la elástica merengue.

Con poca tela por cortar, el partido fue muriendo paulatinamente al ritmo marcado por el equipo merengue. Callejón pondría la guinda cerca del final -en el 84-  tras aprovechar una gran asistencia de un activo Mesut Özil. Al final victoria por 4-1 en honor a Iker Casillas -cumplía su partido número 600 con el Madrid-  y tres nuevos puntos que se suman en el casillero de los blancos. Los de Bielsa se marchan hacia Bilbao con las manos vacías pero con la cabeza muy alta después de haber desplegado el fútbol que llevan dentro y que Marcelo Bielsa tan bien sabe sacar a la luz. 

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