Tenía que ser un símbolo del oviedismo, como Esteban, el encargado de poner fin a la décima edición del Campus del Real Oviedo. El guardameta llegó acompañado de su hijo Mario, convirtiéndose en el úndecimo futbolista que ha pasado por el campus del conjunto carbayón.

La actividad veraniega, que cada verano organiza la entidad carbayona, ha contado este año con un total de 461 niños inscritos que han participado a lo largo de seis semanas, en los distintos turnos organizados, ocupando un total de 750 plazas.

Esteban, acompañado por Diego Cervero, tuvo tiempo de responder algunas de las preguntas realizadas por los más pequeños. "¿Qué fue lo primero que hiciste cuando metimos el gol en Cádiz?", el avilesino respondió: "Mirar el reloj para ver cuanto quedaba, pero en ese momento ya sabía que subíamos".

Tras repasar la trayectoria del portero, con notable éxito, Esteban tuvo tiempo de mandar un mensaje a todos los chavales. "Me tenéis que prometer que siempre recordaréis a los jugadores del año pasado, ellos fueron los que nos sacaron de Segunda B", contestó al ser preguntado sobre su jugador favorito.

Antes de abandonar las Instalaciones Deportivas de Tensi, el cancerbero pasó unos minutos firmando las camisetas, guantes y botas de todos los íntegrantes del campus, además de fotografiarse con ellos. Tras despedirse de los chavales, estos corearon su nombre mientras la leyenda oviedista se marchaba.

Después de la marcha de Esteban, los niños prosiguieron su actividad futbolística para aprovechar los últimos minutos del Campus. Hoy terminó la sexta y última semana de esta edición, al final de la jornada todos los niños, al igual que el resto de participantes de otras semanas, fueron galardonados con un diploma y una mochila.