El Real Oviedo empató sin goles en Tarragona. Rubén Miño se convirtió en el héroe de los suyos tras realizar varias intervenciones de mérito. El guardameta visitante fue uno de los hombres más buscados en la zona mixta, y terminado el encuentro, dedicó algunos minutos a los medios congregados. Una vez más se le preguntó por su titularidad, la cual conlleva que Esteban, icono del oviedismo, vea el partido desde el banquillo.

El portero se mostró tranquilo y respondió con la misma seguridad que en las ocasiones anteriores cuando fue interrogado por esta misma cuestión: “Cada miembro de esta plantilla intenta cumplir con su función de la mejor manera posible. Es el técnico quien decide. Yo me encargo de estar preparado para cuando se me encomiende la labor de jugar”, afirmó el futbolista procedente del Mallorca. Al mismo tiempo, preguntado por su buen partido, se mostró satisfecho por el mismo y consciente de que debe mantener esta línea. En lo que al resultado se refiere, Miño llevó a cabo una valoración semejante a la efectuada por Generelo en la sala de prensa.  Cree que el punto “es bueno” pero le desagrada que se superen los 4 meses sin ganar lejos del Carlos Tartiere. Aun así, recalca que ellos “salieron a ganar, prueba de ello es que defendimos más adelantados que en visitas anteriores” pero que a medida que fue transcurriendo el encuentro se dieron cuenta de que habría que minimizar riesgos por lo que no pudieron “dar un golpe encima de la mesa”.

El capitán del Real Oviedo, Jon Erice, también dedicó un par de minutos a los medios de comunicación. El centrocampista azul recalcó la importancia del punto de cara a un futuro. El medio carbayón cree que ambos equipos “mantienen sus opciones de subir intactas”. Además se muestra optimista con lo que resta para que acabe la campaña en la que el Tartiere jugará un papel clave.