Medio millar de personas se acercaron esta tarde a la rampa del Carlos Tartiere para despedir al equipo antes de la marcha del mismo hacia Lugo. Egea haciendo gala una vez más de su talante, decidió bajarse de su coche a la llegada al Carlos Tartiere para aplaudir a los aficionados agradeciéndoles así el gesto. Aunque el Oviedo no estará tan arropado en Anxo Carro como se preveía en un primer momento, los aficionados han querido insuflar fuerza y optimismo a su equipo para este duelo ante un rival directo. Una vez más, y ya van muchas, el oviedismo volvió a estar a la altura de las circunstancias. Unas circunstancias que sin lugar a dudas no benefician a nadie.

Hace apenas unas semanas nadie podía imaginarse el culebrón que iban a protagonizar ambos clubes. Eran muchos los oviedistas que llevaban tiempo aguardando este desplazamiento como agua de mayo. Los alicientes eran muchos, en primer lugar el deportivo: una pelea de titanes entre dos de los conjuntos llamados a pelear por los puestos de privilegio. En segundo lugar, la distancia y la comodidad del desplazamiento. Tan solo 228 KM separan Lugo de Oviedo, lo que hacía de este viaje,  el más corto de la temporada. Otro factor a favor para viajar a Lugo, la fecha y hora del partido: sábado a las 6. Parecía la combinación perfecta para disfrutar de un buen fin de semana de fútbol con el mejor ambiente como telón de fono. Por esta razón, y ante la previsión de un desplazamiento masivo azul, el club carbayón solicitó 3000 entradas al conjunto lucense. En respuesta al requerimiento de la institución asturiana, el Lugo decide sacar a la venta solo 870 localidades para los seguidores oviedistas, con precios que oscilaban entre los 20 y los 40 euros: “Necesitamos la respuesta del aficionado lucense, no una venta masiva de localidades a otro equipo”, justificaba así el presidente del CD Lugo, Tino Saqués, la negativa a las 3000 entradas solicitadas por la entidad azul.

El final del culebrón, ya lo conocemos todos. El Real Oviedo respaldó la decisión de la APARO no vendiendo localidades para el encuentro por lo que finalmente no habrá desplazamiento masivo a tierras gallegas este fin de semana.  Tan solo se prevé que unos 300 aficionados azules estén mañana en el Anxo Carro animando al Real Oviedo, una décima parte de la estimada en un primer momento. En este enfrentamiento todos han perdido, los que más los aficionados que se quedan sin presenciar en directo un partido ante un rival directo. El desenlace deportivo a este culebrón, mañana a partir de las 18.00.