El Real Oviedo disputó su tercer partido de pretemporada, el cual acabó con empate sin goles. A pesar de haber demostrado una mejora respecto a lo ofrecido el pasado sábado en Villaviciosa, los carbayones no fueron capaces de inaugurar el marcador.

Con una temperatura agradable y en torno a los 800 espectadores, el equipo dirigido por Fernando Hierro comenzaba a tener la posesión desde los primeros compases. Sin  embargo, este dominio no gozaría de la profundidad necesaria aunque si serviría para entrenar los mecanismos ofensivos. En semejante tesitura, la Selección AFE esperaría atrás haciendo gala de un gran orden. Habría que esperar hasta el minuto diez cuando un error del rival estaría a punto de ser aprovechado por Toché. Este probó con una tijereta dentro del área y el cuero se marchó muy cerca de la portería defendida por Fernando. Solo siete minutos después, el mismo protagonista tendría una nueva jugada de peligro. Varela recuperaría el esférico en el área contraria y se lo cedería al ariete azul que terminaría por estrellar el remate en el poste izquierdo de la meta.

Los minutos transcurrían sin que se produjeran nuevos sobresaltos al mismo tiempo que Lucas Torró explicaba a los espectadores por qué se le había fichado. El refuerzo veraniego gestionaba las posesiones y otorgaba criterio a cada una de las acciones. A pesar de esto, la ocasión más clara llegaría en el minuto 35 con un contragolpe perfectamente conducido entre Pereira, Susaeta y Toché. El primero de ellos iniciaría la jugada y sería también el encargado de finalizarla. El disparo estaría muy próximo a colarse entre los tres palos. Tan solo dos minutos después, Néstor Susaeta sería el lanzador de una falta que moriría en las manos de Fernando. Con esto se alcanzaría el tiempo de asueto en un Suárez Puerta que esperaba impaciente por ver que deparaba la segunda mitad.

En el arranque de esta última, tendría lugar un carrusel de cambios. Esteban, Diegui, Verdés, Torró y Bedia cedían sus posiciones a Juan Carlos, Fernández, Rocha, Erice y Josín.  Los asturianos comenzarían muy intensos y Pereira se quedaría muy cerca de ser derribado dentro del área rival. A partir de aquí, los azules pero hoy vestidos de gris no serían capaces de sosegarse y, en consecuencia, apostar por la mejor opción en ataque. La claridad de ideas había disminuido notablemente. En el 60 Rocha lo intentaría con un remate que no entrañaría peligro alguno. Era el momento de hacer más cambios. Lula y Viti tendrían su oportunidad. El extremo pronto protagonizaría una de sus grandes galopadas. Poco después, a estos dos les seguirían David y Steven. La voluntad sería más que evidente pero también se haría notar la ausencia de un último pase que rompa la defensa. Aunque el peligro era continúo este era demasiado ligero, previsible e incluso hasta reiterativo. El Oviedo quería ganar pero siempre faltaba esa jugada que marcase la diferencia. Los canteranos que ocupaban la parte delantera no cesarían en su empeño pero con este no sería suficiente. David no conseguiría controlar delante del meta rival. Steven protagonizaría una gran jugada que la defensa atajó cuando el gol parecía inevitable.

Los minutos transcurrían y ya no había tiempo para nada más. Solamente quedaba por apuntar el único susto que la AFE le dio al Oviedo y que pudo suponer el único tanto del encuentro. Por fortuna para los discípulos de Hierro este se perdería por encima del travesaño. El partido había llegado a su fin y a pesar de que no se hubiese conseguido marcar daba la impresión de que el equipo estaba más compacto que en Villaviciosa. Los automatismos de presión engrasaron mejor en una maquinaria que todavía no está preparada para su inauguración.

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